OlivosGate: “Superado, nos reenfocamos en la gestión”, dicen en Casa Rosada

Eugenio Paillet

   Como se esperaba y lo remarcaban los gestos de las últimas horas, el entorno más cercano al presidente Alberto Fernández decidió dar por superado el escándalo que se produjo tras la publicación de las fotos de cumpleaños de Fabiola Yáñez en Olivos sin distanciamiento y mientras regía la fase dura de la cuarentena.

   “El presidente ya pidió disculpas, dijo lo que tenía que decir, nos reenfocamos en la gestión y esto queda superado”, fue el mensaje que bajó Santiago Cafiero hacia sus colaboradores y de allí al resto de los funcionarios del gabinete relacionados con la comunicación oficial, según reconocieron fuentes del primer piso de la Casa Rosada.

   En el Gobierno dan por “suficientes” las palabras del Presidente durante el feriado largo, en el acto del lunes en La Matanza, donde se hizo “único responsable” de lo sucedido aunque no se privó de tildar de “miserables” a quienes lo criticaron por aquel primer intento de minimizar el hecho o de responsabilizar por todo a su pareja.

   Las fuentes no desconocen el impacto interno de ese ataque del presidente durante su acto en el corazón del peronismo, en especial tras las críticas desde el propio Frente de Todos, o de sus distintas corrientes, que recibió con nombre y apellido: desde Luis D´Elía hasta Horacio Verbitsky, pasando por Sergio Berni, entre otros.

   “No fue una respuesta con nombre y apellido, Alberto quiso demostrar el aprovechamiento miserable de la oposición de un error que asumió como propio”, prefirieron minimizar cerca del primer mandatario. Descartaron de plano a la vez que entre esos reproches propios haya existido algún comentario de Cristina Fernández por el sayo que Alberto le colgó a Fabiola. “No hablaron, y si lo hicieron no tocaron nunca ese tema”, dijo un vocero habitual del Presidente.

   En verdad, según pudo saber este diario en el Instituto Patria de fuentes muy cercanas al senador Oscar Parrilli, Alberto y Cristina tuvieron al menos una charla en los últimos días en medio del escándalo, y acordaron que lo mejor era dar vuelta la página y mostrarse juntos en un par de actos de campaña para dejar sentado que por encima de esos pasos en falsos en el Frente de Todos se privilegia la unidad.

   Un apoyo similar a esa línea de acción, la de reprochar las críticas externas y dar muestras de unidad en la campaña, también le fue transmitida al presidente por Máximo Kirchner, con quien habló durante una comunicación durante el fin de semana.

   En los aposentos presidenciales los voceros de Alberto ni confirman ni desmienten esos contactos, aunque reconocen que tienen que ver con la necesidad de todos en la conducción de la coalición gobernante de que si hubo pases de facturas, ya quedaron en el olvido y no hay resquemores para encarar el tramo más sensible de la campaña electoral.

   En la Casa Rosada destacaban tras el feriado largo como “un gesto” del Presidente para reconfirmar una vez más el hecho de que haya asumido toda la responsabilidad por el OlivosGate, el hecho de que por su indicación el abogado Juan Pablo Fioribello se presentó este martes en la Justicia ante el fiscal Ramiro González en representación de ocho de los once asistentes a la polémica fiesta, entre ellos la propia Fabiola Yáñez, para que determine en la causa que abrió el juez Sebastián Casanello si cometieron delito y deben ser motivo de una acción judicial en su contra.

   No estaba previsto en cambio, hasta donde pudo conocer este diario de varias fuentes gubernamentales o del entorno presidencial, si Alberto también planea presentarse a la Justicia como acaba de hacer Fabiola, como le reclamó parte de la oposición de Juntos por el Cambio, para que el fiscal González investigue si existió delito por la presunta violación del DNU 260/20 del año pasado, que prohibía justamente encuentros familiares o de amigos como el que se realizó en el comedor principal de la quinta de Olivos.

   El abogado que representará a Fabiola Yáñez y el resto de los invitados a la fiesta no es un desconocido para el presidente. Fioribello fue el letrado que defendió a la pareja presidencial y a Estanislao Fernández, al hijo de Alberto, en un juicio por acoso mediático contra un portal de noticias en el que la justicia les dio la razón.