Escenario político: hasta dónde llegará la disputa por el predominio interno

Redacción de La Nueva.

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Maximiliano Allica / mallica@lanueva.com

   Las candidaturas con personajes de los medios de comunicación son una corriente análoga a la de deportistas y artistas de los años 90. Daniel Scioli, Carlos Reutemann y Palito Ortega fueron algunos nombres a los cuales el menemismo echó mano para mezclar farándula con política en busca de rédito electoral. En general, en las urnas les fue bien, más allá de que la trayectoria de cada uno terminó siendo diversa.

   Esa corriente de elegir figuras extra-política no es un fenómeno argentino, pero siempre que surge alguien disruptivo provoca la discusión. En el caso local y regional, un dato central de esta elección es la aparición de Lorenzo Natali como precandidato a diputado provincial por la UCR, para enfrentar en primarias a la lista del Pro que encabeza Fernando Compagnoni.

   Algunas críticas se escuchan en este momento por la inclusión en un lugar relevante de una persona sin experiencia en la gestión gubernamental, tal como subrayó quien será su competidor desde el Frente de Todos, el intendente de Monte Hermoso, Alejandro Dichiara. Pero lo cierto es que en este debate sobre la procedencia de los aspirantes a cargos públicos nadie puede tirar la primera piedra. Solo por tomar al distrito de Bahía Blanca en los últimos años, los ejemplos surgen fáciles.

   El primero es el intendente Héctor Gay, al igual que Lorenzo estrella de LU2 durante décadas, devenido candidato a diputado bonaerense en 2013 por la fuerza que entonces lideraba Francisco de Narváez. Dos años después las urnas lo pusieron en la intendencia, puesto que revalidó en 2019. Que Gay escaló rápidamente posiciones gracias a su derrotero en los medios y no en la política es una obviedad. Hoy a él y Natali les toca ser adversarios internos, aunque luego de las PASO volverán a confluir.

   El peronismo bahiense tiene dos casos recientes de proyectar trabajadores de los medios. En 2017 la boleta del kirchnerismo la lideró el experiodista Carlos Quiroga. Más allá de que su afinidad por ese espacio está fuera de debate, también es evidente que le ofrecieron el 1 de los concejales de Unidad Ciudadana por su nivel de conocimiento entre el público. La idea, desde ya, no cayó bien entre muchos pejotistas de paladar negro a causa de su origen radical, pero el pragmatismo fue más fuerte.

   El otro antecedente de una campaña con un periodista al frente es Gustavo Mandará, concejal a punto de cumplir su segundo mandato. Ambos, dicho sea de paso, también ex integrantes del plantel de LU2. Incluso el primero supo ser la principal voz de la emisora y la cara de Canal 9 cuando la señal de TV se encontraba dentro del mismo grupo empresario. 

   Una diferencia importante entre Natali y los otros tres comunicadores que encabezaron listas es que su especialidad nunca fue la política sino la conducción y animación. Será interesante ver cómo se mueve en este terreno. A su favor: pareciera que su imagen "bonachona" podría ser un escudo contra las críticas de sus oponentes. ¿Es buen negocio que un político le tire sablazos a Lorenzo, tal como hizo el lunes el jefe comunal montehermoseño? Dudoso.

   Igual los recientes dardos de Dichiara pueden admitir dobles, triples y cuádruples lecturas. ¿Habla de Lorenzo por ser un oponente directo? ¿O lo hace para ponerlo en el centro del ring y arrinconar a Compagnoni, porque el FdT prefiere un triunfo radical que lime el poder del Pro en la Sexta y genere ruido interno del otro lado de la grieta? Quién sabe.

   En la interna de Juntos se juegan los equilibrios de poder de cara a 2023. Lo principal es el proyecto presidencial de Horacio Rodríguez Larreta, que necesita una victoria de su delfín Diego Santilli contra el radical Facundo Manes para afirmar su liderazgo dentro de la alianza.

   Y a nivel seccional también se verá si el partido amarillo consolida su dominio o los radicales logran objetarlo. La realidad es que las dirigencias locales y regionales, en general, tenían toda la voluntad de firmar acuerdos en Bahía Blanca y la Sexta. Esa convergencia se rompió a último momento por la orden de Santilli de deshacer la unidad para que le defiendan la boleta propia el 12 de septiembre. Su razonamiento fue el siguiente: si la disputa se limita a lo alto de la boleta y abajo se cierra unidad, en muchos distritos pueden hacer la plancha. La lista única de concejales sobrevivió porque ya estaba oficializada ante los medios, pero la de diputados provinciales no. A competir.

   Y un asterisco. El "Colorado", apelando a un recurso tan viejo como reprochable, impuso a un hombre de su círculo en un lugar a salir en la nómina seccional del Pro. Se trata de Gustavo Coria, funcionario del Ministerio de Seguridad de la CABA. Así como hace cuatro años el vidalismo mojó en la Sexta con Néstor Résico, dirigente de Morón, ahora el partido que se autoproclama "del cambio" vuelve a meter un diputado que nada tiene que ver con los intereses de esta región. ¿Quién quedó afuera, relamiendo las heridas? El intendente de Patagones, José Luis Zara.

   Volviendo a la interna entre amarillos y radicales, un sector de la UCR bahiense está encantado con la posibilidad de disputar poder. Otro prefiere no discutir el liderazgo del Pro en esta zona y se sentía muy cómodo con los puestos acordados en las listas conjuntas y en el gabinete municipal. Si la vocación radical de liderar la coalición a nivel distrital y zonal existe, se empezará a notar en el empeño que le pongan a la campaña para impulsar a Natali. Un triunfo de Compagnoni será néctar para los acuerdistas.

   En el Frente de Todos, el cierre organizado por Federico Susbielles, Marcelo Feliú y Gabriel Godoy, según entienden, conformó a la mayoría. Aunque, curiosamente, todavía puede haber primarias con sectores no alineados.

   La lista "oficial" del FdT en concejales, bendecida por la cúpula nacional, la encabeza Gisela Ghigliani, afín a Susbielles y hoy la mujer con mayor influencia en el peronismo de la ciudad. Una particularidad es que las tres que intentarán renovar bancas en el Concejo son del cupo femenino. Además de Ghigliani, lo intentarán las feliuístas Romina Pires y Paula Echeverría, ubicadas en los casilleros 3 y 5.

   En los puestos 2, 4 y 6 de esta boleta (el FdT podría obtener entre cinco y seis bancas) habrá debutantes. El camporista Mariano Arzuaga, dirigente del Club El Nacional, el gremialista Miguel Agüero en representación del Bloque de Unidad Sindical (la CGT quedó afuera del reparto) y el referente del Partido Comunista que integra el Frente de Todos, César García, de mucho protagonismo en el trabajo social durante la pandemia.

   Así como en su momento Quiroga hizo ruido en el peronismo puro, tanto la designación de García como de otro extrapartidario, Raúl Ayude, en el primer lugar de los consejeros escolares, genera ciertos resquemores. La inclusión de ambos, se interpreta, responde a la voluntad de demostrar vocación frentista.

   El pejotismo debe revisar un problema: le cuesta encontrar candidatos de alto perfil en su semillero. Sin contar a la doctora Ghigliani, los últimos 4 cabezas de lista de las principales boletas del peronismo-kirchnerismo tuvieron a un solo justicialista de origen.

   En 2019 lideró el espacio Susbielles, que políticamente nació en el ARI de Elisa Carrió, aunque es cierto que adhirió al kirchnerismo casi desde su surgimiento. En 2017 por Unidad Ciudadana encabezó el radical Quiroga y, por PJ Cumplir, lo hizo Feliú, el único justicialista de base, con el matiz de que es el peronista más parecido al bahiense promedio. Y en 2015, en el Frente Para la Victoria fueron a primarias Feliú e Iván Budassi, liberal acérrimo en su juventud. Algunos que reclaman pureza deberían agradecer que no son un partido sino un movimiento.

   Acerca de la eventual primaria en el corte de concejales, la Junta Partidaria del FdT tiene que definir entre hoy y mañana si permite competir a otras dos listas presentadas el sábado ante la Justicia Electoral. Una está liderada por el gremialista de AEFIP Sebastián Mas, denominada Grupo Sudoeste, y otra por el ingeniero industrial Leandro Nievas, miembro de Compromiso Federal, la fuerza que conduce Alberto Rodríguez Saá.

   Si consiguen la aprobación de la Junta, sus boletas también podrían acompañar la propuesta seccional de Dichiara y la de diputados nacionales de Victoria Tolosa Paz. Serían tres tiras muy similares, que en el cuarto oscuro se pueden prestar a confusión. En ese escenario, el aparato mayoritario tendrá que trabajar duro para explicar que hay que elegir mirando abajo. O desplegarse para entregar la boleta "correcta" antes de ir a votar.

   ¿Recibirán Mas y Nievas el visto bueno? Pronóstico reservado.

   Algunas observaciones finales. La discusión en concejales entre el FdT y Juntos se dará entre personas con espalda para defender la gestión de la pandemia de cada espacio. Adrián Jouglard es secretario de Gobierno y uno de los principales voceros del Municipio, mientras que Ghigliani es médica de profesión y con amplio conocimiento del sistema sanitario.

   Otro punto es que siguen dominando los varones en las cabezas de lista. En Juntos, claramente: Santilli, Manes, Compagnoni, Natali, Jouglard. En Todos, a diferencia de 2019, ahora está más repartido: Tolosa Paz, Dichiara y Ghigliani, a la espera de que lo que suceda con Mas y Nievas.

   A esto hay que agregar un par de elementos cruciales. ¿Cuán atractiva, en el sentido de convocante, es la primaria entre Santilli-Manes y Compagnoni-Natali como para arrebatarle protagonismo a sus oponentes en el FdT? ¿Se volcará el voto independiente a participar de esa primaria, sumando volumen a la coalición y mejorando los números obtenidos por Juntos por el Cambio hace dos años?

   Más intrigante: ¿Serán capaces los adversarios internos en Juntos de mantener la cordura en la pelea por el predominio?

   Le dice a La Nueva un experto en los entreveros del poder: "Esta primaria es una prueba de fuego. Después de 2019 Juntos por el Cambio logró sostener todo en la derrota. Ahora tiene que demostrar que puede sostener todo en la disputa".