Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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El estrés también puede tener efecto cognitivo positivo

Es siempre el malo de la película y de ahí que se propongan estrategias para ahuyentarlo, controlarlo y prevenirlo.

   Tradicionalmente, se habla de estrés bueno y estrés malo –o, en términos más técnicos, de eutrés y distrés–, aunque la sola mención de la palabra estrés sin esas aclaraciones asume un carácter negativo. 

   Asociado a males aún más dañinos, como el burnout o las mil y una afecciones que poseen un demostrado componente psicosomático (desde el síndrome de intestino irritable hasta el asma bronquial, por citar un par), el estrés es siempre el malo de la película y de ahí que se propongan todo tipo de estrategias para ahuyentarlo, controlarlo y prevenirlo.

   Sin embargo, también es cierto que la existencia de los mecanismos biológicos detrás del estrés son rasgos evolutivos que surgieron como respuesta del organismo a los desafíos del entorno. Sin estrés, no hubiéramos llegado hasta aquí, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos.

   Pero ahora lo novedoso es que un estudio sugiere que las personas que no experimentan estrés (o distrés, para ser más precisos), si bien tienen menores riesgos de afecciones crónicas, obtienen peores resultados en tests cognitivos e incluso afirman atravesar menos eventos positivos en la vida.

   “Siempre se ha asumido que el estrés es malo. Pero di un paso atrás y pensé: ¿qué pasa con las personas que dicen que nunca han tenido estrés? Mi trabajo anterior se había centrado en personas con distintos niveles de estrés, pero nunca me había preguntado cómo se vería si las personas no experimentan estrés. ¿Son los más saludables de todos?”, se preguntó el doctor David M. Almeida, profesor de desarrollo humano y estudios familiares en la universidad Penn State, de Estados Unidos, y autor de un estudio publicado en la revista Emotion (de la Asociación de Psiquiatras de EE.UU.).

   Almeida y sus colegas se propusieron explorar si las personas que experimentan poco o ningún estrés eran más saludables que las personas que sí se estresan. Para ello convocaron a más de 2.800 voluntarios que fueron inicialmente sometidos a una prueba de cognición.

   Durante la semana posterior, fueron entrevistados 8 noches consecutivas, debiendo responder preguntas sobre sus afecciones crónicas, síntomas físicos, estado de ánimo y la cantidad de factores estresantes que experimentaron durante el día. También preguntaron a los participantes cuántas experiencias positivas habían tenido en las últimas 24 horas.

   Los investigadores observaron que un 10% de los participantes no informó haber experimentado estrés durante el período y que ese grupo mostraba más probabilidades de experimentar estados de ánimo positivos y menos probabilidades de tener afecciones crónicas de salud. 

   Pero, al mismo tiempo, esos “afortunados” obtuvieron calificaciones más bajas en la prueba de cognición a las que fueron sometidos. “La diferencia en las puntuaciones equivale al deterioro cognitivo que se produciría en aproximadamente 8 años de envejecimiento”, consignaron los investigadores.

Diferencias

   El eutrés es la respuesta adecuada tanto a nivel psicológico como fisiológico a un estímulo, permite el funcionamiento del organismo y la adaptación al medio, por lo que es indispensable para nuestro funcionamiento y para nuestro desarrollo.

   El distrés ocurre cuando las demandas del medio son excesivas, intensas y/o prolongadas, y superan la capacidad de resistencia y de adaptación de la persona. Este tipo de estrés produce en el individuo malestar corporal y psicológico.

   “De todos modos, experimentar factores estresantes podría ser bueno para el funcionamiento cognitivo, especialmente a medida que envejecemos”, sostienen los investigadores en el estudio.