Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

“Volví a disfrutar de las carreras como lo hacía en Dublin mis primeros años”

Nicolás Covatti transita una nueva etapa deportiva en el Speedway europeo, aunque todavía con grandes desafíos.

Foto: LNS Motul.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

 

   Casi un año transcurrió desde aquella jugada decisión. La pandemia fue el impulso que llevó a Nicolás Covatti (32) a reconfigurar su carrera deportiva y replantearse las prioridades de vida.

   El tiempo le dio la razón. El pringlense acomodó la estantería y actualmente goza en plenitud en todas las facetas; comenzando por lo esencial, su familia; pero también en su faceta como piloto, la cual escribirá otro capítulo de grueso calibre.

   “Fue la mejor decisión que pude tomar a esta altura de mi carrera. Era algo que tenía en mente después de esa temporada 2019 tan dura y larga, en la que deportiva y económicamente me fue muy bien. Pero el estrés de los viajes, el cansancio y estar lejos de la familia me mató psicológicamente”, nos cuenta desde Montibello (Italia), su lugar de residencia.

   Once meses atrás, Nico decidía alejarse de la competición profesional en suelo británico, buscar trabajo y priorizar su vida personal y los seres queridos.

   Algunos temieron que ello sea el principio del fin. Pero no, todavía se transpira Speedway en su garage, donde alista y atiende sus motos para competir los fines de semana en el campeonato italiano, aquel que lo vio dar sus primeros pasos en el viejo continente.

   Justamente, la nueva vida le devolvió a Covatti aquel espíritu de antaño, cuando, al margen de las necesidades de turno, el principal objetivo era saciar el hambre de gloria...

   “Me cambió todo. Volví a disfrutar de las carreras como lo hacía en Dublin los primeros años en 500cc, sin ningún tipo de preocupación. Y eso es por ahí lo que la gente no sabe y no entiende. El correr profesionalmente, como lo hacía en Inglaterra, implicaba tener que sí o sí hacer determinada cantidad de puntos para pagar un mecánico, la comida, estadía, mantener las motos, y sobre todo, vivir y mantener a la familia”, destacó.

   “Hoy en día--agregó--estoy muy contento con mi trabajo, me he estabilizado en otras cosas que tal vez antes no podía hacer, y eso hace que pueda tomar la actividad de otra forma, algo que se ve reflejado en resultados. Si bien lo que pasó en el Challeger del SEC no fue el mejor, disfruté la carrera mucho más que en otros años; corrí sin presiones ni obligaciones”.

   —Y eso que deportivamente venías de una gran temporada...

   —Sí, el 2019 fue muy bueno en cuanto a resultados. Pero estaba saturado. Llegás a un punto que dejás de disfrutar del deporte para tomarlo como una obligación. No es lindo correr calculando o pensando cuánto necesitás para poder vivir. Hay otros pilotos, de ligas superiores, que haciendo la misma cantidad de carreras están a otro nivel. Pero esa es otra historia, ahí hablamos de grandes estructuras, con enormes aportes publicitarios y demás cosas que les salvan un montón de cosas que en mi caso las manejaba yo.

   —O sea que en lo último que pensabas era en la carrera propiamente dicha.

   —Exacto, y todas esas situaciones no se saben. Y eso no solo se vive en el Speedway, sino en el automovilismo. Muchos se han tenido que bajar por lo económica y no por falta de talento. Esto es lo mismo. La gente piensa que por estar en Europa todo es lujo, pero no. Me ha tocado estar incluso mucho peor que si me quedaba en Pringles con mi vieja y mis hermanos. Viví muchas cosas en estos años, pero solo el que las vive lo puede entender. Pero ahora estoy viviendo un gran momento.

“Tengo posibilidades”

   El destino deportivo vuelve a situar a Covatti ante una inmejorable oportunidad mundialista,.

   Y con el plus de competir en el patio de la casa, Terenzano, circuito que lo vio crecer y triunfar en más de una oportunidad.

   Nico acelerará a fondo en una de las cuatro competencias clasificatorias rumbo al Speedway GP Challenge, la última ronda eliminatoria del Campeonato Mundial. Allí, como lo hace desde 2011, portará la bandera de Italia en el chaleco pero la albiceleste en sus entrañas.

   Su nuevo diagrama de vida y “la localía” jugarán un papel determinante.

   O al menos en la previa, porque bien saben los fierreros que, con la cuerda elástica extendida, puede suceder cualquier cosa.

   “Que se me presente la oportunidad de correr en casa, donde en otros años me ha ido muy bien, me alegra y me da mucha tranquilidad. Sé que puedo clasificar y ganar la carrera, pero también puede ser un día complicado con resultados que no sean los esperados. Juega a favor conocer tanto la pista, en cualquier tipo de condición en que se presente”, aseveró.

   —El no tener presiones también es un factor clave.

   —Sí, obviamente eso hace que haya más chances de andar bien. A ver, habrá muy buenos pilotos, pero años atrás pensaba en los premios y en comprar elementos o llegar a fin de mes. Mi mente estaba puesta en la economía y no en la carrera.

Compañero de lujo

   Nicolás Covatti fue testigo in situ de la buena actuación gestada por el pampeano Eber Ampugnani hace una semana en Pardubice (República Checa), en la clasificación rumbo al Speedway GP U21.

   ¡Bah...! Más que eso. Covatti fue el encargado técnico y deportivo del joven oriundo de General Campos, quien sumó 3 puntos al cabo de cinco presentaciones. Un asesoramiento de lujo...

   “Le fue más que bien. Lo que le faltó era lo lógico y previsible, la falta de experiencia en ese tipo de carreras. Sacando eso, le fue mucho mejor de lo ambos pensábamos, más allá que siempre uno tiene la ilusión y las ganas de ganar. Pero siendo la primera vez afuera del país, con otra moto, en otra pista y contra pilotos de primer nivel, su actuación fue muy buena”, resumió.

   “En ningún momento lo vi nervioso ni nada por el estilo. Pudo sumar más, seguramente. En una serie que le tocaron la rueda, no fue al piso pero perdió mucho terreno con los punteros. Y en otra, largando desde el 4° cajón, llegó a la primera curva adelante pero no pudo cerrarse a tiempo para tomar la línea rápida de tránsito. Algo lógico por la inexperiencia. Pero no tuvo errores de manejo”, detalló.

   —¿Esto puede abrirle puertas?

   —Esta semana (por la que pasó) llegaron muchos mensajes preguntando por “el chico argentino”. De hecho, al no haber representante, preguntaron si podía estar en la clasificación de Glasgow. Me parte el corazón, porque de haber sabido antes se podría haber organizado. Pero en tan poco tiempo es imposible organizar la logística, yo justo corro en Terenzano y las distancias son enormes.

“No tiene sentido girar en las prácticas de la mañana”

   El típico organigrama de esta clase de competencias comprende, varias horas antes de su comienzo, una tanda de pruebas que les permite a los pilotos conocer las características y prestaciones del trazado; en este caso, el circuito de Terenzano.

   Algo que no será necesario para Nicolás Covatti, aunque no por conocerlo como la palma de su mano, sino porque ya tuvo la oportunidad de acomodar sus motos y elegir la puesta a punto.

   "Decidí probar el sábado pasado mismo, tras llegar de República Checa. Lo hice a la tardecita, al mismo horario de la carrera, con todo lo que tenía que probar. Las motos ya están listas. No haré las prácticas de la mañana previa, porque no tiene ningún sentido girar a las 14 con 35 grados, cuando la carrera es a las 19 con otra temperatura. Conozco la pista y sé cómo poner a punto la moto de acuerdo a las circunstancias", afirmó.

   "Son carreras cortas, por lo que hay que estar muy frío para tomar una buena decisión en el momento justo. Sé que tengo grandes posibilidades”, remarcó.