Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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250.000 niños menores de cinco años sufren alergias alimentarias en Argentina

La leche de vaca, el huevo, y, en menor medida, soja, trigo, frutos secos, pescados, mariscos y maní, son los que más frecuentemente ocasionan este tipo de alergias.

   Unos 250.000 niños menores de cinco años, es decir, uno de cada 12, sufren alergias alimentarias en Argentina, un trastorno “cada vez más frecuente” que afecta a entre el 6 y el 8% de las infancias a nivel global, según la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica.

   “La leche de vaca y el huevo, y, en menor medida, soja, trigo, frutos secos, pescados, mariscos y maní son los alimentos que más frecuentemente ocasionan este tipo de alergias, caracterizadas por una respuesta anormal y exagerada del sistema inmunológico ante la ingesta de esos alimentos”, sostuvo el Claudio Parisi, médico especialista en Alergia e Inmunología, expresidente de la AAAeIC.

   Desde la organización explicaron que “hasta que se diagnostica y se trata debidamente, su impacto en la calidad de vida del paciente y de su entorno familiar las posiciona con un verdadero problema de salud pública”, dado que el sistema inmunológico puede manifestar “reacciones desde leves hasta severas” que requieran hospitalización.

   Los síntomas más frecuentes son enrojecimiento alrededor de la boca, ronchas, hinchazón en labios y párpados, malestares gastrointestinales, como cólicos, vómitos, reflujo, diarrea y sangrado en la materia fecal, entre otros.

   “Las alergias alimentarias se originan mayoritariamente por una condición genética de base y, la mayoría de las veces revierten solas con el tiempo, encontrando su período de mayor prevalencia desde el nacimiento hasta los tres años”, sostuvo Karina López, médica especialista y directora del Comité de Alergias Alimentarias y Anafilaxia de la AAAeIC.

   Otras situaciones que contribuyen o podrían predisponer al desarrollo de las alergias alimentarias son una mayor cantidad de nacimientos por cesárea, donde la microbiota del niño no recibe las bacterias buenas (y protectoras) que le confiere su paso por el canal vaginal en el parto, el uso temprano de antibióticos en el niño y la ausencia de lactancia materna.

   “Ser alérgico a alimentos es una condición que tiene que ver sobre todo con las medidas higiénico dietéticas ambientales adoptadas desde la concepción, en relación con el consumo, la preparación de los alimentos, el uso de múltiples aditivos y la automedicación, todos factores que van cambiando microbioma que permite la tolerancia de los alimentos como tales”, manifestó la médica especialista María Eugenia Alul, integrante de la comisión directiva de la Fundación para el Estudio del Asma y otras Alergias (Fundaler).

   La especialista explicó que “el microbioma está compuesto por diferentes antígenos que nacen, viven y mueren con nosotros que se llaman gérmenes o patógenos comensales y forman parte de una barrera de defensas” que el organismo va desarrollando con el tiempo y por eso estos cuadros son más frecuentes en la primer infancia, cuando “no está preparado para recibir alérgenos alimentarios", pero posteriormente "el sistema inmunológico empieza a desarrollar más anticuerpos” y alimentos que producían una reacción alérgica, ya no lo hacen.

   En este sentido, la doctora Alul explicó que la temprana incorporación de leches maternizadas o alimentos ultraprocesados “facilita que el sistema inmunológico desarrolle reacciones inmunológicas frente a antígenos antes los cuales no desarrolló la defensa”.