Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Vista Alegre: pelea entre dos familias y un acusado que seguirá detenido

En octubre, tras el incendio de un auto, se produjo un enfrentamiento entre los Morales y los Brevis, que terminó con un intento de homicidio. Confirmaron una preventiva. 

   La madrugada del 23 de octubre pasado, tres autos que estaban en la vía pública fueron quemados en distintos sectores del barrio Vista Alegre.

   Uno de los vehículos, un Peugeot 504 detenido en la calle Santa Cruz al 2400, pertenecía a la familia Brevis, que directamente señaló a los hermanos Morales por el ataque.

   Argentina Eva, la madre de los acusados, fue a la casa de los Brevis a pedir explicaciones y esa acción derivó en un grave enfrentamiento de las partes, que terminó con un herido de arma blanca.

   Paulo Emiliano Morales (27), uno de los hijos de Argentina, fue imputado de apuañalar a Juan Gabriel Alejandro Brevis (23) -hermano de Esteban Javier, dueño del coche quemado-, quien tuvo que ser internado de urgencia y operado.

   La herida, en la zona del torso, de milagro no afectó órganos vitales. Si bien terminó siendo de carácter leve, a Morales se lo acusó de homicidio en grado de tentativa.

   Y ahora la Cámara Penal confirma la resolución de la jueza de Garantías Marisa Promé, que había dictado la prisión preventiva de Morales.

   Lo hizo la Sala I, con los votos de los jueces Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou, quienes rechazaron de esa manera el recurso de apelación de la defensa oficial.

   Junto con Paulo Emiliano, aquel día fue detenido Facundo Jesús Morales, su hermano menor, a quien en principio también se lo acusó, pero por lesiones.

   Ese procedimiento, en una vivienda de Chaco al 2500, permitió el secuestro de al menos 3 armas blancas -entre ellas el cuchillo Tramontina de la agresión- y un caño de gas de un metro de largo que también se usó en el enfrentamiento que se produjo en la vía pública de Chaco y Coulin.

   La defensa sostenía que Morales actuó en defensa propia o, eventualmente, con un exceso en la legítima defensa de su madre, que supuestamente había sido amenazada por los Brevis.

   Decía que la jueza Promé había hecho una lectura "sesgada" de elementos de prueba y que su asistido nunca había negado la lesión provocada, aunque la misma fue leve, sin riesgo de vida.

Sin testigos ajenos

   Los camaristas, al confirmar la prisión preventiva de Morales, analizaron las dos versiones existentes en la causa, desde el momento que "no hay testimonios de personas ajenas al conflicto".

   En ese contexto, consideraron que las declaraciones de los hermanos Brevis y un amigo de ellos, Neri Gómez Contreras, coincidían en las circunstancias del hecho, a diferencia del relato de los Morales y su familia, del cual advirtieron contradicciones.

   Los Brevis reconocieron que aquel día Argentina Eva Morales y su nuera -pareja de Paulo- Mayra Falcón, fueron a su casa a hablar con la madre de ellos por las acusaciones de su familia tras el incendio del auto.

   Dijeron que a media cuadra de la casa, en Santa Cruz y Coulin, estaban los hermanos Morales. "Vení que te vamos a matar", los amenazaban y luego empezaron a tirarles piedras, hecho que derivó en el enfrentamiento y la herida de arma blanca en Juan Brevis.

   Un punto que destacó la Cámara, para entender el origen del enfrentamiento, es que las víctimas estaban en su domicilio cuando los Morales y otras personas se presentaron armadas.

Contradicciones entre ellos

   Por otro lado, marcaron inexactitudes entre los dichos de la madre de los Morales, sus hijos, Falcón y Kevin Sepúlveda, un amigo de ellos.

   "Tal vez las intenciones de Argentina Eva Morales pudieron ser pacíficas, pero no parece lo mismo por parte de sus hijos quienes se acercaron al domicilio de la familia Brevis armados y acompañados de terceras personas. Se desprende que los coimputados tenían ánimo de enfrentamiento", señalaron en la resolución.

   A su vez, destacaron que el acta de procedimiento policial da cuenta del secuestro, en el patio delantero de la casa de los Morales, de diversos cuchillos tirados y el caño de gas, todo reconocido por los Brevis como los que se usaron en la pelea.

   Sobre las imprecisiones de los Morales, la Cámara remarcó que "ninguno se pone de acuerdo en dónde se encontraban al momento en que comienza la pelea ni tampoco el rol que cumplió cada uno", hecho que "genera poca credibilidad en esa hipótesis".

   Tampoco observaron "legítima defensa" porque, pese a que el propio Juan Brevis reconoció que le pidió a Paulo "pelear mano a mano", Morales mantuvo el cuchillo en su poder y "lo usó en cuanto tuvo oportunidad, encontrándose trenzado en pelea con la víctima, a escasos 40 centímetros de él".

   "De ello no puedo más que concluir que una puñalada aplicada en el torso de la otra persona, en esas circunstancias, implicaba un riesgo cierto para la vida de aquella y ello era conocido por el agresor", sostuvo Barbieri, con el apoyo de su colega Soumoulou.

   Fue "netamente circunstancial" que la lesión terminara siendo leve. El dolo homicida, la intencionalidad de finalizar la vida de la otra persona, estaban presentes, según infirió la Cámara.

   "A título de previsibilidad, Morales no podría haber desconocido de manera alguna que una puñalada asestada en esa zona, en esas circunstancias, importaba un riesgo cierto para la vida de su contrincante (al menos con los alcances del dolo eventual)", agregaron.