Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Rafael E. Santiago: la pérdida del equilibrio

   Su estilo y formación formaron un periodista único,

   La noticia fue un baldazo de agua fría. Por inesperada y sorpresiva y porque daba cuenta del final de la vida de una persona que durante décadas fue parte de la vida de todos los bahienses.

   El fallecimiento del periodista Rafael Emilio Santiago, priva a todos de la voz, la palabra, la mente de uno de los periodistas más talentosos y escuchados de las últimas décadas.

   Si bien siempre se destaca su carácter deportivo, Santiago siempre dejó en claro su formación integral, a partir de una formación sólida, de un contenido cultural claro y de un talento para, a partir quizá de un hecho deportivo, reflexionar sobre la vida, los sueños, los fracasos, los sentimientos.

   Un día antes de su fallecimiento, LU2 radio Bahía Blanca, la emisora donde trabajó toda su vida, emitió en la mañana del programa Panorama, su último micro. Que estaba grabado, pero que nadie sabía que en ese mismo momento que el Negro se debatía entre la vida y la muerte.

   Santiago es parte además de la historia grande del básquet local. Es posible que la época tan amada de los tres grandes –Fruet-Cabrera y Delizaso—no fuese la misma si no hubiesen coincido en tiempo y espacio una camada de relatores y comentaristas de una calidad acorde a la altura de esos jugadores.

   Porque la radio era el vehículo para escuchar aquellos memorables partidos. Y la voz, los tonos, la pasión, el sentimiento y las palabras de estos periodistas pusieron el marco justo para que la imaginación y la emoción alcanzaran lugares de relevancia.

   Santiago fue mucho más que un periodista. Fue un pensador, un hombre que sabía contar historias, que veía cosas que no todos veían y que realmente lograba paralizar a la ciudad los minutos que hablaba en su mítico Equilibrio de cada mañana. Es claro que la ciudad es un poco más pobre a partir de su silencio.