Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Juventud Malvinas: una agrupación que va más allá de perpetuar el recuerdo

Sin dejar de recordar la Gesta de 1982, apuntan a involucrarse en acciones solidarias comunitarias y a sostener el legado que les han transmitido sus padres.

Alan Ramírez, Johanna Lipinski y Ana Paula Gatti (der.), en la plaza del Sol de nuestra ciudad. / Fotos: Emmanuel Briane y Pablo Presti-La Nueva.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “La idea es que Malvinas seamos todos”.

   Este es el espíritu —puesto en palabras por Ana Paula Gatti, integrante de Juventud Malvinas—, de la agrupación de hijos de Veteranos de Guerra de Malvinas (VGM), que trabaja para mantener vivo el recuerdo de la Gesta de 1982.

   La idea germinó en septiembre de 2019, tras la realización —en nuestra ciudad— de los 18º Juegos Olímpicos y Paralímpicos de los Veteranos de Guerra de Malvinas. Pero, a poco del comienzo de las tareas, llegó la pandemia por el coronavirus.

   “La inquietud nació con la idea de llevar adelante actividades sociales en distintas instituciones de la sociedad bahiense para, así, difundir la Gesta”, dijo Alan Ramírez.

La presentación en sociedad de Juventud Malvinas fue este 2 de abril, en el acto de Malvinas realizado en La Falda y Cuyo. Hablaron Ana Gatti y Alan Ramírez (al fondo).

   “La idea es diferenciarnos de otros grupos que ya existen, como Jóvenes por Malvinas de Buenos Aires, por ejemplo, que tienen una actividad propia de revisión histórica de la guerra”, agregó.

   “Está bien recordar a los héroes; analizar Malvinas y las cuestiones de estrategia militar; qué pasó en determinada Fuerza y en determinadas batallas. Pero lo que queremos nosotros es hablar de Malvinas en forma activa”, manifestó.

   “Es decir, involucrarnos en las necesidades que tiene la comunidad, ya sea en comedores, merenderos o en cuestiones más propias de Malvinas, como trabajos de mantenimiento en plazas donde haya referencias del tema para que permanezcan en buen estado y demás”, sostuvo Ramírez.

“Pretendemos que Malvinas sea un tema para toda la sociedad, pero no sólo respecto de lo que pasó en la guerra”, afirmó Alan Ramírez.

   “También reconocer lo que hay en la juventud, desde quien pinta, canta o es deportista. Pero siempre teniendo de fondo la Gesta de Malvinas”, agregó Gatti.

   “Durante el acto de este 2 de abril, por ejemplo, se nos acercó una persona que hace esculturas y que estaba interesada en la puesta en valor de las plazas”, dijo.

   “Es decir, yo te cuento una historia, pero lo que importa es cómo la recibís y cómo la devolvés”, expresó.

Talentos locales

   Gatti dijo que la idea es poner en valor los distintos talentos de la juventud bahiense.

   “Nosotros hablamos de malvinizar”, añadió Ramírez, quien dio ejemplos concretos.

   “Nos gustaría que hubiera camisetas de fútbol de equipos de barrios que tengan grabadas a las Islas Malvinas. Ver a los chicos con ese emblema es muy relevante”, aseguró.

   “O que haya un cartel acerca de Malvinas cada dos o tres cuadras; que sea algo visible para la sociedad y que sume simbología sobre la Gesta”, añadió.

   Ramírez dijo que este es el camino para generar conciencia.

   “Si no visibilizamos Malvinas y no lo hacemos de una manera moderna, como decimos nosotros, es difícil generar conciencia social en este momento”, explicó.

“Para estar en la agrupación no necesariamente hay que ser hijo de VGM. Hay quienes están identificados con la causa y participan”, dijo Lipinski.

   “Por ahí se hace difícil llegar a los chicos únicamente desde el punto de vista histórico. Si bien creemos que para eso está el colegio, igualmente ahí tenemos alternativas para sumar material de carácter curricular”, afirmó Ramírez.

   Johanna Lipinski, también integrante de la agrupación, se refirió a los símbolos.

   “Cuando hablamos de malvinizar la sociedad procuramos que la Gesta esté presente con simbología en todos lados y durante todo el año”, comentó.

   “La idea es ir más allá de los actos del 2 de abril, porque llega el 3 (NdR: de abril) y todo parece volver a la normalidad”, agregó.

Los recursos

   Un apoyo clave, en recursos económicos, recibió la agrupación por parte de la senadora provincial Ayelén Durán.

   “La legisladora trabajó con nosotros en varias iniciativas, entre ellas en el recambio de gigantografías de VGM en el cenotafio (NdR: En La Falda y Cuyo). Apreciamos su voluntad”, dijo Ramírez.

La senadora provincial Ayelén Durán.

   “De todos modos, tenemos detrás a los Veteranos de Guerra de Malvinas, que son nuestros padres y que es la base de sustentación del grupo”, comentó.

   “Nos ven como los herederos y eso es lo que quieren: que sigamos nosotros”, indicó Lipinski.

   Por su parte, Gatti señaló que los VGM tienen una visión diferente sobre Malvinas, ya que se advierte, también, la cuestión generacional.

   “Nuestra mirada es distinta y ellos celebran que lo enfoquemos de esta manera. La idea es que Malvinas termine siendo algo lindo; que podamos celebrarlo hasta con alegría, incluso, y no como un recuerdo triste”, explicó la joven.

El presidente del Centro de Veteranos de Guerra de Bahía Blanca, Guillermo De la Fuente, este 2 de abril.

   “Creemos que tenemos la obligación de retransmitir lo que fue Malvinas. Y para eso hay que romper con determinadas cuestiones”, comentó Ramírez.

   “De Malvinas a veces se habla desde un tinte de lástima, como cuando se alude a ‘Los chicos de la guerra’ con un sentido despectivo pero, como somos hijos de VGM, sabemos que no es así. Para nosotros, y para ellos, Malvinas representa orgullo”, argumentó.

   También sostuvo que Malvinas es una causa que une y que no habrá color político que no quiera colaborar.

   “De hecho, el intendente (por Héctor Gay) se comprometió a ayudarnos para el desarrollo de actividades. En ese sentido, estamos abiertos a quienes quieran hacerlo desde estos y otros ámbitos”, añadió el joven.

El intendente Héctor Gay, en su alocución de este viernes 2 de abril.

   Por su parte, Lipinski dijo que en la agrupación están abiertos a nuevas ideas de jóvenes bahienses.

   “Pero no sólo deben ser hijos de VGM, ya que pueden sumarse quienes estén identificados con la causa Malvinas y quieran colaborar”, afirmó.

   Los contactos se pueden realizar, tanto en Facebook como en Instagram, en esta referencia: Juventud Malvinas Bahia Blanca, o en el Centro de Veteranos de Guerra de Bahía Blanca, Coronel Falcón 971.

En nombres propios

   —Ana Paula Gatti (26 años) es hija de Julio César Gatti (69), suboficial mayor aeronáutico (mecánico helicopterista) de la Armada Argentina. Partió para la zona de conflicto a fines de marzo de 1982. Desembarcó en las Islas Georgias del Sur, el 3 de abril. Estuvo embarcado en el ARA Bahía Paraíso y tripuló un Alouette de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros, de la Base Aeronaval Comandante Espora. Regresó a fines de mayo de 1982. Se retiró de la Fuerza en 2004.

   —Alan (28) y Carolina Ramírez (33) son hijos de Raúl Ramírez (65), del Comando de Aviación Naval. Vinculado a los helicópteros Sea King, se embarcó en el rompehielos ARA Almirante Irízar en el mes de mayo. Volvió a fines de junio de 1982.

   —Johanna y Melisa Lipinski (26) son hijas mellizas de Daniel Lipinski (59), de la Armada Argentina. Estuvo en el portaaviones ARA Veinticinco de Mayo desde el 28 de marzo hasta el 24 de mayo, en la zona de operaciones. Se retiró como suboficial principal el 1 de febrero de 2013.

   —Micaela Quintana (27) es hija de Hilario Quintana (57), quien estuvo en el destructor ARA Piedrabuena durante la Gesta. Permaneció en la Armada Argentina desde 1980 a 1986 (en el Piedrabuena del 80 al 83). Después se enlistó en el Batallón de Infantería de Marina Nº 1. Como cabo segundo, se retiró en 1986.

   —Nahuel Moreno (17). Se adhirió a la causa sin tener familiares directos como VGM o caídos.

Opinión / “Fuimos y somos todos”

Por Ana P. Gatti (*)

   Toda acción depende de una cadena de procesos y toda cadena de procesos, en su mayoría, requiere de muchas personas, (pero) poco importa si el resultado es o no satisfactorio; se necesitan muchas para realizarlo.

   Me gusta pensar que así fue Malvinas. No fue una guerra y “ya está”, porque en la guerra pierden todos, menos quienes gobiernan, y de Malvinas todos fuimos parte de un proceso. Desde los que se embarcaron a las islas hasta los que quedaron en el teatro de operaciones; incluso, los que quedaron a medio camino.

   Malvinas fue mi abuelo y todas las dolencias que aparecieron cuando se enteró que su hijo se iba. Fueron mi mamá, sus hermanas y los vecinos de la cuadra acercándose a las vías de la esquina para darles chocolates y rosarios a los soldados cuando pasaba el tren y fueron todos los nenes que mandaron dibujos a desconocidos.

Ana Paula Gatti, junto a su padre, el VGM Julio César Gatti.

   Malvinas fueron las enfermeras, todos los voluntarios; Malvinas fue ese señor que se quedó una semana en el lugar de mi papá para que él pudiese ver a sus hijos. Las mantas, los gorritos, los rezos, las manos apretadas; los perros, los pibes de 18, los expertos e inexpertos; Poltronieri, el soldado desconocido; mi Bahía Blanca apagada, cubierta por un manto negro todas las noches, y, aunque duela, Malvinas fue también todos los que dieron la espalda al final.

   Sin estos pequeños eventos que se sucedieron alrededor de la guerra, Malvinas no sería hoy la mano levantada de muchos nietos en las escuelas cuando te preguntan si conocés a algún caído o veterano; los egresados que cambiaron Bariloche por las islas; los actos cada vez más y más repletos de gente y respeto. Malvinas jamás fue sólo una guerra; Malvinas fuimos y somos todos.

(*) Nota publicada por Ana Paula Gatti, hija del VGM Julio César Gatti, en Facebook, el 12 de octubre de 2019, en ocasión de los 18º Juegos Olímpicos y Paralímpicos Veteranos de Guerra de Malvinas. NdR: Texto editado.