Sarmiento: la gran entrada a la ciudad

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / mminervinio@lanueva.com

   Hace 78 años, en marzo de 1943, el ingeniero Alberto Bello, funcionario de vialidad, presentó su inquietud para que el principal acceso desde la ruta 3 Norte se verificara por calle Sarmiento, que era la que mejor “visión panorámica” presentaba de nuestra ciudad.

   Hasta entonces ese acceso se verificaba por el camino al cementerio, con lo cual era difícil decir que la primera impresión que  se tenía fuera magnífica, más allá que igualmente desde algunos puntos permitía algunos paisajes interesantes.

   Pero sin dudas ingresar por Sarmiento, “desde “lo alto de la loma”, era sumamente ventajoso a la hora de ofrecer una visión integral del conjunto urbano, con una visual que en aquella década del 40 ofrecía muy pocos edificios en altura.

   Por eso este diario asignó un fotógrafo que desde Sarmiento, a la altura de donde hoy se ubican los shoppings, tomara una vista para verificar esa propuesta. El resultado fue una fotografía donde se apreciaba el centro, las torres de las iglesias Corazón de María, San Juan Bosco, la Catedral y el palacio Municipal. A eso se sumaba el edificio del Dr. Cisneros --en Zeballos y Portugal--, la silueta del teatro Municipal “y el conjunto urbano que se asienta hacia el sur”.

   En base a esos detalles, se mencionaba que, efectivamente, era “una espléndida visión la que recibiría al viajero que llegara por ruta”, rematada, a lo lejos, “por la línea azulosa del mar”.

   Sarmiento era por entonces una calle de tierra de uso casi nulo, camino de llegada de los quinteros de la zona, un despoblado completo que solo se cortaba con las construcciones de Aldea Romana. Pasaron décadas para que la calle tomara fisonomía de acceso (no por la ruta 3), reconvertida en la avenida Alberto P. Cabrera, y que efectivamente, permite una visual compacta y sólida de nuestra ciudad.