Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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¿No uno, sino dos cisnes negros en el tramo final de la campaña?

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

   La biblioteca está repartida en el Gobierno, entre quienes lucen preocupados por acontecimientos que pueden complicar todavía más las chances electorales del Frente de Todos en la recta final de la campaña hacia las elecciones del domingo. Y los que, por el contrario, creen que a esta altura de los acontecimientos, salvo alguna bomba impensada, no hay nada que pueda torcer el destino el oficialismo en una dirección o en otra.

   Se refieren, claro está, a uno y otro extremo, a los dos hechos más impactantes de la política a una semana de las elecciones: el hartazgo social contra el Gobierno y hasta con insultos a la vicepresidenta que explotó en Ramos Mejía tras el asesinato de un kiosquero a manos de una pareja de jóvenes, y por otro carril la definición de “territorio hostil” que el presidente Alberto Fernández le dedicó a la provincia de Córdoba, como si se tratase de otro país. .

   Lo primero que hay que decir, si se escucha a quienes se muestran críticos con el papel del Estado en aquel hecho que agrava la ya de por sí grave situación de la violencia criminal en suelo bonaerense, es que queda la impresión, una vez más, de un Estado ausente, a la par de que la primera reacción de la policía ante la pueblada de vecinos indignados fue reprimirlos con gases y balas de goma.

   "No vimos venir que la inseguridad está en el podio de cualquier encuesta, y lo de Ramos Mejía nos va a costar, la gente se hartó”, dijo un funcionario que se encarga de leer del derecho y del revés los sondeos que encarga el Gobierno para a actuar en consecuencia en la campaña y contener los reclamos ciudadanos.

   El confidente recuerda un dato que no es menor y que justifica los ceños fruncidos de quienes creen que el crimen del kiosquero puede convertirse en uno de los cisnes negros en la recta final de la campaña. Dice que en sus recorridas durante algunos días por barriadas de La Matanza y otros distritos de la estratégica tercera Sección, uno de los mayores reclamos que el presidente anoto en su cuadernito fue el de la falta de seguridad.

   Pruebas al canto, la reacción de los gobiernos provincial y nacional fue, como se ha visto, un conjunto de intentos por justificar la situación de parte de los ministros Sergio Berni y Aníbal Fernández. “No hubo una sola reunión entre los dos durante la campaña para analizar medidas, solo se dedicaron a chicanearse por los medios”, se queja un funcionario.

   Para colmo de males, Aníbal volvió a insinuar la idea de una “sensación” de inseguridad de la población, al sostener que las estadísticas oficiales marcan una baja del delito. Y que además, crímenes como el de Ramos Mejía “se cometen en todas partes del mundo”.

   El otro episodio que podría significar la aparición de un segundo cisne negro en el tramo final de la campaña es la inoportuna frase del presidente Fernández sobre la provincia de Córdoba, grabada durante una reunión que mantuvo el miércoles de la semana pasada en el CCK junto a unos 70 intendentes y los candidatos a senador y diputado en el Frente de Todos de la Docta, Carlos Caserio y Martín Gill.

   Por el lado de quienes descreen que el incidente sea de la magnitud que pretende adjudicarle la oposición, y expresiones altisonantes como las de Luis Juez, que amenazó con “c…. a trompadas” a Fernández, dicen que las cartas en la elección cordobesa para el cristinismo están echadas. Y que el nuevo cruce con Schiaretti no suma ni resta, todo parece indicar que la derrota va a ser peor que la del 12 de septiembre.

   “Eso no quita que lo que dice Alberto no sea una realidad, y no de ahora, desde los tiempos de (José Manuel) De la Sota el peronismo cordobés pateó en contra de los intereses nacionales”, sostiene un defensor de la palabra del Presidente.

   La posición oficial corrió por parte de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, que pese a la textualidad del video que circuló en las redes, y que en la Casa Rosada acusan a Juan Schiaretti como el impulsor de su difusión, dijo que se trata de una noticia falsa (fake news) para generar una idea contraria a la que Fernández tiene de los habitantes de la provincia mediterránea. “Alberto adora a los cordobeses”, soltó.

   Las urnas del domingo podrían arrojar luz sobre si se trató o no de la aparición de dos cisnes negros en el momento más inoportuno.