Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Orientación vocacional en pandemia ¿se cerraron puertas o se abrieron opciones?

Especialistas coincidieron en que el actual contexto mundial se presentó, en principio, como un obstáculo para proyectar o elegir un futuro inmediato pero, a la vez, planteó desafíos que habilitaron nuevas propuestas. "Es un momento muy valioso para pensarnos", dijeron desde el equipo de Rhombos.

   Anahí González Pau
   agonzález@lanueva.com

    

   Si ya de por sí la elección de una carrera terciaria o universitaria solía alojar más dudas que certezas la irrupción de la pandemia no hizo más que recrudecer y complejizar el panorama para quienes están en situación de empezar a delinear su futuro.

   Sin embargo, esta complejización, más allá de la arista negativa, también puede entenderse como un momento para pensarnos, para habilitar nuevas propuestas o desafíos antes impensados.

   ¿Cómo ayudar a nuestros hijos e hijas a elegir una carrera? ¿De qué modo acompañarlos en este proceso sin proyectar los propios deseos o frustraciones? ¿Cuándo es el momento de empezar a delinear los caminos posibles?

   Las psicopedagogas Antonella Vecchiotti y Vanina Mertian junto a la psicóloga Ana Cornejo (equipo interdisciplinario de Rhombos) aportaron algunas claves-guías para ir encontrando la manera de abordar este camino para que, lejos de convertirse en algo traumático, resulte una instancia enriquecedora y colmada de aprendizaje.

   Las especialistas coincidieron en que, desde una perspectiva grupal, hay ciertas dificultades recurrentes a la hora de elegir una carrera: la opinión de los padres vs. sus propios intereses; muy poca experiencia personal en procesos de elección; miedos; falta de información; su autopercepción en función de los desafíos que se pueden presentar y hasta la posibilidad de acceso a la educación, considerando que muchas opciones de formación están únicamente en el ámbito privado

   --¿Cuándo y cómo debe preparase un joven o una joven para elegir una carrera?
   --Si bien no hay un momento en particular, ya que cada persona transita estos procesos de una manera muy personal, creemos que el estudiante debe tener un rol activo sobre todo los últimos dos años del secundario. Es un momento particular del desarrollo en el que en que se experimentan grandes cambios que movilizan distintos aspectos de la identidad. 

    Por otro lado, cuando debemos debemos tomar decisiones, resolver una situación, es importante pensar y analizar para poder elegir y, en este sentido, es esencial contar con espacios de reflexión para pensar en el futuro, en cómo me veo, qué es lo que quiero hacer.
   Los jóvenes deben tener espacios donde puedan expresarse, pensar, ensayar, proyectar, informarse y sostener procesos que les permitan seguir aprendiendo. Antes las dudas o las inquietudes sobre la orientación vocacional es importante poder buscar consultas con profesionales.

    --¿Qué deben tener en cuenta a la hora de elegir una carrera?
   --Es importante poder conocer (o reconocer) cuales son nuestros intereses, aquellos aspectos del día a día que roban nuestra atención, que nos despiertan curiosidad, de los que disfrutamos aprender. A veces es cuestión de mirar nuestro día a día, observar a qué actividades le dedicamos más tiempo, qué nos llama la atención en redes y si seguimos noticias de actualidad cuáles preferimos leer. A veces en lo cotidiano se encuentran grandes respuestas.
   También podemos considerar cuales son nuestras habilidades, esas acciones que podemos hacer distinto a los demás, que nos diferencian, que podemos realizar con cierta facilidad. Podemos preguntarnos ¿Qué disfrutamos? ¿Qué nos sale bien? ¿Sobre qué nos gusta aprender? ¿Qué hacemos en nuestro tiempo libre? ¿Qué nos diferencia de los demás?


Psicopedagoga Vanina Mertian.
 
   --¿Sigue vigente la dicotomía entre “hacer lo que me gusta aunque no esté bien remunerado” y “hacer algo que no me gusta pero está bien pago”?
   --La verdad que es un tema que está muy presente en los jóvenes y aparece con frecuencia como motivo de consulta. Se trata de una “disyuntiva” más amplia. a nuestro entender, un dilema entre lo que deseo, lo que puedo y lo que necesito. En la mayoría de los casos, la realidad económica de nuestro país instala la necesidad de pensar la elección en base a la salida laboral y remuneración económica, postergando el deseo personal. Y justamente es lo que abordamos en nuestros dispositivos de trabajo, con nuestro encuadre clínico trabajamos acerca de la posibilidad de trazar un proyecto de vida donde pueda converger aquello que me gusta, que deseo hacer, aquello para lo que soy bueno y por lo que me pagarán.


Psicóloga Ana Cornejo.

   Si bien es cierto que existen carreras que son mas demandadas que otras en el ámbito laboral y mejor pagas que otras, estamos convencidas que una carrera no es exitosa por sí misma, sino por lo que hacemos de ella. Cómo la gestionamos, cuánto tiempo le dedicamos, cuánto disfrutamos, cuánto nos perfeccionamos, etc. Dos personas con un mismo título universitario pueden tener futuros completamente diferentes.

   Entendemos que la carrera no es un fin en sí mismo, sino un medio a través del cual uno pueda realizarse personalmente, desplegar sus potencialidades y abastecerse económicamente. Podemos elegir teniendo en cuenta distintos aspectos y todos son válidos, lo importante es que sea una elección responsable y que puedan poner en palabras por qué eligen lo que eligen. No hay decisiones buenas o malas, lo importante es saber porqué tomamos esa decisión.

 --¿Cómo podemos o debemos acompañar los padres?
   --El acompañamiento es primordial ya que en los jóvenes aún permanece cierta dependencia afectiva y emocional hacia los padres. No es lo mismo para el joven la actitud de los padres que acompañan, aceptan, sostienen, comparten y reafirman la elección del hijo, que estar ante padres que desconocen, rechazan o invalidan la elección. Lo esperable es que compartan el proceso de decisión con sus padres, que puedan conversar sobre las opciones y comprender por qué tal o cual carrera es una posibilidad, cuáles no y porqué.
   Como profesionales es difícil transmitir lo que “debemos hacer” como padres, por que a los padres también nos implica emocionalmente esta situación. Se nos despiertan temores, angustias, reaparece nuestro deseo en relación al futuro de nuestros hijos y se nos confronta aquello que soñamos para ellos y lo que ellos mismos sueñan para su futuro. Esto algunas veces coincide y otras no.  Al mismo tiempo se reactiva nuestro propio proceso de elección de cuando fuimos jóvenes e incluso empezamos a plantearnos y replantearnos sobre la decisión que tomamos en aquel momento.


Psicopedagoga Antonella Vecchiotti.

   Intentamos evitar que nuestros hijos se equivoquen o pasen por situaciones que nos resultaron frustrantes sin dejar que vivan su propia experiencia, que inclusive,  para ellos, puede tener un desenlace diferente. Tenemos que evitar anteponer nuestro deseo sobre el de nuestros hijos, no inducirlos a tomar decisiones basadas en mandatos, prejuicios o experiencia personales.

   --¿Se complejizó la elección vocacional con la pandemia?
   --La pandemia ha dejado huellas sobre todos nosotros. Aquellos que se encontraban en proceso de iniciar un ciclo nuevo y desconocido; o en pleno proceso de cambio de un nivel escolar a otro,  han sentido el cimbronazo del planteo de condiciones hasta el momento inéditas…Si pensamos en los procesos de elección vocacional/ocupacional, en el armado imaginario de un proyecto de vida, ante una realidad que nos obstaculizaba la posibilidad de proyección, el escenario parecía ser complejo. 
   Pero, por otro lado, el aislamiento produjo nuevos tipos de lazos sociales que intentaron acercamientos, generó nuevas condiciones que nos permiten desplegar otras habilidades,  descubrir o redescubrir algo que antes percibimos de otra manera.


   Si bien las TiCs y las redes sociales venían ejerciendo un cambio socio-económico, cultural y subjetivo, la pandemia termino de instalar estos cambios y estableció ese lenguaje común como comunicación. 
   Es decir, generó nuevas opciones y otras formas de hacer… todos estos cambios  vinieron a romper muchos pre-conceptos respecto a las profesiones más destacadas, más necesarias o más valiosas en una organización social. Surgieron innumerables nuevos proyectos, las actividades emprendedoras, los trabajos en equipo, la formación virtual a nivel mundial, gestándose en un nuevo paradigma que atraviesa el ámbito educativo y el laboral etc.

  --¿Cuál es el rol de las escuelas en cuánto a preparara a los chicos o chicas para lo que vendrá?
   --En las escuelas del Nivel Secundario es de una inmensa riqueza gestionar espacios para el conocimiento del mundo laboral, evitando que los jóvenes lleguen al último año con un desconocimiento absoluto. La falta de información suele generarles mucha inseguridad y angustia, y es en este contexto que muchos intentan elegir y decidir. Consideramos de gran importancia cuando las escuelas proponen espacios que nos permiten, desde pequeños, poder acceder a la información sobre oficios, profesiones y trabajos.

Algunas guías para los padres y madres sobre cómo acompañar

  • Es importante generar un clima de confianza que permita a los jóvenes expresar con libertad sus miedos, dudas, deseos y sueños sin temor a ser juzgados.
  • Es necesario brindarles seguridad, hacerles sentir que son capaces de tomar una decisión responsable y hacerse cargo de las consecuencias de manera exitosa. Para eso los estuvimos formando y preparando durante toda la crianza y estar seguros nosotros mismos de los valores que como padres les transmitimos.
  • No debemos presionarlos sino reconocer que cada uno tiene su propio tiempo y que cada proceso es individual y personal. En este sentido los padres debemos controlar nuestras propias ansiedades.
  • Ayudarlos a conocerse, reconocer sus gustos, intereses y potencialidades. Recordar anécdotas, juegos de niños y actitudes frente a determinados problemas. Esto los llevará a reconstruir y reafirmar su identidad y su modo de relacionarse con el mundo.
  • Promover la búsqueda de información, motivarlos a una búsqueda activa de la oferta académica y laboral. Visitar instituciones educativas y centros laborales y hablar con profesionales para despejar dudas.