La suspensión (o no) de las PASO, una batalla en ciernes

Eugenio Paillet

   En general en los principales despachos del Gobierno buscan bajarle el tono al tema. Pero lo cierto es que la decisión del presidente Alberto Fernández de habilitar el tratamiento en sesiones extraordinarias del Congreso un proyecto de ley para suspender “por única vez” las elecciones primarias y obligatorias (PASO) del mes de agosto, ha levantado polvareda en la Casa Rosada y en el Congreso. También en la oposición.

   No sería el mayor inconveniente para el Gobierno la postura de Juntos por el Cambio, donde de todos modos también hay divisiones entre quienes estarían a favor de apoyar esa suspensión y los que resisten la medida y proclaman por la obligatoriedad de ir a esa instancia previa a las elecciones de octubre. El mayor ruido hoy se escucha dentro de la propia coalición oficialista. Más precisamente entre los gobernadores, el grueso de los intendentes no kirchneristas,  y un amplio sector del albertismo en el gobierno contra el cristinismo más el poderoso aparato de La Cámpora que lidera Máximo Kirchner.

    Lo primero que dicen en despachos de Balcarce 50, como para despegarse de la incipiente disputa interna, es que el presidente Alberto Fernández “ni apoya ni deja de apoyar” la idea de suspender las PASO de agosto. Y que lo que hizo “como correspondía” fue no eludir la decisión de habilitar el debate en el Congreso alrededor de un proyecto de ley que ya estaba presentado y que nunca fue tratado en comisión.

    Una forma esa explicación de los voceros oficiales de aclarar que el presidente no está a favor de los gobernadores e intendentes que quieren suspender las primarias, ni de los de la otra vereda encabezados por el camporismo que pugnan por hacerlas. Alberto, se recuerda, lo que hizo fue acceder a un pedido de una docena de gobernadores peronistas, y hasta se dice que de dos mandatarios radicales como el jujeño Gerardo Morales y el correntino Gustavo Valdez, de impulsar el proyecto de suspensión por única vez atendiendo a la situación derivada de la pandemia de coronavirus.

   “Alberto lo que hizo fue habilitar el debate de un proyecto en extraordinarias, serán los diputados y senadores los que decidirán si se suspenden o no”, se escudan en el Gobierno ante ciertas críticas del cristinismo duro por la postura presidencial de avalar la postura de gobernadores e intendentes a los que ellos critican.

   La Cámpora, con el aval del Instituto Patria, impulsa la realización de las PASO en la provincia de Buenos Aires para pelear en la interna los cargos de intendentes y mayor representación de ese sector que responde a Máximo Kirchner en los concejos deliberantes y la Legislatura provincial. Un paso que justamente los jefes comunales en funciones que no comulgan con el kirchnerismo prometen resistir, para lo cual dicen contar con el aval del presidente.

   Por el lado de Juntos por el Cambio ya se sabe: Horacio Rodríguez Larreta resiste a pie firme la idea de la suspensión y quiere que haya PASO en agosto, sin atender los reclamos de gobernadores e intendentes que advierten sobre el enorme gasto que se requiere para realizar esas primarias (las de agosto de 2019 costaron unos $ 3.000 millones, según el Ministerio del Interior) y los riesgos de contagios masivos que pueden registrarse por  la concurrencia de la ciudadanía a las urnas. El alcalde porteño quiere antes que nada empezar a dirimir en esa instancia su propia interna dentro de Juntos por el Cambio con la mira puesta en octubre pero también en las presidenciales de 2023.

   La impresión que se recoge en distintos despachos es que por ahora no se registra en las partes la intención de ceder posiciones. El titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, ya tomó partido y avisó a quien quiera escuchar que su rol será el de facilitar que haya debate y que la ley se vote en el recinto. Esto pese a que conoce de primera mano el rechazo de Máximo Kirchner al proyecto que impulsa la Casa Rosada.

   Fuentes de la Jefatura de Gabinete aseguraron en las últimas horas que “la directiva” del presidente al incluir el proyecto de suspensión por única vez de las PASO fue que la ley salga para respetar la voluntad de 22 gobernadores (solo se oponen Larreta y el mendocino Suárez), cientos de intendentes oficialistas y opositores  y parte de la tropa parlamentaria del Frente de Todos. La impresión es que no será fácil y que la pelea recién comienza.