Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Alberto patea hacia adelante el “tribunal intermedio”

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva.

   “Por ahora no hay nada”, dijo días atrás el Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, cuando fue consultado sobre el proyecto de ley para la creación de un “tribunal intermedio” que revise antes que la Corte Suprema de Justicia aquellas causas en las que se considere que se cometieron “arbitrariedades”, que limitaría fuertemente la intervención del alto tribunal en casos donde se investiga presuntos hechos de corrupción.

   En las últimas horas fuentes cercanas al funcionario de mayor confianza de Alberto Fernández ratificaron que el gobierno no tiene previsto “ningún movimiento” en torno a esa polémica iniciativa que ya recibió el amplio rechazo de la oposición, que consideró la creación de ese “filtro” judicial entre las instancias inferiores y la Corte Suprema como un traje a medida de las necesidades judiciales de Cristina Fernández.

   Hoy se puede asegurar, según esa y otras fuentes de la Casa Rosada, que el gobierno por ahora mantendrá “cajoneado” el borrador del proyecto y que de hecho se abandonó la idea inicial de incluir la iniciativa en el período de sesiones extraordinarias del Congreso. Salvo que exista una presión superior sobre el presidente, paso que nunca debe descartarse.

    “Por ahora no hay nada, esa iniciativa es solo parte de las diez que presentó la comisión asesora (que presidió Alberto Beraldi, abogado de Cristina) al presidente y todo está en estudio, no hay ninguna decisión de avanzar por ahora en ninguna de las propuestas”, corroboran cerca de Cafiero.

   Esa, con todo, no sería toda la historia, o al menos sólo relataría una parte de la misma, que esconde las razones por las que el presidente prefiere mantener la iniciativa en estado de borrador. Y no es otra que las dificultades, una vez más, que el mandatario encontraría entre la propia tropa del Congreso, en especial en la cámara de Diputados, para conseguir el apoyo necesario a la iniciativa y evitar que de ese modo naufrague en el intento si es que consigue en algún momento llegar al recinto.

    De hecho, la estrategia del gobierno de avanzar con aquella suerte de “corte paralela” que revise causas puntuales antes de que lleguen a manos de los supremos surgió a partir del fracaso de otra de las iniciativas de la “Comisión Beraldi”, como fue la de ampliar el número de miembros del alto tribunal para posteriormente dividirlo en salas. Esa iniciativa recibió el rechazo de parte del bloque del Frente de Todos, en especial de los cuatro diputados que representan a Juan Schiaretti y al peronismo de Hacemos por Córdoba.

    El bloque que integran la esposa del gobernador, Alejandra Vigo, además de Carlos Gutiérrez, Claudia Márquez y Paulo Cassinerio, ya avisó la semana pasada en medio de conversaciones con el ministro del Interior, Wado De Pedro, que el bloque no votará esa eventual creación de un tribunal intermedio pero tampoco, un gesto que sí tuvieron en anteriores ocasiones, aportará para la formación del quórum. Esa misma postura, vale recordar, adoptaron los diputados cordobeses frente a la reforma judicial que impulsa el presidente o los cambios para permitir la designación del Procurador General de la Nación.

    En la Casa Rosada le restaron relevancia en las últimas horas a la postura del bloque de diputados cordobeses y descartaron de plano que sea la razón central por la que el gobierno, imposibilitado de contar con esos votos para poder sesionar, haya decidido congelar por ahora el proyecto del tribunal intermedio. El dato que no deja de llamar la atención es que este entrevero, uno más, entre Alberto y Schiaretti ocurre en momentos en que desde el Palacio de Hacienda se critica con dureza el acuerdo para refinanciar la deuda externa de la provincia a la que llegó el gobierno cordobés y que el propio gobernador anunció la semana pasada.

    Cerca de Martín Guzmán lo calificaron de “poco sustentable” y de haberlo hecho “a espaldas” del gobierno nacional, cosa que en la provincia desmienten. También le endilgan a Schiaretti  “comprometer” con su gesto la refinanciación del resto de las deudas provinciales pendientes.

    La negativa a apoyar el proyecto de un tribunal “intermedio” sería de ese modo un eslabón más en la larga cadena de desencuentros entre la Casa Rosada y el gobierno provincial.