“Tratamos de que vean el deporte como algo positivo en sus vidas”

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   Como sucedió con la mayoría de las actividades deportivas en Bahía Blanca, el atletismo también sufrió un considerable impacto en sus actividades como consecuencia del coronavirus.

   En el amanecer del ciclo asomaban desafíos y competencias de todo tipo y para todas las edades, con expectativas renovadas para los muchos atletas que regularmente asistían al complejo atlético "Las Tres Villas".

   Pero claro, el atípico contexto socio-económico y sanitario obligó a barajar y dar de nuevo, a sentar nuevas bases, crear nuevos objetivos y readaptar las metodologías de trabajo en pos de mantener viva la llama.

   "El nivel del atletismo en Bahía Blanca venía subiendo mucho hasta el parate. Había más de 50 chicos federados, más otros tantos que se están formando e insertando en la actividad. Por suerte, en ese sentido, estamos bien, porque sabemos que hay una gran semillero. El tema es que, con todo esto, no sabemos qué pasará", advirtió la Licenciada en Educación Física Patricia Nadal, encargada de la Escuela Municipal de Atletismo.

   "Se venía un muy lindo año--agregó--, entre los Juegos Bonaerenses y los muchos torneos previstos. Viajar, competir y el intercambio con atletas de otras localidades es lo más imporante para los chicos. Además, el saber que se entrena pensando en objetivos y en base a una agenda de campeonatos te obliga a planificar y estar motivado constantemente".

   Más allá del golpe y sus consecuencias, desde la vuelta a los entrenamientos el 1 de septiembre, el sol parece ir asomando paulatinamente.

   —¿Cómo fueron sobrellevando el parate?

   —Les fuimos enviando planes de entrenamiento para la casa, con circuitos de fuerza, coordinativos, de zona media y demás. Se filmaban y enviaban los ejercicios, para que ellos después los puedan replicar. Los grupos de más de 18 años respondieron mejor que los más chiquitos, lo cual tiene bastante lógica. Eso se ve también en la secundaria, está pasando con el rango de edad de 12 a 16. Los chicos están desmotivados.

   "Los que siempre trabajaron y cumplieron en casa fueron los primeros en volver. Los demás van retomando de a poco, porque obviamente se cansan mucho más y van sintiendo dolores producto del parate. Algunos tienen miedo y desconfianza por el pico de la ciudad, por lo que no estamos funcionando al 100%. Pero bueno, dentro de todo estamos bien", destacó Nadal.

   —¿Con cuántos chicos trabajan actualmente?

   —Con 15 chicos por jornada, que van rotando para no coincidir y poder distribuirlos de acuerdo al protocolo. Digamos que en total, desde que retomamos, estamos con un total de 25 alumnos. Aquellos que no tienen clase asignada pueden sacar turno y entrenar por su cuenta.

   "Antes de todo ésto trabajábamos 3 profes con más de 100 chicos. Ahora estoy yo sola, tres veces a la semana, y sin los chiquitos (de 8 a 14) que, por protocolo, todavía no están permitidos. Los padres no paran de llamar preguntando cuándo podrán volver. Pero se está siguiendo todo lo que exige el protocolo aprobado por la Asociación Bahiense de Atletismo y elaborado por la Confederación Argentina", agregó Patricia.

Falta de estímulo

   Como apuntaba anteriormente Patricia Nadal, los chicos están desmotivados. Aunque ello es algo que se extiende a las distintas esferas de la vida, no exclusivamente a la práctica deportiva.

   Esa falta de estímulo va de la mano con la imposibilidad de competir y lo inherente a cada torneo, especialmente cuando hay que viajar hacia otras localidades. En esos casos, el goce de los chicos va más allá del éxito o el resultado.

   "Fue un golpe duro, porque, al trabajar con chicos y adolecentes, muchos de ellos federados, se perdió el incentivo de la competencia. Por ejemplo, el de los Juegos Bonaerenses, que siempre son una motivación tremenda. En esta época la pista solía estar llena, preparando los juegos, los campeonatos provinciales de cada categoría y demás. Muchos dicen '¿para qué vamos a entrenar si no podemos competir?', subrayó Nadal.

   "Ahora hay que motivarlos continuamente, además de explicarles e inculcarles las nuevas medidas del protocolo, que lo hacemos con la ayuda de los padres. La familia es muy importante, como también la Asociación Bahiense, que junto a la secretaría de deportes de la Municipalidad se ocuparon del protocolo", aseveró.

   —¿Qué se puede hacer para motivar a los chicos?

   —Hay muchos torneos virtuales. Esta semana que pasó, por ejemplo, hubo un torneo de salto en largo entre todas las pistas de la provincia de Buenos Aires adecuadas para esa disciplina. Nos conectamos a través de un celular y filmamos a cada uno, con la presencia de un juez y comparando resultados. Quizás estos torneos virtuales ayuden.

   "También analizamos generar torneos internos, además de los tests de rendimiento individuales. Entendemos que la juventud está desmotivada y que no les causa lo mismo entrenar por entrenar. Tratamos que, a pesar de eso, vean que el deporte como algo positivo para sus vidas", puntualizó Patricia.

"Irá mejorando todo"

   Más allá de los obstáculos y las nuevas reglas de vida, el atletismo en Bahía Blanca está nuevamente activo.

   Claro que la extensa inactividad y a las nuevas metodologías de trabajo obligadas, tienen un precio a la hora de volcarse a entrenar en la pista atlética.

   "Está costando adaptarse, porque hay muchos trabajos de fuerza no los podemos hacer para evitar que se compartan elementos. Haría mucha falta utilizar pelotas, pesas y demás elementos. Los chicos ayudan a cumplir con todo, pero estando sola es más dificultoso", confesó Nadal.

   "De a poco creo que irá mejorando, de la mano con el buen clima que se avecina y el desarrollo de los torneos virtuales. La clave será ir planteando pequeños objetivos", subrayó.

   —En líneas generales, ¿cómo fue la vuelta?

   —Dentro de todo bien. Aquellos que se mantuvieron haciendo cosas en la casa agarraron ritmo sin mayores problemas. Dos meses antes ya se podía salir a correr y eso se notó en quienes lo hicieron. Aunque la primer semana la mayoría tenía dolores por todos lados. No es lo mismo correr solo que entrenar con alguien que te incentiva y te lleva a otro ritmo, forzando más. Así que hubo que controlar un poco para evitar lesiones y fatiga muscular.