Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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“Quería un respiro y mirar las cosas desde otro lado”, dijo Agustín Pichot

El ex vice de World Rugby tocó varios temas en diálogo exclusivo con "La Nueva.": el futuro del rugby argentino frente a la pandemia, su nueva vida como entrenador de juveniles y el curioso vínculo con el deporte bahiense. 

Agustín Pichot ahora disfruta del rugby desde otro lugar. Fotos: Archivo La Nueva. y gentileza Fotogip.

   Por Ricardo Sbrana - rsbrana@lanueva.com

   (Nota de la edición impresa)

   Próximo a cumplir 46 años (el sábado 22), para Agustín Pichot comenzó una nueva etapa junto al rugby. Y también en su vida, por qué no. Después de disputar el cargo presidencial de World Rugby en mayo pasado, volvió a las bases de este deporte y mira este mundo pandémico desde otra perspectiva. Pero quien crea que dejó de ser una referencia porque entrena una categoría juvenil de CASI, se equivoca. Lo llaman, le consultan, le piden consejos y orientación. Su know how en el mundo deportivo y empresario lo convirtieron en un gurú. En diálogo exclusivo con “La Nueva.” el excapitán de Los Pumas analizó el presente incierto del rugby, la competencia interna, World Rugby y su vínculo con nuestra ciudad.

   -Empecemos por esto último. ¿Cuándo y cómo conectas con Bahía?

   -Con Bahía mantengo amistades de largo tiempo. Jugué varios años con Bere (Bernardo Stortoni). Pero en realidad mi vínculo con gente de Bahía arranca con Pancho (Francisco) Inchausti en la Primera de CASI. En ese momento yo estudiaba en la facultad y trabajaba para él. Mi primer trabajo fue como cadete de Pancho (NdR: hoy dirigente de Sportiva). Ahí conocí a su familia. Te hablo del '93... A veces tenía que viajar por trabajo y también fuimos con CASI a jugar el seven de Sportiva. Nos quedábamos todo el fin de semana. Y más adelante tuve la oportunidad de jugar con Bere en el año 2000, cuando él hizo su primera gira con Los Pumas por Inglaterra. Yo estaba en ese plantel. Ahí nos hicimos amigos. Además siempre hubo conexión, a parte por la relación de CASI con Bahía, de los chicos que van al club. Siempre, desde muy chico, a los 18 años, empezó la historia de mis amistades con Bahía.

   -Conocés el Dow Center. ¿De qué manera puede aportarle al rugby de alto rendimiento?

   -Después, afuera del rugby como jugador, la vida me encontró con Pepe Sánchez. Cuando nos vimos me contó del proyecto que estaba realizando y me pareció increíble. En ese momento con UAR veníamos analizando un proyecto de un centro nacional de rugby. Con los dibujos sobre un terreno posible, con el Estado. Pero no se dio. Pero seguí de cerca el concepto de Pepe. Me pareció bastante innovador para el básquet y para el deporte. Allí estuvo Martín Mackey, quien estuvo trabajando conmigo muchos años en UAR. Con él estuvimos muy cercanos a Pepe, desde la inauguración hasta su realidad en el día a día. Un esfuerzo gigante, producto de una tenacidad y visión admirables. Ese concepto está muy bueno. Lo que Pepe le da al básquetbol está buenísimo, pero además logró tener un método en el deporte, algo en lo que coincidimos. El Dow lo que tiene es eso: te da un método ordenado, estructurado, de cómo mejorar integralmente a un deportista.

El día que Pepe Sánchez le abrió las puertas del Dow Center a Mario Ledesma, técnico de Los Pumas.

   -¿Desde qué lugar le aportas al rugby hoy?

   -Hoy estoy entrenando la Menores de 17 del CASI, ese es mi aporte hoy. Después de casi 12 años de estar muy involucrado en el día a día primero con la Unión Argentina de Rugby, desde el 2008 al 2015, y después con World Rugby desde el 2015 a 2020. La verdad que fueron muchos años de estar. Al perder la elección, quise darme un respiro. Estar un poco más distante y mirar las cosas desde otro lado. Hoy estoy en ese momento de mirar. Veo cómo pasan un montón de cosas en esta pandemia y la verdad que es bastante difícil. Es la posición en la que hoy me gusta estar. Aportar desde el lugar que me toca. Por supuesto que me consultan. Desde el (hemisferio) sur me siguen preguntando Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica las cosas que pienso de cómo veo la actualidad y el futuro. Y ayudaré a la UAR en lo que pueda. Siento que uno está para colaborar en lo que le pidan.

   -Mencionaste algo clave: el futuro. ¿Cómo tomaste el gesto de las ventanas ofrecidas por World Rugby para Los Pumas?

   -En realidad, todavía no se termina de definir el año... No se sabe bien cuándo será la ventana. Tiene fecha, sí, pero no se sabe si se podrá jugar. Por ejemplo en Australia estaban volviendo a cerrar por la zona de Melbourne. Y hasta que no haya una vacuna, no se sabrá con certidumbre cuándo se podrá jugar este año. La idea es que se juegue y que las ventanas , como decís vos, se puedan aplicar. Pero de nuevo: no sabemos cuándo podrá viajar Argentina, cuándo podrá viajar Sudáfrica para Nueva Zelanda. O si Nueva Zelanda mantendrá el virus controlado para poder hacer los partidos, como venimos viendo en televisión. Hay una gran incertidumbre y no sé cómo seguirá el futuro. Hoy no se puede decir lo que pasará. Nadie lo sabe. El Súper Rugby del año que viene ya está suspendido, de la forma en que estaba planificado. Esta pandemia dejará secuelas más grandes de las que se pueden ver ahora, que todavía estamos tratando de entenderla. No hay que ser alarmistas pero entender, sí, que la rutina se verá modificada y habrá que adaptarse, como en todos nuestros otros órdenes de la vida. El rugby no está exento, es parte de todo este cambio.

   -Surgió la posibilidad de que Jaguares pueda seguir compitiendo como franquicia en el continente.

   -Tiene que ver con lo que dije del nuevo mapa. Se está yendo hacia un sistema más doméstico. Por costos, viajes, cambio horario... Una de las posibilidades es que se potencien las ligas domésticas. Así como Nueva Zelanda lo hace con sus equipos, Australia buscando complementarse con Nueva Zelanda... Están todos más o menos pensando lo mismo en una época de transición, para ver cuándo se reactivará todo. Lo doméstico tomará relevancia, claro que sí.

   -¿Cuál sería tu ideal para Jaguares: Australia, Sudáfrica, Top 14 o la SLAR en América?

   -La verdad es que hay tantas opciones... Todas las chances que ve UAR son válidas. La más importante es que Jaguares tenga un lugar en Argentina. Es decir, hacer equipos de exportación constantes no genera ese vínculo que había logrado Jaguares con la gente y que hizo que fueran 10 mil personas a Vélez. O llegar a una final como lo hicieron. Exportar, como se hizo en su momento con la Vodacom, exportar un proyecto constantemente no te hace relevante en tu país. Y eso no está bueno. Después, si por un tema de necesidad se viaja o no, será algo que analizará UAR. Pero lo mejor que tiene Jaguares o que tuvo el Súper Rugby fue que los chicos pudieran ver al mejor rugby del mundo acá. Ahora exportar Jaguares... Me imagino que en UAR harán un análisis de costos y verán si sirve exportarlo o no. Para mí es súper caro contra costo beneficio, pero es una visión personal.

   -Miramos Jaguares y Los Pumas, pero en este análisis no se presta debida atención a la base de la pirámide. ¿Cuál será el impacto abajo, en las uniones y en los torneos del interior y regionales?

   -Ojalá que no. El rugby amateur de clubes es lo que más tenemos que preservar. Por supuesto que el rugby profesional da los recursos para esas competencias que decís, como los torneos del interior y regionales. Lo importante es que eso no se toque y siga creciendo. Fundamental. Lo veo hoy como entrenador de una Menores de 17. Pero también como todo DT hoy, veo que esta situación es difícil para los chicos. Habrá que volver a trabajar y tener a los chicos motivados e incentivados, para que vuelvan a jugar en los clubes. Ese será el gran desafío del rugby. No olvidemos que llevamos cinco o seis meses en que los chicos se volcaron a otras cosas como el Fortnite u otros juegos. Ojalá que no sean muchos los chicos que pierdan las ganas de jugar. Tenemos que hacer todo lo que podamos para que sigan jugando y vuelvan a acercarse al club.

Agustín Pichot junto a Bill Beaumont (izquierda), el actual presidente de World Rugby.

"Digo las cosas como son"

   El 2 de mayo pasado terminó el sueño de Agustín Pichot de convertirse en presidente de World Rugby. Ese día el inglés Bill Beaumont ganó la elección por el cargo máximo del organismo al imponerse por 28 votos contra 23 del argentino.

   Una de las estrategias de Pichot había sido plantear la necesidad de revolucionar el rugby en el mundo. Aclaró que no planteaba una anarquía, pero que eran necesarios cambios de fondo.

    -¿Usar la palabra “revolución” como eje de tu campaña no le jugó en contra a la candidatura?

   -Y... Puede ser que haya sido demasiado agresiva... Pero me siento cómodo diciendo las cosas como son. La campaña tenía que ver con eso, con un cambio. Y no fue especulativa. Me decís: ¿la harías diferente? No. Sin haber usado la palabra “revolución”, el status quo o quienes lo blindaron, lo hubiesen percibido igual. Y los que votaron, vemos claramente por qué lo hicieron. No hubiese cambiado nada.

   -De todas formas no estabas errado en la mirada de transformar al rugby mundial. Ni bien sucedió la elección, una de las primeras medidas de la nueva conducción fue tirar la idea del 8 Naciones.

   -Sí, te lo digo de nuevo de corazón: ojalá que puedan construir un rugby mundial global. En estos cuatro años que tienen, ojalá puedan volcar las cosas que no se han hecho y hagan al rugby más grande. Sería espectacular. Yo estaría contento. Si en definitiva se marcó una necesidad de un cambio y lo pueden concretar otros, estoy feliz.