Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

​​​​​Escenario político: dónde está hoy la luz amarilla y cuál es el próximo objetivo del gobierno

El Covid parece amesetado en Bahía, pero no hay margen para relajarse. Además, el Municipio apunta a reactivar en breve el deporte formativo.

Intendente Héctor Gay. (Foto: Municipio Bahía Blanca)

Maximiliano Allica / mallica@lanueva.com

   Un dato positivo se maneja en las principales oficinas de Alsina 65, considerando las pésimas proyecciones que se hacían al inicio de la pandemia. Las cuentas municipales no solo no se están desangrando sino que la recaudación se mantiene en niveles cercanos a los de marzo, cuando se empezó a notar el efecto de la retracción, pero sin llegar a un pozo intolerable.

   Esto se explica centralmente por dos razones: "La primera, que las grandes empresas del Polo y el Puerto tuvieron muy buena actividad y sostuvieron los números de la tasa de Seguridad e Higiene, que es el principal ingreso genuino del Municipio", explica un especialista.

   Agrega: "La segunda, respecto de las tasas de Alumbrado, Barrido y Conservación de la Vía Pública (ALC), así como de Salud, es que muchos vecinos adhirieron al pago semestral de julio, lo que posibilitó una muy buena recaudación. Ayudó también el vencimiento de la cuota 1 del impuesto automotor para vehículos municipalizados".

   En comparación con lo proyectado pre-pandemia, los números comunales están alrededor del 20-25% por debajo por mes, lo cual no es malo en un contexto de crisis inédita.

   A este alivio se deben sumar otros aportes. Se trata de los créditos para cubrir salarios que llegaron desde la Provincia, que recién se empezarán a devolver el año que viene, y los fondos no reintegrables que vendrán luego del acuerdo la semana pasada en la Legislatura, donde se aprobó un endeudamiento solicitado por el gobierno de Axel Kicillof a cambio de beneficios para los Municipios. De ahí se espera el envío de 28,9 millones de pesos a nuestra ciudad, en concepto de Emergencia Covid.

   Y un dato más: ayer el Senado de la Nación aprobó un paquete de normas que incluyó el giro de 5.000 millones de pesos para los 135 distritos bonaerenses, lo cual redundará en otros 80 millones para Bahía.

   Los recursos siempre son escasos y las necesidades, infinitas. Pero todo podría haber sido mucho peor.

   Con las cuentas en estado aceptable, la luz amarilla hoy está puesta en el sistema sanitario. Todavía lejos de cualquier situación dramática, en los hospitales bahienses se empieza a notar con claridad la circulación del virus en la región. 

   Ya comenzaron las derivaciones desde localidades cercanas a los sanatorios públicos y privados de la ciudad, teniendo en cuenta que la mayoría de esos distritos no tienen capacidad de respuesta ante ningún brote importante. 

   De hecho, en marzo-abril, cuando la dirigencia local de todo el arco político pedía mayor infraestructura médica para Bahía, explicaba que no se trataba de preparar los hospitales de una ciudad de 350 mil habitantes sino de equipar el sistema de salud para una región de 700 mil.

  La ocupación hospitalaria sigue siendo el dato central para el gobierno de Héctor Gay, que sabe que la cantidad de casos oficiales está subestimada por razones elementales. La capacidad de testeo y, sobre todo, de procesamiento de análisis en laboratorios, está en su techo. Testear más no implica tener más cantidad de resultados por día, sino engrosar la lista de espera.

   Esto es así aquí y en todo el país. El Ministerio de Salud de la Nación, desde esta semana, empezó a contar como positivos a personas que no pasaron por laboratorio pero que comparten vivienda, baño, cocina y habitaciones con alguien efectivamente contagiado.

   Aunque parezca lo contrario, las estadísticas nunca fueron una ciencia dura.

   Con el panorama económico y sanitario estabilizado dentro de lo posible, ¿cuál es el próximo objetivo en términos de recuperar actividades en Bahía? Los deportes colectivos para las categorías formativas.

   En breve se intensificarán los encuentros para diseñar protocolos que tiendan a la rehabilitación de los entrenamientos, en grupos reducidos, de los deportes con mayor inserción como el fútbol, básquet, hockey o rugby.

   La posibilidad de competencia está descartada para lo inmediato, y es probable que sea nula este año, pero al menos se intentará que niños, niñas y adolescentes puedan recuperar parte de sus rutinas, y que los profesores de esas disciplinas retomen sus trabajos.

   La idea básica es generar actividades con grupos pequeños, tal vez de 4 personas, sin contacto físico, pero que permitan oxigenar a uno de los segmentos de la población más afectados por la pandemia. El impacto psicológico de las prohibiciones entre los chicos es durísimo y todo esfuerzo que apunte a darles aire, sol y vida merece acompañamiento veloz.

   El progreso de estas reaperturas dependerá en buena medida de los anuncios de hoy de Alberto Fernández y Kicillof. El ala sanitarista de la Gobernación quiere endurecer el aislamiento, o al menos no permitir nuevas flexibilizaciones, aunque en principio los anuncios volverían a estar enfocados en el AMBA y no tanto en el resto de los distritos.

   De todos modos, con el reciente permiso a nivel local para gimnasios y deportes individuales, actividades previstas para la fase 5 pero que en nuestro medio se aplicarán en fase 4, queda a la vista que los contornos de la cuarentena son cada vez más lábiles.

Millones de pesos, millones de dólares

   Pasó el ministro Gabriel Katopodis y dejó anuncios de obras por más de 400 millones de pesos en materia vial, hídrica y de iluminación. A eso hay que agregar poco más de 100 millones por la construcción del Departamento de Derecho de la UNS.

   En primera instancia, no se está cumpliendo el presagio de campaña de Juntos por el Cambio en 2019, cuando sus candidatos afirmaban que al kirchnerismo no le importa Bahía Blanca.

   La noticia es buena pero hay otro conjunto de obras tan o más importante que deberá definirse en un plazo cercano. Se trata del aprovechamiento de los fondos que iban a estar destinados al acueducto del río Colorado.

   Los sucesivos fracasos de ese proyecto originado en el gobierno de Daniel Scioli derivaron, durante la gobernación de María Eugenia Vidal, en una readecuación de los planes, lo cual suponía cambiar el acueducto por una serie de mejoras en el sistema de distribución y potabilización de agua en Bahía Blanca, aunque cediendo al Conurbano parte de los 130 millones de dólares que prestaba la Corporación Andina de Fomento (CAF).

   Entre demoras burocráticas, indecisiones políticas y debacle económica, el financiamiento de la CAF se estancó, aunque con la nueva herramienta legislativa Kicillof podrá volver a moverlo. ¿También tiene planeado compartir ese dinero con los distritos del AMBA o vendrá todo para nuestra región?

   La ley de Financiamiento votada la semana pasada aún no fue promulgada, pero La Nueva. pudo conocer el contenido de un artículo fundamental, que hay que saber leer. 

   En caso de publicarse tal como estaba redactado ayer, el texto autoriza al Ministerio de Hacienda bonaerense a "llevar adelante las enmiendas y arreglos contractuales necesarios para reasignar recursos sin ejecución en el crédito CAF 11189-Acueducto Río Colorado, etapa II, por hasta la suma de dólares estadounidenses ciento treinta millones (U$S 130.000.000), con el objeto de llevar adelante programas tendientes a mejorar la provisión de agua potable a la población e industria de la ciudad de Bahía Blanca y localidades aledañas, a través de obras de mejora y ampliación de la infraestructura existente".

   Allí hay varios conceptos importantes. Por ejemplo, "enmienda y arreglos contractuales", lo que supone que todavía hay una instancia de renegociación con la entidad financiera. También hay que mirar la frase "reasignar recursos", lo cual significa que se modificará el destino original del proyecto porque ya no habrá acueducto, pero también abre la puerta para que una parte del dinero no se destine a Bahía Blanca tal como reza el artículo sino que desagote en otras regiones.

   En esa línea, es muy importante la palabra "hasta" la suma de 130 millones. De acuerdo con el paquete actualmente previsto por la cartera de Infraestructura bonaerense, a esta zona llegarían inversiones por la mitad de esa cifra.

   Según cómo se mire, no es tan buena noticia o sí lo es. Si celebramos que Nación acaba de anunciar obras por 500 millones de pesos, equivalentes a 5 millones de dólares (tomando como referencia al dólar "solidario"), la eventual confirmación de 60 millones en moneda estadounidense no es para despreciar.

   Idealmente, esos trabajos deberían comenzar el año próximo. Salvo que en este caso la estadística sí sea exacta y los planes vuelvan a fallar, como ocurre desde hace 5 años.