Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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La Bolsa y la Cámara Arbitral, con la calidad que los distingue

La pandemia no frenó el trabajo de dos instituciones prestigiosas. Carlos Sosa y Alejandro Castro ofrecieron sus veredictos.

Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com

   La Bolsa de Cereales, Oleaginosos, Frutos y Productos de Bahía Blanca tiene por objetivo la prestación de servicios vinculados a la organización de granos. Fue fundada en 1981 y continúa manteniendo el prestigio que la caracteriza desde los inicios.

   “El teletrabajo es la modalidad que hemos adoptado en este momento tan particular para resolver cuestiones comerciales. La actividad granaria y agropecuaria, por suerte, no sufrió un parate y eso le ha permitido al país contar con divisas, habida cuenta que se ha podido exportar y se ha logrado mantener la cadena alimentaria en beneficio de todos los ciudadanos”, dijo Carlos Sosa, su actual presidente.

   “Se hizo esfuerzo muy grande respetando los protocolos y minimizando los riesgos para cuidar la salud de los trabajadores. Si bien se festeja el Día del Cerealista como fecha establecida, hay una cadena que sirve de sostén y que está compuesta por el trabajador rural, el productor agropecuario, los acopios y cooperativas, corredores de cereales, entregadores y puertos, quienes han puesto lo mejor de para poder mantener la actividad a flote”, afirmó.

   -¿Con qué perspectivas se está manejando el sector agroindustrial?

   -Muy buenas. Argentina tiene un potencial muy importante de desarrollo a través de su cadena agroindustrial. En un futuro cercano estas perspectivas de crecimiento permitirán atraer divisas y mejorar nuestras balanzas de pago, y así aportar al mejoramiento de la situación economía del país.

   “Nuestra Bolsa participa desde un primer momento en la creación del Consejo Agroindustrial Argentino. Inició con más de 30 instituciones y hoy somos más de 45 y entre todas elaboramos un plan para aumentar las exportaciones y crear nuevos puestos de trabajo”, remarcó.

   -¿Qué cifras se manejan?

   -Hablamos de un nivel de exportaciones que ronda los 100 mil millones de dólares, que permitirá crear alrededor de 200 mil puestos de trabajo directo y otros 700 mil indirectos.

   “Y, entre todas las fuerzas políticas del país, buscamos conseguir una ley que otorgue estabilidad jurídica y fiscal para quienes decidan invertir en nuevas fuentes de producción que permitan incrementar las exportaciones”, aseguró.

   -¿En qué etapa se encuentra la ley?

   -El Consejo Agroindustrial Argentino mantuvo reuniones con los distintos ministros de Producción y Agricultura, además del ministro de Trabajo de la Nación, representantes de Cancillería y el titular de la Cámara de Diputados y el presidente y vicepresidente de la Nación, entre otros. Hemos presentado un proyecto que ha tenido aceptación.

   “Los gobernadores de Santa Fe, Córdoba, Chaco y Catamarca nos han apoyado y en las próximas semanas nos reuniremos con el de San Juan, La Pampa y demás provincias para obtener consenso. Participa toda la cadena agroindustrial, desde la producción primaria hasta los productos elaborados. Nuestra ambición es poder llegar a fin de año con una ley que nos permita aportar lineamientos y estudios de cada cadena de producción”.

   “Participan las empresas más importantes del país, las instituciones de producción, maquinarias agrícolas, semilleras y biotecnologías. Toda la cadena agroindustrial, desde la producción primaria hasta los productos elaborados. Nuestra ambición es poder llegar a fin de año con una ley que nos permita aportar lineamientos y estudios de cada cadena de producción”, finalizó.

 

Un servicio esencial

   “La Cámara Arbitral no paró de trabajar en ningún momento. Hemos estado brindando un servicio esencial para el sector agroexportador. Todo lo que sale del país se hace mediante un certificado de calidad que brinda nuestra Cámara con los análisis realizados por nuestros profesionales”, dijo Alejandro Castro, actual presidente de la Cámara Arbitral de Cereales, Oleaginosos, Frutos y Productos de Bahía Blanca, quien ejerce el cargo desde hace más de 3 años, aunque se encuentra ligado a la institución desde hace 11, cuando ingresó como vocal suplente y también ejerció como vice durante el mandato de Abel Di Meglio.

   La Cámara Arbitral de Cereales, Oleaginosos, Frutos y Productos de Bahía Blanca en Saavedra 636 y cuenta con una delegación en la ciudad de Necochea.

   Es una entidad de derecho privado, concretamente, una asociación civil con personería jurídica. Su comisión directiva, integrada por 14 miembros titulares y 14 suplentes, representan en forma equilibrada a todos los sectores de producción, comercialización e industrialización granaria; es decir a productores, acopiadores, cooperativas, exportadores, molineros, aceiteros y corredores.

   “Hemos tomado recaudos desde el inicio de la cuarentena, cuidando a las personas de riesgo. Implementamos los protocolos que llevan adelante las empresas del Polo, trabajando con dos turnos y todas las medidas de seguridad”, sostuvo. 

   “La Cámara es un organismo conformado por todos los sectores de la cadena agroindustrial y el negocio agropecuario en sí es un poco diferente a todos los demás negocios, porque contiene una serie de parámetros e intervienen calidades y tiempos para determinar algunas cuestiones. Se juzga y resuelve diferendos surgidos entre las partes en, por ejemplo, contratos de compraventa, depósitos, diferencias de calidad y arbitrajes de mercadería, entre otras cuestiones”, sintetizó.

   “Entre pares se intenta resolver un conflicto; ver qué pasó con un determinado tema y tratar de llegar a un arbitraje entre las partes en disputa. La Cámara actúa como Tribunal Arbitral, de árbitros amigables componedores”, contó.

   Castro mencionó a los laboratorios, que juegan un papel preponderante.

   “Tenemos laboratorios en Bahía y en Necochea, y somos una parte de las seis Cámaras existentes en el país. El laboratorio emite el certificado de calidad de lo que se embarca. Por ejemplo, si alguien decide vender maíz, la Cámara avala, con el certificado de calidad, el producto que se está vendiendo”, apuntó, destacado que en la Cámara bahiense ejercen 105 profesionales entre personal administrativo y peritos calificados.