Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Los tradicionales kioscos barcos tendrán nueva vida

Actualmente se trabaja en el relevamiento de los existentes, a fin de evaluar sus estados. La intención es licitarlos.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   A 80 años de su construcción por parte de la municipalidad, al menos tres de los denominados kioscos barco, atractivas construcciones ubicadas en veredas y plazas en distintos puntos de la ciudad, volverán a tener un uso luego de años de estar completamente abandonadas, por caso los ubicados en la plaza Brown, en avenida Cerri al 800 y en la propia plaza Rivadavia. 

   Ese es el objetivo dado a conocer desde la secretaría de Espacios Públicos y Movilidad Urbana que dirige Tomás Marisco, al anticipar a este diario que se trabaja en el relevamiento de los kioscos existentes, a fin de evaluar sus estados y elaborar los pliegos que permitan la convocatoria a licitación para su explotación.

   “La idea es activar los kioscos hoy en desuso, buscando que ayuden al uso del espacio público”, detalló el arquitecto Arrigo Reale, a cargo de la dirección de Planificación Urbana de la mencionada secretaría.

   La convocatoria apunta a que se conviertan en sitios donde se expidan algún tipo de servicio gastronómico rápido, de servicio al paso.

   “A partir de su refuncionalización –son estructuras menores, no pareciera demasiado complejo adecuarlas-- buscamos que generen un espacio que se pueda aprovechar, donde comprar un café o algo para comer, que vaya generando una situación urbana distinta”, agregó Reale.

   Hay, además, una idea de que cada kiosco genere una unidad de trabajo que se pueda cubrir con personal inscripto en la bolsa de trabajo del municipio. 

La historia

   Desde principios del siglo XX en nuestra ciudad existen kioscos municipales en espacios públicos. Primero fueron de chapa, de planta hexagonal, los considerados chinescos o tipo pagoda. 

   Precisamente fue con la idea de reemplazar a ese primer equipamiento que se plantearon los kioscos barco, más amplios, cómodos y modernos, licitada su construcción en 1938, resueltos mediante una novedosa estructura de hormigón armado y mampostería, de líneas art déco, un estilo propio de esa década, de auge en ciudades como Hollywood, Nueva York y Miami. 

   La presentación de los nuevos modelos fue recibida con beneplácito, por reemplazar a los “armatostes de hierro”, calificados como “adefesios edilicios, vetustos y entiestéticos”. 

   Esas piezas eran, además, de reducidas dimensiones y sin ofrecer ningún tipo de cobijo en verano o invierno que las chapas, se decía, “trasmiten todas las depresiones atmosféricas”.

   A pesar del anuncio, todavía quedan en la ciudad algunos de esos modelos, incluso en uso.

   De los nueves kioscos construidos en 1938, seis están en pie. 

   Fueron demolidos los ubicados en Ingeniero White (Guillermo Torres y Belgrano); Punta Alta y uno de la plaza Rivadavia (Alsina y  San Martín). 

   Pero están en uso el de avenida Colón y Vieytes (el primero en ser habilitado), el de la plaza de Villa Mitre y el de la vereda de la Bolsa de Comercio, en avenida Colón y Estomba. 

   En desuso están los de plaza Brown, plaza Rivadavia (Alsina y Chiclana) y el ubicado en la vereda de la Estación Sud.

Porqué barco

   A fines de la década del 90, la puesta en valor del edificio de avenida Colón y Estomba (ex banco Español del Río de la Plata) por parte de la Bolsa de Comercio puso en escena al kiosco existente en esa esquina, cuando se conoció la idea de demolerlo para liberar la vereda. 

   Fue quizá la primera vez que se los denominó “kiosco barco” y se generó una interesante reacción (exitosa) de muchos vecinos por evitar la demolición, lo cual se logró y derivó en que los kioscos fueran inventariados dentro del patrimonio comunal. 

   La denominación “barco” responde a su estilo art déco, un diseño de líneas geométricas y cubierta plana, similar a las cabinas de los barcos. 

   El art déco tuvo la particularidad de ser adaptado para el diseño de trasatlánticos, automóviles, locomotoras, aviones, mobiliario, arquitectura, moda, joyas, juguetes y todo elemento que admitiera un diseño moderno. 

   De la misma época de estos kioscos, y con ese estilo, son las fachadas (todavía de pie aunque maltratada) del ex Palacio del Cine (Chiclana 159), el cine Gran Splendid (demolido, Alsina 129) y la casa Pagano (Mitre e Yrigoyen).