Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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La eterna promesa del 82% móvil y el desajuste del sistema previsional

La relación entre aportantes activos y jubilados debería ser más del doble para poder honrar esa vieja deuda con los pasivos. 

Foto: Archivo La Nueva

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

La baja relación entre aportantes activos y jubilados impedirá que la nueva fórmula de movilidad jubilatoria, que se dará a conocer en las próximas semanas, restituya la pérdida de ingresos que sufrieron los pasivos, al tiempo que se aleja, todavía más, el viejo y jamás cumplido anhelo del 82 por ciento móvil, según un especialista.

Pese a ello, los fallos de la Justicia dejaron bien en claro que ni siquiera en períodos de emergencia -como el actual- resulta posible actualizar los haberes de los jubilados sin una fórmula explícita y, en caso de ser necesaria su suspensión, los mismos no deberían aumentarse menos que lo estipulado por la recientemente promulgada ley 27.551 de Alquileres.

“Un fallo de la Cámara Federal la Sala II de Salta decidió que es necesario que exista una norma para fijar los aumentos pese a la emergencia sanitaria, ya que los aumentos no pueden ser discrecionales, deben ser claras las bases de cálculo”.

“Sin embargo, aún en período de suspensión, la Justicia interpretó, en forma interdisciplinaria, que los haberes no deberían tener un incremento inferior al establecido por la nueva ley de Alquileres, es decir, el que surja del aumento, a partes iguales, de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) y la inflación minorista del INDEC”, señaló el abogado previsionalista Alfredo Bernabei, director jurídico de Alfredo A. Bernabei & Asociados.

La suma de todos los males

El gran problema tras la baja paga a los jubilados sólo conoce por causa la existencia de un añejo problema estructural, profundizado actualmente por la pandemia: la insuficiente cantidad de trabajadores activos formales para sostener, con sus aportes, a los ya jubilados.

“Más allá de que el Sistema Previsional Nacional no es netamente contributivo, ya que sus arcas se “llenan” por los aportes y contribuciones de los dependientes activos y una derivación de impuestos nacionales, siempre es necesario monitorear y no descuidar la variable clave de los sistemas previsionales que no es otra que la relación pasivos sobre los activos”.

Con respecto a este punto, profundizó Bernabei, a diciembre de 2019, había:

  • 8.800.000 jubilados y pensionados (no se incluyen otros beneficios), contra 12.100.000 aportantes (dependientes públicos, privados y autónomos).

  • De acuerdo a los números anteriores, habría por cada jubilado, casi 1,4 aportantes.

Con todo, el balance no da para el 82% (tantas veces prometido y nunca cumplido) salvo que se aporte casi el 60% de su ingreso.

“Si pretendemos el 82% de jubilación, y cada activo/empleado entre aportes y contribuciones ingresa al sistema un 27% de su sueldo, sencillamente se va a necesitar un poco mas de 3 aportantes para financiar una jubilación. O sea, si un activo aporta el 27% de su sueldo al sistema, 3 aportantes serán equivalente al 81% de ese sueldo, que está cerca de la jubilación pretendida. Pero apenas tenemos menos de la mitad de esa cantidad de aportantes activos, por lo que estamos muy lejos”, finalizó Bernabei.