Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Por qué el 2 de Julio es el aniversario de Punta Alta

Se trata de un trabajo de la museóloga Ana Florencia Rechiman.

Fotos: Rolando Ramos-La Nueva.

Por la museóloga Ana Florencia Rechiman

   Era agosto de 1832 cuando un marino británico, Robert Fitz Roy, comandando el Bergantin Cruizer “Beagle” llega a Bahía Blanca, en viaje de estudios topográficos por orden del Almirantazgo inglés. Como parte de su tripulación llevaba cartógrafos, topógrafos y hombres de ciencia y entre ellos iba Charles Darwin, joven estudiante egresado de la Universidad de Cambridge.

   Este joven científico realizó sus investigaciones naturalistas recorriendo desde Patagones hasta Bahía Blanca, y cuando llega a la Punta Alta y a Las Rocas (farola Monte Hermoso) encuentra un verdadero depósito de fósiles de especies extinguidas de mamíferos y megamamíferos. Al siguiente año regresa a Punta Alta , estos sitios eran demasiado valiosos para dejarlos de lado; partes de fósiles afloraban en los acantilados, eran restos de animales que habían vivido en la pampa argentina.

   Paralelamente todos los datos topográficos recogidos por la expedición del Capitán Ricardo Fitz Roy en la ría de la Bahía Blanca fueron sin duda la base de la que partieron las órdenes del Gobierno Nacional que envió a Europa a sus mejores Jefes navales a elegir naves más potentes que las que contaba la Armada Chilena (construidas en Inglaterra).

   Por ese entonces en Italia se destacaba un Ing. Naval el Alte. Benedetto Brin, que había revolucionado la ciencia naval con un tipo de nave acorazado y veloz dotado de armamentos nunca aplicados.

   La Comisión Naval Argentina enterada de tal estudio se trasladó a los astilleros de Orlado de Liorna. Allí estaban finalizando la construcción del Garibaldi, un crucero acorazado que el Alte. Brin lo presentaba como el tipo ideal para incorporarlo a la Marina Argentina. Facilitó la gestión, la amistad del gobierno argentino con el Rey Humberto I.

   Entusiasmados los integrantes de la Comisión contratan en los astilleros de Ansaldo y Orlando la construcción de otras 3 unidades gemelas. Así fue como al poco tiempo el Capitán de Navío Domec García pudo conducir a Puerto Belgrano los Cruceros acorazados San Martín, Belgrano y Pueyrredón, construidos en tiempo récord.

   Después de la Primera Armada Argentina comandada por el Alte. Brown nuestro país no había tenido una Flota Naval tan eficiente y poderosa.

   A la sazón 2 nuevos hechos importantes se produjeron, la llegada del acorazado San Giorgio que llegaba en visita de cortesía, gemelo de los fondeados en P.Belgrano. Otro hecho relevante fue la construcción en astilleros de Liorna 2 naves similares: Moreno y Rivadavia.

   Por ese entonces reinaba un clima afiebrado ya que parecía que la guerra era inminente. En reunión reservada, por cuestiones estratégicas, se firma la Ley secreta 3450 durante la presidencia de José Evaristo Uriburu.

   Pero felizmente la cordura y el sentir de los dos países hermanos guiaron a los Presidentes Roca y Errazuriz que recurrieron al arbitraje del Rey de Inglaterra.

   Hecha ya la paz con Chile, la Argentina cede a Japón que estaba en guerra con Rusia, el Rivadavia y el Moreno, los cuales pasan a ser Nishin y Kassuga, gesto que le valió a nuestro país la gratitud y amistad del Imperio del Sol Naciente.

   Como el tiempo y el espacio imponen recordación es importante destacar la construcción del Puerto Militar y Baterías, ambas obras contribuyeron en forma decisiva a solucionar el conflicto entre ambos países, sellándose la paz.

   Como nuestro gobierno no contaba con la experiencia ni la técnica para dicha obra recurre a la idoneidad italiana, enviando el Rey Humberto I al Ing.Luis Luiggi que llega a nuestro país en 1898. Acompañaban a Luiggi obreros especializados italianos y españoles en su mayoría y algunos franceses, holandeses y alemanes.

   Así comienza a impulsarse y toman un ritmo vertiginoso las obras planificadas del Puerto Militar de Puerto Belgrano (dique de carena, muelles y arsenales) y las Baterías que custodiarían dicho puerto.

   El 2 de julio de 1898 se instala el Primer Pilote en las obras del Puerto Militar marcando el comienzo de las obras, de allí que se considere esa fecha como fundacional de la ciudad de Punta Alta.

   A la par de las obras navales también se extienden las líneas ferroviarias que llegaban hasta Bahía Blanca, dado que era fundamental el traslado del material para esta magnífica obra, un ramal llegaba hasta Punta sin Nombre (Baterías) y otro hasta los muelles de P. Belgrano.

   Tanta actividad atrajo la atención de comerciantes que comenzaron a llegar a esta zona y se comienzan a realizar las construcciones de casas de ladrillo, almacenes, hoteles, fondas y comercios de otros rubros, todos a lo largo de las vías ferroviarias por la Av. Progreso (hoy Av. Colón) y cruzada perpendicularmente a esta, la calle Transval (hoy calle Irigoyen). Estos dos ejes determinaron la traza urbana de la ciudad.

   La ciudad fue creciendo con la llegada de militares que provenían de diferentes provincias y fueron radicándose en la ciudad, también atrajo la atención a los pueblos vecinos cuyos pobladores ingresaban como obreros en los talleres de Puerto Belgrano; ellos llegaban con sus familias y así fue creciendo la población de esta ciudad.

   Desde el punto de vista social muchas instituciones se crearon para satisfacer las necesidades de este pueblo: entidades mutualistas como la Asociación Española (1910), la Sociedad Italiana (1911), la Cooperativa Obrera Económica (1913), la Sociedad de Fomento Punta Alta (1920), la Asociación Bomberos Voluntarios (1925), la Coop. Eléctrica (1926). También los vecinos comienzan a nuclearse en instituciones recreativas deportivas y culturales como Clubes de fútbol, básquet, tenis, la Biblioteca Alberdi, y sociedades de fomento de los diferentes barrios. Otros pequeños emprendimientos comienzan a surgir como fábrica de jabón, de fideos, talleres metalúrgicos y algunas imprentas.

La educación también toma un papel relevante en la ciudad tal es así que se impulsa la creación de escuelas primarias y secundarias en los diferentes barrios. Luego iría creciendo la oferta educativa creándose jardines maternales, jardines de infantes, carreras terciarias y últimamente apéndices de Universidades.

   Después de muchos intentos fallidos llega la tan ansiada Autonomía. Fue el Dr. Juan Atilio Bramuglia quien siendo el interventor federal establece por Dto. 4870 la creación del Partido de Coronel Rosales y el 24 de marzo de 1945, asume el Dr. Carlos Gerike como Primer Comisionado Municipal por Dto. 7361.

   Se comienza a estimular la economía local con la producción agropecuaria como así también la actividad portuaria.

   Y a finales del siglo XX se comienza a impulsar el turismo en Coronel Rosales siendo el mayor atractivo Pehuen Co, también toma relevancia el balneario de Arroyo Pareja, y Villa Arias con sus atractivas quintas.

   En la actualidad Coronel Rosales cuenta con innumerables propuestas para el disfrute de sus habitantes y visitantes, además de tener la bienaventuranza de contar con una extensa costa, también ofrece espacios verdes como los parque San Martín y parque Sarmiento, plazas barriales y boulevard de calle Avellaneda y Tucumán, y el paseo de Las Mariposas que son frecuentados para las actividades físicas. A pesar de no contar aún con industrias, el pueblo ha crecido contando hasta la fecha con una población cercana a los 60.000 habitantes.

   Y si de algo nos orgullecemos es de su gente, tranquila y solidaria, tanto los nacidos puntaltenses, como aquellos que eligieron esta ciudad para vivir. Muchos han emigrado pero manifiestan su añoranza por los años de su niñez y adolescencia transcurridos en este terruño, pero cargan en su mochila todos los buenos recuerdos que de este pueblo se han llevado.

   Sin lugar a dudas los puntaltenses somos muy buena gente!!