Repudio a un sitio que difunde fotos de mujeres bahienses sin su consentimiento

Redacción de La Nueva.

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Por Brenda Ghiberti | brenda.ghiberti@lanueva.com

   Tras una denuncia pública, se generó un repudio en redes sociales por un sitio pornográfico que difunde fotos de mujeres bahienses sin su consentimiento.

   Una joven denunció hace una semana en su cuenta de Twitter la existencia una página web que tenía imágenes de mujeres, tomadas de espalda, en distintos lugares públicos de la ciudad. 

    Además, pidió “hacer algo” ante estos hechos. 

      En referencia a este tema, La Nueva. habló con la especialista en derecho informático —quien fue víctima de sextorsión— y abogada platense, Marina Benítez Demtschenko y dijo que no hay delito pero implica una afectación de la imagen, que es un derecho civil (art.53), enmarcado en un caso de violencia machista.

     “Además, contempla el derecho constitucional a la imagen que tiene que ser resguardada de todo uso indebido. En este caso, el uso indebido se da a partir de un tercero que tomó las fotos, sin el consentimiento de la persona y la sube a un portal pornográfico”, contó. 

     Benítez Demtschenko explicó que las páginas pornográficas tienen mecanismos de denuncia a través de formularios que son de rápida respuesta cuando están representadas en material subido por terceros: "En este caso se puede accionar ante la plataforma y solicitar la baja de ese material".

   "Algunas plataformas tienen la opción de eliminar el contenido ante la denuncia por terceras personas, que no son la afectada". 

    Cuando el material es subido por terceros, lo que argumentan también las plataformas pornográficas es que son "simplemente gestoras o alojan contenido, que no tienen responsabilidad en lo que está subido".

   La abogada mencionó que esta es la mecánica que se recomienda porque como "no estamos en presencia de un delito ya que esta conducta no está regulada por el Código Penal, salvo el derecho a la imagen que es no es una normativa frecuente de invocar". 

   Por otro lado, Benítez Demtschenko expresó que el caso mencionado refiere también a una forma de violencia simbólica—uno de los tipos de violencia machista—, tipificada en la ley 26.485, de protección integral hacia las mujeres, entonces al "estar en presencia de vulneración de derechos debería tomarse igual la denuncia en una fiscalía o comisaría, siempre que la hiciera la afectada".

    "No hay que subestimar porque el material que se sube queda de manera permanente colgado en este tipo de portales y además puede llegar a ser descargado, compartido indefinidamente con efecto viralizador", manifetsó. 

    La especialista sostuvo que el foco tiene que estar puesto en la conducta dañosa perpetrada por violencia machista y que la contrapartida es hacer frente, "saber cómo realizar una denuncia a través de un formulario que es lo que requieren estas plataformas. No bajar los brazos ante una respuesta omisiva porque nuestra imagen y en el caso de los derechos digitales (identidad digital, reputación digital, autodeterminación informativa) somos titulares". 

“El machismo se actualiza y se recrudece”

   La letrada sostuvo que hay que tomar postura para cambiar estas problemáticas, no solo por las víctimas sino para cambiar la cultura machista. 

   Si bien la decisión de denunciar o no "siempre es de la víctima", sugiere realizarla porque es una forma de generar registros sobre estos hechos y así dimensionar para que “el Estado se haga cargo de las investigaciones de estas cuestiones, que aún cuando no son delitos hay vulneración de derechos”. 

   Marina insiste con que la vida virtual no es una cosa separada de lo que vivenciamos a diario “donde este tipo de hechos tienen entidad y tienen gravedad”: “No puede manejarse más la excusa de 'no está en el Código penal' o 'tampoco es tan grave'”.

"Una nueva forma de violencia"

      Desde la organización Acciones Feministas expresaron su repudio ante este hecho, donde agregaron que tomaron conocimiento de muchos casos de mujeres de Bahía Blanca y otras localidades vecinas, en donde han usado sus imágenes en redes sociales o plataformas pornográficas. 

   "Así como el acoso callejero donde un varón cree tener el derecho a irrumpir en la privacidad a manosear el cuerpo de las mujeres o emitir los mal llamados piropos —avasallamiento de los derechos de las mujeres y al derecho de decidir sobre sus cuerpos— no nos extraña que con las herramientas virtuales también esta sociedad patriarcal tome imágenes para uso misógino, sin su consentimiento", remarcó Verónica Bajo, integrante de Acciones Feministas. 

   Bajo manifestó que es "una nueva forma de violencia hacia las mujeres" y agregó que debería haber alguna manera de controlar estas modalidades. 

    "Es un tipo de violencia dentro de esta cultura que hace de la pornografía una pedagogía de enseñar maltrato y sumisión a las mujeres".