Geriátricos, COVID-19 y residuos patogénicos: un combo que no tiene que explotar

Redacción de La Nueva.

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Enrique Iommi / Especial para La Nueva.

   Una nota de La Nueva. reveló que en la ciudad hay más de 300 lugares que ejercen como geriátricos. Solo 11 de esos 300 tiene la habilitación correspondiente.

   Sin embargo Marcelo García, dueño de un geriátrico local y habilitado, explicó en LU2 Radio Bahía Blanca que el contagio registrado pudo haber pasado en cualquiera de las instituciones de la ciudad. “Si cumplen el protocolo claramente reducen las chances, pero esto podría haber pasado en cualquiera de los lugares”, dijo en el programa Convergencias.

   “Nadie trabaja para que le vaya mal en algo. Los protocolos son para seguir y somos responsables. Pero si se contagiaron en un hospital puede pasar en cualquier lugar”, sostuvo García.

   ¿Dónde van y quiénes tratan los residuos patogénicos de cada casa de cuidado?

   Son claramente agentes contaminantes. El coronavirus permanece vivo en distintas superficies por más de 72 horas y los residuos de las personas infectadas (incluso fallecidas) pueden generar nuevos contagios. Es decir que, en el caso de la mujer fallecida el lunes, sus residuos podrían seguir contaminando.

   Aquí el problema es inversamente proporcional a los lugares habilitados. Las más de 280 instituciones no habilitadas, casas de abrigo, hogares sustitutos o como elijan llamarse tienen distintas respuestas. Pero hay una que se repite: “Van a la basura”.

   Es decir, se los lleva el camión de la SAPEM AMBIENTAL.

   El titular del sindicato de Choferes de Camiones que agrupa a los recolectores explicó a La Nueva. que con algunos geriátricos pasan con la SAPEM  y se llevan “residuos domiciliarios pero que también hay pañales” y mostró disconformidad.

   “Con guantes y anteojos se pueden levantar pañales porque no están catalogados como residuos patogénicos. No podemos hacerlo en lugares no habilitados. Ahí tenemos una disconformidad. No debemos hacerlo en los lugares no habilitados”, explicó.

   “Soy el primero en preocuparme por los afiliados. Nunca dejamos atrás a nadie y no saber si están tratados los residuos nos preocupa. Vamos a averiguar esto bien, porque las familias merecen tranquilidad y el gremio siempre los cuida”, explicó el dirigente gremial.

   Esto desnuda un problema serio y hasta aquí oculto: ¿Qué se hace con los residuos de los geriátricos? 

   Al terminar en el relleno sanitario donde hay familias generando una segunda recolección, ¿hay posibilidad de un nuevo foco? Urgen respuestas.