“Seguimos dando respuestas en medio de la pandemia”, dijo el ministro Javier Rodríguez

Redacción de La Nueva.

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Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “No digo con habitualidad, porque los barbijos hacen que todo se vea diferente, pero en la provincia de Buenos Aires la cadena del sistema alimentario mantiene su ritmo de trabajo. Cierto es, con un esfuerzo adicional”.

   El doctor Javier Rodríguez, ministro de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires, describió la realidad del sector en plena crisis sanitaria, al tiempo que aseguró que las producciones se desarrollan con los protocolos dispuestos desde las áreas de Salud, en los que ellos mismos participaron.

   “Nos vimos obligados a realizar acciones novedosas. Por ejemplo, se decidió no emitir certificados adicionales para no exigir a los productores, que ya tienen, por distintos motivos y formas, sus obligaciones. Lo único que impulsamos fue la articulación con fuerzas de seguridad en los casos puntuales donde había inconvenientes, pero siempre priorizando los protocolos”, agregó.

   Rodríguez, en videoconferencia con representantes de la Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios (Abopa), también dijo que se creó una ventanilla única, a través del correo del ministerio, que permite realizar cualquier trámite a distancia relacionado con el sector.

Trabajo, con protocolo, en el sector productivo cebollero, en el distrito de Villarino.

   “También generamos prórrogas en las habilitaciones. Lo hicimos con frigoríficos, usinas lácteas, plantas de pescado y demás, sin que esto signifique que se dejen de hacer las inspecciones”, expresó.

   --Más allá de la pandemia, ¿de qué manera están cerca de los productores?

   --Creemos que es indispensable el financiamiento para la producción, pero debe ser razonable, pagable y en pesos. Hoy, las tasas de interés del Banco Provincia para capital de trabajo en lechería son del 31 %, frente al 80 % de septiembre del año pasado. En ganadería estamos en el 34 % y un costo financiero del 40 %, cuando antes era del 91 %.

    “En pandemia también lanzamos créditos para maquinaria agrícola, que tienen un 2 % de bonificación si las empresas están radicadas en la provincia de Buenos Aires. El crédito de 36 meses está a una tasa del 16 % y para 48 o 60 meses en el 20,5 %.

   “Asimismo, hay líneas específicas para la producción ovina de hasta 550.000 pesos para proyectos a una tasa de cero por ciento. ¿La apicultura? Seguiremos con los fondos rotatorios.

   “Tenemos claro que en la provincia hay una variedad muy grande de productores y de tipos de producciones y, en ese marco, es fundamental potenciar todas las producciones y a todos los productores”.

   --¿Cuáles son las expectativas respecto de los cultivos de invierno?

   --Muchas. Hay distintas estimaciones, pero esta semana se difundió una de índole privada (NdR: Bolsa de Cereales de Buenos Aires) con un incremento del 3 % en todo el país. En este caso, insisto en la alternativa disponible de financiación con el Banco Provincia.

   “Para Buenos Aires vemos favorable que la superficie y el volumen de la producción suban. Esto es clave, porque sabemos de la importancia que el trigo en dos sentidos: por las harinas y panificados y por la situación de los productores. Si bien no estamos dando aún datos oficiales, vemos un escenario similar de crecimiento (a las estimaciones).

   “En tal sentido, cuando asumimos creamos el área de Relaciones Internacionales, que no existía. Tiene dos componentes: fomentar las exportaciones, pero también fortalecer las vigentes. Ahora tenemos contactos muy buenos con Brasil y, aun sabiendo del ruido que generan algunas medidas que toman ellos, no impactan en el volumen total de nuestras exportaciones. Además, se están abriendo otros mercados.

   “En la pandemia, hay una tendencia mayor de proteccionismo, que ya venía desde antes. En función de este nuevo escenario mundial por el coronavirus, la Argentina necesita una inserción inteligente. Eso involucra defender el trabajo y fomentar la agregación de valor y generar exportaciones con mayor valor y más mano de obra argentina”.

   --¿Se sigue trabajando en el proyecto sobre fitosanitarios?

   --Sí. Decidimos arrancar con un observatorio técnico sobre agroquímicos. Para cualquier decisión que haya que tomar, es clave que exista un soporte científico tecnológico que la justifique.

   “En la provincia hay 68 disposiciones municipales diferentes y más de 60 sin especificaciones claras, que se agregan a amparos y resoluciones de jueces que fijan otras condiciones. Son muchos escenarios.

   “El observatorio se armó en este febrero y hoy funciona de manera remota. Hay gente de todas las universidades nacionales con asiento en la provincia de Buenos Aires y de otros organismos, como el INTA, por ejemplo.

   “Ya contamos con más de 300 trabajos realizados por organismos científicos tecnológicos. El observatorio los clasificó por temáticas, desde métodos de utilización de los agroquímicos hasta efectos sobre el suelo o el agua. También se han identificado algunos temas en particular, en los cuales aún no había trabajos. Queremos que sea más amplio, con representantes de entidades agropecuarias, de la producción, de los municipios y de la sociedad civil vinculados a esta temática. Luego habrá una etapa de debate.

   “No sé si terminará en una ley o en una norma general, pero estoy convencido en la necesidad de algo con acuerdos y consensos. La prioridad, como ministerio durante este año, es empezar a construir acuerdos mínimos y una homogeneización de los criterios que permitan, al menos, elaborar recomendaciones hacia todos los involucrados”.

“Había un ministerio paralizado”

   “El sector venía con muchos problemas. En los últimos cuatro años se cerraron más de 500 tambos; varios miles de productores porcineros abandonaron la producción y la agricultura familiar estaba en situación crítica”, dijo el doctor Rodríguez.

   “Hacia adentro había un ministerio (de Agroindustria) paralizado, sin orientación ni programas específicos. Y le dimos un giro importante en estos meses. Están disminuyendo algunas producciones, entre ellas la frutícola, que tienen una incidencia muy importante en el empleo y en el desarrollo local, pero ahora las intentamos contener con medidas y beneficios”, añadió.

   “¿El campo? Se trata de un sector esencial para potenciar y desarrollar la provincia; estoy convencido del rol en conjunto del territorio. Pensamos la provincia integrada y no como dos regiones; hay que comprender que cada lugar es importante”, contó.

   “Si bien la situación presupuestaria es compleja, el gobernador (por Axel Kicillof) nos pidió que tratemos de mantener la producción. De hecho, ahora estamos destinando más recursos que antes”, comentó Rodríguez, quien es economista.

   “En particular si comparamos las acciones del Banco Provincia, que vale la pena señalar para entender por qué la entidad ahora puede dar créditos para la producción”, comentó.

   “Esto es porque redujo sus colocaciones en letras del Tesoro nacional. Antes, el Provincia se había dedicado, de manera significativa, a colocar Leliqs, Lebacs y otros instrumentos, pero esos recursos, que el banco capta de las familias, debe ser destinado a la producción”, aseguró.

   “¿Patrullas rurales? Nos parece que el punto clave es la seguridad. Entiendo que articulando y dialogando vamos a conseguir que las medidas sean positivas”, afirmó el ministro, en relación a un eventual proyecto de cambios en esta área.

  Sobre los trabajos en la cuenca del río Salado, Rodríguez dijo que hay demoras ocasionadas por el coronavirus.

   “De todos modos, en el último tiempo las obras estaban paralizadas. Tenían un crédito internacional casi sin utilización, ya que sólo se había afectado el 6 %. Cuando esto se solucione, retomaremos fuerte con las tareas”, dijo.