Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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La Argentina y la gran oportunidad de impulsar zonas francas seguras

El país se encuentra cara a cara con los nuevos desafíos que imponen las tendencias mundiales: comercio lícito y mayor seguridad.

Dr. Esteban Jorge Giudici / Especialista en Derecho  y Política Internacional

  Varios de los países más desarrollados del mundo y también aquellos que han crecido consistentemente durante los últimos años han implementado políticas proclives a la creación y establecimiento de zonas francas en sus territorios, ya que estas pueden ser herramientas muy útiles para facilitar el comercio y atraer inversiones.

   Por consiguiente, recientemente la Argentina ha comenzado a trabajar en la modernización de sus zonas francas, incluyendo a la normativa aplicable en la materia.  

   Acorde a los estándares globalmente aceptados, las zonas francas son áreas designadas en una jurisdicción donde las mercancías que ingresan no están sujetas a aranceles de importación y exportación normales.

   Además, dependiendo de la jurisdicción de la que se trate, varias zonas francas ofrecen ventajas tales como la simplificación de trámites aduaneros y otros servicios, como por ejemplo el alquiler de depósitos donde se pueden ensamblar, empacar y etiquetar mercaderías.

   Sin lugar a dudas, las zonas francas han revitalizado las economías de varios países. Ciudades y estados como Hong Kong, Singapur, Dubái o Panamá son mundialmente conocidos por la eficiencia de las zonas francas que operan en sus territorios, atrayendo así oportunidades comerciales e inversiones que brindan beneficios tangibles a sus respectivas sociedades.

   Sin embargo, durante los últimos años la comunidad internacional ha puesto énfasis sobre ciertas tendencias negativas que han invadido a varias zonas francas en el mundo. En particular, se ha detectado el uso de zonas francas para perpetrar actividades criminales, tales como el comercio ilícito o incluso el lavado de activos.

   Varios reportes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos indican que el mal uso de los puntos de transbordo en rutas de carga a través de zonas francas representa un desafío importante para combatir el comercio ilícito, ya que los delincuentes suelen utilizar estas maniobras para camuflar el origen ilícito de las mercaderías que transportan, como pueden ser medicamentos, tabaco, alcohol o cualquier otro producto.

    Además, según informes del Grupo de Acción Financiera, varias compañías que operan dentro de zonas francas no observan acabadamente a las regulaciones atinentes a la prevención de lavado de activos y la lucha contra el financiamiento del terrorismo, por lo que son propensas a este tipo de problemática. 

   Teniendo en cuenta los amplios beneficios que las zonas francas aportan, varios estados y organizaciones internacionales han desarrollado herramientas para mejorar su transparencia y sistema de gobernanza.

   El objetivo principal de estas iniciativas es propiciar el desarrollo y establecimiento de zonas francas seguras, es decir, de zonas que no queden a merced de grupos criminales dedicados a actividades tales como el comercio ilícito.

   A estos fines, durante los últimos años la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos implementó una estrategia coordinada que culminó muy recientemente con la aprobación de una Recomendación y un Código de Conducta destinados a proveer regulaciones y estándares internacionales en la materia.

   Este proceso se llevó a cabo de manera consultativa con la participación de una gran cantidad de actores interesados provenientes del sector público y privado, incluyendo a representantes argentinos especializados en la materia.   

   En consonancia con este proceso, organizaciones internacionales provenientes del sector privado también tomaron medidas destinadas a consolidar la transparencia y gobernanza de las zonas francas a la luz de los nuevos estándares internacionales.

   Por ejemplo, la Organización Mundial de Zonas Francas (WFZO, por sus siglas en inglés), lanzó el programa de certificación “Safe Zone”, el cual tiene como objetivo testear a las zonas francas que se sometan al programa frente a los estándares internacionales en la materia.

   Por su parte, la Alianza para Combatir el Comercio Ilícito (TRACIT, por sus siglas en inglés) realiza arduas tareas para que los gobiernos reconozcan y adopten a los estándares aprobados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

   La Argentina se encuentra en el umbral de entrada a una gran oportunidad, ya que las medidas que están siendo adoptadas para fomentar la utilización de las zonas francas en el país pueden ser acompañadas de una política que bregue por la incorporación de los estándares internacionales en la materia. De esta manera, las zonas francas argentinas se consolidarán en la legalidad y serán prósperos centros de comercio e inversiones.