Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

¿El trigo nos salvará otra vez? Clima, precio y demanda (casi) asegurada 

El cultivo icónico del sudoeste bonaerense aparece como una solución alimenticia básica y compite mano a mano con la soja. Un fenómeno inesperado en un momento impensado.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   Los precios y la demanda estaban. Faltaba la lluvia. Así entonces, esta semana se registraron entre 75 y 110 milímetros en una amplia región cercana al puerto de Bahía Blanca. A los efectos de evacuar las últimas dudas, el momento no podría ser más oportuno.

   Se trata de la previa de la siembra de trigo que, acaso como pocas veces en los últimos años, promete un incremento de área y, por ende, de (eventual) producción.

   “En esta región el clima influye mucho para la toma de decisiones. Es clave que haya humedad acumulada en los perfiles. Sin dudas, las últimas lluvias han sido muy buenas”, sostuvo Reynaldo Arosteguy, de RyR Agronomía, de Coronel Pringles, en el corazón del sudoeste bonaerense.

   “Además, ya no hace calor y esa humedad no se perderá”, agregó.

Reynaldo Arosteguy, de Coronel Pringles.

   “La mayoría de los productores aseguró que sembrará, por lo menos, lo mismo que el año pasado, pero en realidad casi todos quieren ocupar alguna superficie más”, indicó.

   “Al agua hay que sumarle el buen precio y las alternativas de mercado, donde muchos coinciden en que se mantendrán hasta la salida de la producción (NdR: entre diciembre y enero venideros)”, afirmó Arosteguy, en diálogo con La Nueva.

   La superficie sembrada con trigo en la región en torno a Bahía Blanca, entre las provincias de Buenos Aires y La Pampa, fue de 1.659.800 hectáreas (5,45 millones de toneladas) en la última campaña. En la previa, de 2018/2019, había sido de 1.604.000 Has.

   Con 6,6 millones de hectáreas en todo el territorio nacional, la producción en este enero se pudo cuantificar en 18,8 M/T (-1,1 % versus 2018/2019).

Estas eran las probabilidades de precipitaciones para fines de este abril. Finalmente se produjeron. / Fuente: Carlos Zotelo - Cerzos/Conicet.

   Los trigueros de la zona optan, mayormente, por sembrar variedades de ciclo largo, que van desde el 20 de mayo al 30 de junio aproximadamente.

   Luego están las de ciclo intermedio, desde el 30 de junio al 31 de mes siguiente, en tanto que el ciclo corto se considera para agosto.

   En los tres casos, el factor que pone las condiciones es la lluvia, Se considera que una buena humedad del perfil al momento de la implantación asegura, en un 75 %, el éxito del trigo a cosecha.

   Arosteguy también destacó un reaseguro de la siembra de trigo a partir del importante número de soja sembrada, al menos en el distrito de Coronel Pringles, que también se ha extendido a otros vecinos como Coronel Suárez y Guaminí, por ejemplo.

   “La rotación es clave para el manejo sustentable. Ese factor incide para el productor que pretenda volver a sembrar soja tras el trigo”, explicó.

   La caída del precio de los fertilizantes es otro de los aspectos a tener en cuenta.

   “Mucha gente se está calzando (sic) e intenta vender trigo, aprovechando su buen precio, para pagar los insumos de la gruesa”, señaló.

   “También maneja el tema de los canjes (a cosecha) y de las tarjetas de crédito ante la eventual suba del dólar”, añadió.

   El precio del trigo (disponible) hoy varía entre los 180 y 190 dólares la tonelada. La comercialización se realiza con el dólar oficial (64 pesos, este jueves), a lo que debe descontarse el 12 % de los derechos de exportación: $ 56. Como referencia, el dólar informal se negocia a 120 pesos.

   Esta semana, la soja se comercializó entre los 210 y 215 dólares.

"¿No van a sembrar?"

   “El mercado tiene, hoy, tres certezas: que el trigo sigue firme; y que el  maíz y la soja están con respiradores artificiales”, manifestó Leandro Pierbattisti, consultor internacional de mercados granarios.

   “Les pregunto a los productores: ¿no van a sembrar trigo?”, dijo.

   “Si es por el clima se puede entender, porque he visto algunos mapas sobre agua útil, sobre todo en el norte de la provincia de Buenos Aires, pero en el precio declarado, hoy, estamos a 214 dólares FOB, cuando el año pasado eran U$S 204. Y en el mercado físico podemos ir desde los 165 a los 175 dólares, también como en 2019”, agregó.

   Para Pierbattisti, estamos en un momento de inflexión del mercado triguero. Casi todo como consecuencia del incremento en los gastos de alimentación. O de la pandemia. O del confinamiento social.

Leandro Pierbattisti, consultor de mercados granarios.

   “En Europa y en la Argentina escasea la harina en los supermercados. Pero aún a sabiendas de que sobra, en el Viejo Continente el aumento de precio es considerable”, contó.

   “El coronavirus cambió la manera de ver los mercados y ahora no importa tanto la oferta disponible, sino la oferta comercial; y si esa oferta está disponible en el momento y en el lugar”, relató.

   Pierbattisti, en una videoconferencia convocada por la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, insistió en que la demanda hoy quiere un producto que sobra, pero no está en el lugar indicado.

   “Eso pasó en marzo cuando la gente fue, con pánico, a comprar harina, fideos, polenta, arroz y todos los productos de primera necesidad y se produjo una ruptura de stock”, añadió.

   “El mundo occidental, rico y desarrollado ha ejercido, durante 40 años, una logística de flujo tenso, en la cual no se privilegian los stocks porque generan pérdidas. Por eso hay que tener la menor cantidad de mercadería y en constante movimiento. Es brillante”, sostuvo.

   “Pero si en algún momento sucede algo extraordinario esa logística se rompe. Y por eso pasa lo que sucede hoy”, afirmó.

   Pierbattisti comentó que en los países importadores de trigo el problema es el confinamiento.

   “En Africa, por ejemplo, es difícil hacerlo porque más de dos tercios de la población no puede trabajar en la casa y se tiene que movilizar e ir a las panaderías para buscar alimento. Al ser un producto de primera necesidad, el trigo pasa a tener mayor demanda respecto de la carne o de las legumbres”, dijo.

   También comentó que, hoy, hay más existencia respecto de 2007 y 2008.

   “Y hay demanda de trigo y de países donde el Estado es el comprador. Ellos sufrieron aquellos años y por eso en marzo y en abril empezaron a comprar reservas estratégicas. ¿Para qué? Para que la gente pueda tenerlo, porque hay sociedades donde si no hay pan se produce una revolución social”, explicó.

   Pierbattisti dijo que Egipto anticipó una compra de 800.000 toneladas; Sudán de 200.000; Arabia Saudita de otras tantas e Irak de 250.000 Tns. “Esto pasa hoy en el mundo. Por eso el precio está firme”, aclaró.

"El coronavirus cambió la manera de ver los mercados. Ya no importa tanto la oferta disponible, sino la oferta comercial", dijo Pierbattisti.

   Respecto de Egipto, la referencia es que el Estado importa anualmente 7 millones de toneladas, en tanto que unos 5,5 M/T lo hacen los privados.

   El consultor recordó que más del 70 % del trigo se destina al consumo humano (mayormente en harina) y el 20 % para alimentación de animales.

   En el caso de la cebada, es el 70 % para alimentar animales y el 25 % para malta. “Pero el consumo de la cerveza, cuyo 38 % se realiza fuera de los hogares, registra una importante caída”, sostuvo.

Los márgenes brutos 

   De acuerdo con un informe publicado esta semana en el Reporte Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, se aguardan márgenes positivos para la campaña de fina para una relación insumo-producto.

   Desde el punto de vista agronómico, las escasas precipitaciones de este verano provocaron una aceleración en el desarrollo de los cultivos de cosecha gruesa, lo que permitió liberar los lotes de manera anticipada y lograr un buen barbecho, algo que se ha consolidado en el promedio de 100 milímetros caídos durante lunes y martes, al menos, de esta semana.

   En el informe de la Bolsa de Cereales se concluye que los principales insumos relacionados con la producción registran caídas de hasta el 17 % en sus precios en dólares.

Márgenes brutos de trigo para la campaña 2020/21. / Fuente: www.bcp.org.ar

   El caso de los fertilizantes, un aspecto clave para dar un salto de calidad en la producción, es uno de los más notorios.

   Se prevé un leve incremento en el área destinada al trigo al tiempo que una leve caída en el caso de la cebada. Es decir, una suba prevé, de acuerdo con las estimaciones, compensar esta última disminución.