Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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La necesidad de una reforma estructural

Quince años sin crecer, una sucesión de fracasos, el aumento desmesurado del número de pobres, una inflación estructural... Escribe Ernesto Tolcachier.

Reflexionando sobre nuestra idiosincrasia, encontré una palabra adecuada a  nuestro carácter representativo y ella es “atipicidad”.
Es que nuestro pobre individualismo, caracterizado por el brillante  Jorge Luis Borges en la revista Sur y su peculiar denominación de una fracción como incorregibles, a una expresión de que “estamos condenados al éxito”.
El momento actual y la acumulación de un derrotero interminable de default nos  llenan de reconocimiento como deudores seriales en una real y vergonzosa calificación.
Quince años sin crecer, una sucesión interminable de fracasos, el aumento desmesurado del número de pobres, una inflación estructural desde hace décadas, falta de inversión, la proximidad del default y una crisis de confianza que se prolonga sin solución de continuidad.
Nadie nos cree y vivimos  en una crisis  de confianza
Reflexiones:
 Nuestros modelos. 
1) Un futbolista  de conducta vergonzosa, conocido en el mundo por  sus extravagancias. 
2) Una sucesión interminable de políticos  demagogos, incapaces en eterno derrotero de fracasos, inexplicablemente seleccionados por un número importante de la población.
3)  Nuestros  grandes  próceres como José de San Martin, buscando la paz eterna en otros países.
4) Artistas e intelectuales como Atahualpa Yupanqui, Astor Piazzola, y el célebre Jorge Luis Borges alejados de las extravagancias insoportables de  una sociedad que no respeta principios básicos de convivencia.
Un país que se declaró independiente en 1816 y tardó tantos años en constituir la unidad nacional, recién en  1853, y la sanción  de la Constitución Nacional el 1 de Mayo de ese año, consolidando  esa unidad y el progreso.
Es que siempre vivimos   en la excepcionalidad  y la emergencia, llevados por la inmediato y lo mas fácil, no pagando deudas, sin estabilidad ni respeto por los compromisos contraídos.
Un cambio básico y contundente es necesario, y pienso posible, con honestidad y disciplina.
Apelando al sentido común, así no podemos seguir, la situación es  muy preocupante, agravada por la pandemia con desequilibrios  macroeconómicos, con persistentes déficit fiscales, que ya son de carácter estructural.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, argentina mas que nunca  precisa comenzar a encarar reformas estructurales.

Enresto Tolcachier es abogado. Vive en Bahía Blanca.