Coronavirus en el parque eólico: “En Villarino se actuó a derecho en todo momento”

Redacción de La Nueva.

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Juan Ignacio Schwerdt / jschwerdt@lanueva.com

   El subsecretario de Gobierno de Villarino, Martín Ravanesi, dijo que ese municipio no se reprocha lo sucedido en el parque eólico Vientos del Secano -donde se detectó un importante brote de Coronavirus durante esta semana- ya que, enfatizó, “se actuó a derecho en todo momento y con los protocolos que corresponden”.

   “Desde Bahía no nos han transmitido malestar ni nada por el estilo acerca de lo sucedido -dejó en claro-, y nosotros no tenemos nada para reprochar. Cada una de las medidas que tomamos fue pensada en función de la prevención y el cuidado de nuestros vecinos, y se ajustó a derecho”.

   El debate se disparó esta semana luego de que trascendiera que los nuevos casos de COVID-19 detectados en Bahía Blanca corresponden a personas que, si bien trabajan en la obra del parque eólico de Villarino, no podían pernoctar en ese distrito a causa de que la comuna cerró por casi dos meses hoteles, cabañas y alojamientos similares. 

   Hoy, de hecho, se recuperan de la enfermedad confinados en Bahía, situación en la que también están 8 personas con las cuales estuvieron en contacto directo.

   “En Villarino la investigación epidemiológica también nos llevó a aislar personas: son 6, acompañadas por sus respectivas familias, en la zona de Mayor Buratovich y Pedro Luro”, detalló Ravanesi.

Martín Ravanesi.

   En el parque estaban trabajando unas 100 personas en el momento en que se produjo el brote, pero el funcionario aclaró que 23 integran el grupo de los contagiados y sus contactos estrechos.

   “Son empleados de las empresas tercerizadas Tel3 y Electrodocta, que tenían un contacto fluido entre sí porque estaban trabajando específicamente en la obra de la subestación de energía. Con el resto de los obreros, que estaban en otro sitio del parque, no tuvieron contacto. Esto surge de la investigación que hizo en el propio parque Región Sanitaria I”, indicó.

Parque eólico: aún no se determinó si los contagios fueron en Villarino o Bahía Blanca

   Ravanesi remarcó que el municipio relevaba en forma periódica que se cumplieran los protocolos, y nunca hubo problemas.

   “Por eso ahora Región Sanitaria está trabajando para determinar cómo y dónde se produjeron los contagios. Hay que esperar los resultados de la investigación. Mientras tanto, la obra está cerrada; y, mientras sigan apareciendo casos, va a continuar así”, señaló.

La clausura del hotel termal de Pedro Luro, el hecho que provocó que las empresas decidieran trasladar a sus empleados a Bahía Blanca.

La cronología que explica por qué los empleados terminaron en Bahía Blanca

   El 17 de marzo -tres días antes de que se decretara la cuarentena total a nivel nacional- el municipio de Villarino había decidido suspender la actividad hotelera y el alquiler de inmuebles con fines turísticos.

   “Aquella medida la propuso el Comité de Crisis para tener controlados lo que considerábamos dos 'puntos rojos' (actividades de riesgo): la obra del parque eólico y el comercio internacional de cebolla. Entendíamos que, si no hacíamos eso, no sólo íbamos a tener el ingreso constante de personas extrañas al partido, sino también su permanencia”, explicó.

   “En aquel momento les dimos un tiempo prudencial a las personas para que dejaran los hoteles y volvieran a sus respectivos domicilios de origen. Luego se hizo una fiscalización y comprobamos que habían cerrado todos, incluyendo el hotel termal de Pedro Luro. A la par, dispusimos cerrar los galpones de empaque de cebolla”, añadió.

   El 20 de marzo se dispuso la cuarentena total en el país, pero se exceptuó de la misma a las industrias de producción y procesamiento de alimentos, con lo que los galpones volvieron a abrir.

La obra Vientos del Secano, en momentos en que se estaban ejecutando las bases de los aerogeneradores.

   “Pocos días después, el 6 de abril, por la decisión administrativa Nº 468, se exceptuó de la cuarentena a las obras de energía. El 10 de abril Envision Energy nos solicitó reanudar la obra el día 13”, recordó Ravanesi.

   La respuesta del municipio fue que no podían contradecir una disposición nacional, pero le reclamaron a la firma que elevara un listado de las empresas tercerizadas que iban a ingresar al parque, con los datos de cada uno de sus empleados, y qué protocolos iban a aplicar.

   “Días después presentaron la información y firmaron una declaración jurada en la que dejaron en claro que a la obra ingresaría el 50% del personal; es decir, unas 100 personas”, detalló.

   La actividad de los hoteles, sin embargo, aún estaba vedada (el 8 de este mes se reanudó y en la víspera volvió a prohibirse). 

   “La empresa lo sabía, pero a los pocos días detectamos que estaban alojando a parte de su personal en el hotel termal de Pedro Luro. De inmediato se dispuso la clausura, y les dimos tiempo para que entre las 20 y la medianoche de esa jornada las personas alojadas se retiraran de allí”, agregó Ravanesi.

   El funcionario reveló que el municipio no investigó dónde terminaron las 8 personas desalojadas.

   “Tenían libre circulación porque estaban exceptuadas por decreto presidencial, y debían retornar a sus domicilios. Ahora, si esa noche terminaron pernoctando en Bahía Blanca, lo desconozco. Y, de haberlo sabido, tampoco habríamos podido evitarlo”, subrayó el subsecretario de Gobierno.

Los controles en el kilómetro 714 de la ruta nacional 3.

   Tras su desalojo y posterior radicación en Bahía Blanca, los profesionales debían pasar diariamente por el puesto de control del kilómetro 714 de la ruta nacional 3 cada vez que iban a trabajar al parque. Consultado al respecto, Ravanesi negó haber tenido acceso a esos datos.

   “Esa información nosotros no la tuvimos -dijo a La Nueva-. Nunca tuvimos comunicación con Bahía Blanca para determinar si estaban hospedadas ahí. El personal de Tránsito municipal, policía y Gendarmería (en el puesto de la ruta 3) solamente verifica los permisos de circulación. Pensemos que por allí pasan 5 mil vehículos por día, y no menos de 1.500 aún en cuarentena. El que acredita tener permiso y pasa los controles, tiene derecho continuar viaje”, señaló.

   El funcionario agregó que en ese momento no había ningún caso sospechoso entre quienes trabajaban en el parque eólico.

   “Y otro dato no menor es que es usual que las empresas del sector de las energías renovables alojen a su personal en Bahía Blanca para enviarlo a distintos parques de la zona. Es algo muy común, que no llama la atención”, dijo.

   “Estas empresas se ocupan de temas muy específicos, y hay pocas. Entonces se ocupan de brindar servicios en varios parques, como puede ser el de Corti, Vientos del Secano o los de Trelew. Por eso muchas veces hacen base en Bahía Blanca, y desde allí se mueven por una amplia zona”, añadió.