Villarino: el Empromuv derivará al área de Salud los fondos de certificación de la cebolla
La campaña del ente mixto propiciado desde el municipio, recientemente conformado, coincide con el inicio de la exportación. La inversión se destinará a mejoras de las instalaciones de los hospitales y a la compra de insumos.
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Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com
En el actual contexto, desde la municipalidad de Villarino se decidió sumar un flujo de fondos para dar respuesta a la crisis sanitaria.
“El intendente Carlos Bevilacqua entendió que era lo que debíamos hacer en este momento”, dijo Gonzalo Silva, secretario de Gobierno comunal.
El formato elegido es a través del (recientemente conformado) Ente Municipal de Producción de la Municipalidad de Villarino (Empromuv) que, tras un convenio con el Senasa, comenzó a realizar la inspección y certificación de la cebolla de exportación.
La decisión se produce, justamente, en el momento de uno de los picos de salida de la producción con destino a Brasil.
Gonzalo Silva, secretario de Gobierno de Villarino.
“Aún no tenemos cuantificado el dinero de la recaudación que irá a Salud”, admitió Silva.
“Dependerá de la cantidad de camiones cargados que pasen por el Empromuv, ya que además del municipio también certifica Funbapa, como lo ha hecho siempre”, aclaró.
Silva --en diálogo con La Nueva.-- comentó que en el mes de febrero se habían certificado cinco camiones con cebolla temprana pero que, a esta semana, ya se habían aprobado más de 100 equipos para exportación.
Primero lo local
El Empromuv comenzó a gestarse, en 2019, como una forma de proteger a la producción local.
En coincidencia, en septiembre último el ministerio de Agricultura de la Nación había excluido la certificación de la cebolla en origen, lo que aceleró, naturalmente, el proceso de conformación del ente mixto.
“Los gobiernos siempre fueron acompañando y trabajando en conjunto con las distintas asociaciones de productores, pero nunca con una política pública de protección de la producción local”, afirmó Silva.
“Algunos apícolas, por ejemplo, vendían la miel en barriles en Tandil y, luego, allá se la fraccionaba con el rótulo de un producto de Tandil”, ejemplificó.
“Con aquella resolución del ministerio se ponía en riesgo la principal fuente de trabajo de la zona sur. Hay tres localidades involucradas, como Luro, Ascasubi y Buratovich, donde los galponeros dan mucha mano de obra durante la producción cebollera. Se presumía esa preocupación y decidimos ocuparnos del tema”, dijo.
El Empromuv está compuesto por el municipio; la Asociación de Productores Rurales Villarino Sur (Aprovis); la Asociación Ganaderos de Villarino Norte para la Sanidad Animal, Zona Norte (Agavisa) y la Asociación de Productores Hortícolas del Sur Bonaerense (Aprhosub).
La presidenta del organismo es la ingeniera agrónoma Leticia Reiser, en tanto que el contador Miguel Diez es el vicepresidente.
Leticia Reiser, titular del Empromuv.
“Lo registramos a fines de 2019 y se terminó de constituir en enero de este año. Ahí hicimos el convenio con Senasa, donde se dejó de lado la resolución anterior y ahora tenemos la facultad de ser un ente de certificación en origen”, indicó.
“Hoy, a través de área de Agroindustria municipal, hacemos la inspección en el galpón que va a exportar, se certifica y se pasa todo al Senasa, que verifica con muestreos del fitosanitario correspondiente y, finalmente, los camiones salen con el estampillado, el DTV de trazabilidad y demás”, explicó Silva.
El Empromuv funciona en el parque industrial de Mayor Buratovich.
“Ahora estamos gestionando una zona aduanera primaria. Es decir, que el camión que salga de acá no tenga que hacer aduana en frontera, sino que podría pasar en forma directa. Obviamente, este trámite ahora está demorado porque la prioridad pasa por la crisis sanitaria”, aclaró.
El intendente Carlos Bevilacqua pasó por la sede del Empromuv.
El funcionario no descartó, para un futuro mediato, que el Empromuv también se encargue de la certificación de otras producciones regionales, tales como miel u otras hortícolas.
“Somos rigurosos con los protocolos”
Antes del decreto presidencial para la cuarentena, en el distrito de Villarino se había dispuesto el aislamiento total hasta el martes 31 de marzo.
“Nos habíamos reunido con los galponeros y llegamos a un acuerdo para sostener la fecha del 31, más allá de que la actividad productiva había sido exceptuada por ser generadora de alimentos esenciales. Fue un gesto de ellos hacia la comunidad, ya que todos los comercios estaban cerrados”, dijo Silva.
“También nos reunimos con autoridades del partido de Patagones, ya que allá también hay galpones y sacamos un decreto respecto de los requisitos sanitarios”, agregó.
Las instalaciones del Empromuv.
“Por ejemplo, se dispone con exclusividad de un baño químico para el chofer del camión que llega con la carga y que, además, casi no tenga contacto con la gente del lugar”, explicó.
“En los galpones se trabaja con la mitad del personal a los efectos de poder mantener las distancias, todas las personas están con barbijos y, al final del día, se debe hacer una desinfección integral. Somos muy rigurosos con los protocolos porque es la forma de evitar el contagio”, sostuvo el funcionario.