Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Se mostró arrepentido uno de los que se sacó una foto junto al féretro

Claudio Fernández fue quien pidió disculpas.

   La imagen de tres empleados de la funeraria que brindó el servicio tras la muerte de Diego Armando Maradona ​posando junto al féretro abierto y uno de ellos, con el pulgar levantado y otro, el más joven, esbozando una sonrisa generó repudio y, por consiguiente, uno de ellos salió a pedir disculpas.

   "Estábamos acomodando antes de llevarlo, y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y sacaron la foto. Pido respeto y perdón a todos. Mirá que hice servicio al papá de Maradona, al cuñado... estuve con Maradona en vida cerca, no lo hice en vida siendo mi ídolo. No lo voy a hacer de fallecido. No es mi intención. Sé que mucha gente se ha ofendido, lo han tomado mal, sé que molestó", dijo Claudio Fernández, en declaraciones a Radio 10.

Lo que dijo el abogado Morla

   El empleado de la funeraria argumentó que la foto no fue sacada de su teléfono y que, pese a lo que se aprecia en la imagen, ni él ni su hijo posaron de manera intencional.

Diego Molina, uno de los que se sacó la foto.

 

   "En ese momento estaba pensando, con los nervios de que quede bien Maradona. Si vos ves la foto, justo levanté la cabeza porque me dijeron: 'Flaco'. Fue algo instantáneo.​ Soy de las personas que no piensan en sacar fotos con féretros y fallecidos, por respeto. Jamás pensé que lo iban a subir o pasar a un grupo", agregó.

   Fernández, que trabajaba con Pinier hace más de 7 años manejando el coche fúnebre y preparando los cadáveres antes de los velorios, desligó a la empresa del escándalo: "Tampoco tienen la culpa ellos. Les saco responsabilidad. Pinier ya trabajó con la familia Maradona y Villafañe. Jamás hemos tenido ningún problema, pero bueno".

   Según contó, desde que se viralizó la foto no paró de recibir amenazas telefónicas de un grupo de la hinchada de Argentinos Juniors.

   "Me conocen porque soy del barrio. Me dicen que nos van a matar, que nos van a romper la camioneta, que mis hijos...", señaló Fernández, quien posó junto a su hijo Ismael y a Diego Molina.

   Desde la casa de sepelios Piner, uno de los hermanos que trabajan en la empresa familiar explicó lo que sucedió.

   "El cuerpo lo preparamos entre tres de los cuatro hermanos que estamos en la empresa junto a mi papá. En ese interín que salimos de la sala velatoria para hablar con la policía para coordinar el traslado del cuerpo a Casa Rosada fue donde estas personas se sacaron las fotos. Fueron dos minutos que estuvieron solos", le dijo a La Nación.

   "Cuando vimos las fotos -aseguró- nuestra reacción fue llorar, llorar y llorar. Mi hermano Diego, que es el dueño, está en su casa devastado. No sabemos qué hacer. Tenemos muy buena reputación porque somos muy educados y le dedicamos la vida a nuestro trabajo".