Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

El legado de Néstor Kirchner y el recuerdo de ATSA, entre otros gremios

En el 10º aniversario de la muerte del expresidente, los sindicatos lo homenajearon citando algunos logros a partir de 2003. Le devolvió la dignidad a las mayorías.

   El crecimiento económico sostenido de la Argentina fue uno de los logros más reconocidos, durante su mandato, del expresidente Néstor Carlos Kirchner, quien asumió el cargo el 25 de mayo de 2003 y cumplió el período de cuatro años, hasta el 10 de diciembre de 2007.

   Néstor nació el 25 de febrero de 1950 en Río Gallegos, pero alcanzó notoriedad como político y abogado, habiendo ejercido también el cargo de gobernador de la Provincia de Santa Cruz, desde el 10 de diciembre de 1991 hasta el 24 de mayo de 2003.

   Sus logros salientes abarcan a sectores como la industria -10,3% de crecimiento anual-, los Bancos (incrementaron sus depósitos), las exportaciones -crecieron 4 veces su volumen anual-, la tase de desempleo (se redujo del 17,3% al 7,9%) y el acercamiento con las organizaciones sociales.

   Además, tuvo la virtud de renegociar la deuda externa, que en 2001 había colocado a la Argentina en default (cesación de pagos) y llegó a un acuerdo con organismos acreedores (2004) internacionales y tenedores de bonos, negociando grandes quitas en el capital de la deuda mediante canje de deuda.
Precisamente, el 3 de enero de 2006, la Argentina abonó totalmente su deuda con el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno de España.

   A Néstor se le reconoce  por haber implementado el Plan Nacional de Regulación del Trabajo, orientado a combatir el trabajo no registrado, verificación de las condiciones laborales que garanticen los derechos del trabajo y la protección social.

   Y restableció las paritarias anuales que se encontraban congeladas por más de una década, devolviéndole al Movimiento Obrero una gran herramienta para defender su economía.

   Promovió la reindustrialización nacional que se encontraba prácticamente estancada, lo cual permitió la expansión de gran cantidad de industrias productivas y el crecimiento de su recurso humano, generando un gran impacto positivo en el Movimiento Obrero.

   Significativo también resultó la implementación de la Ley Previsional (jubilación anticipada), con Sergio Massa como director del ANSES, permitiendo acceder a una prestación jubilatoria a aquellas personas que tenían los aportes pero les faltaban años para cumplir con el plazo legal.

   Así, los trabajadores se incorporaron a un sistema que los había exlcuido: habían sido apartados por las privatizaciones y la desidia de gobiernos anteriores.

   Para destacar, además, la reapertura de los juicios por crímenes de lesa humanidad durante la dictadura, en la que se condenaron a varios cientos de represores.

   Su agenda incluyó aciertos como el Programa Nacional de Lucha Contra el Sida y medicamentos al 100%  en los tratamientos.

   En materia de energía, apuntaló el Plan Nuclear con la finalización de la Planta Nuclear Atucha II.

   Y en educación, entre otros temas, se aumentó en un 709% el presupuesto del CONICET, y se desarrolló la capacidad de construir satélites de Investigación propios, creados por ARSAT.

   Néstor promulgó la Ley de Financiamiento Educativo, que otorgaba un crecimiento paulatino del presupuesto para educación, ciencia y tecnología; la de Educación Nacional (escolaridad obligatoria de 5 a 13 años) y la de Garantía del Salario Docente, con un mínimo de 180 días de clases.

   También la Ley de Educación Sexual Integral: el derecho de los estudiantes de recibir contenido de educación sexual en las escuelas del país.

   El legado de Néstor se vio reflejado en muchos gremios, entre ellos el de ATSA -filial Bahía Blanca-, que lo recordaron al cumplirse el décimo aniversario de su fallecimiento. 

   De aquel país fracturado, desmoralizado y endeudado al que tuvo que poner de pie allá por el lejano 2003. 

   Quizá su tozudez patagónica lo llevó a transitar el más glorioso camino al que se dispone un presidente: el de devolver dignidad a las mayorías populares, teniendo al trabajador como sujeto histórico de cambio.