Resurge la batalla entre Nación y Ciudad

Eugenio Paillet

   No es solo el uno y medio por ciento que la Nación le sacó a la Ciudad mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, una imponente suma de más de 25 mil millones de pesos que saldrán de las arcas del municipio porteño para recalar vía manejos discrecionales del ministerio del Interior, al menos la mayor parte de esa suma, en manos del gobernador bonaerense Axel Kicillof.

    La resurgida disputa política de los últimos días entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta se incrementó en las últimas jornadas con dos nuevos temas que dividen al gobierno kirchnerista y a su vecino porteño: uno de ellos es la búsqueda por parte de la Nación de la firma de un nuevo Pacto Fiscal con las provincias, con el que en principio el alcalde de PRO no está de acuerdo. El otro es una pelea más de la política pura y dura y que también encuentra al presidente y a su examigo intendente parados en veredas opuestas como es el proyecto del oficialismo destinado a eliminar las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) del calendario electoral del año que viene.

    Todo se disparó en las últimas horas cuando a despachos de la Casa Rosada y casi en simultáneo al edificio de la municipalidad porteña en Parque de los Patricios llegaron versiones similares: la Corte Suprema de Justicia haría lugar al recurso de amparo extraordinario que interpuso Rodríguez Larreta para reclamar por aquel porcentaje de la Coparticipación Federal descontados a su juicio de manera inconstitucional de los fondos que se reparten entre la Nación y las provincias.

    El alto tribunal fallaría en favor del reclamo de Rodríguez Larreta y obligaría al gobierno central a dar marcha atrás con aquella quita de fondos que había enarbolado como bandera el cristinismo más rancio. Frente a esa disyuntiva que a estas horas parecía consumada, fue que Alberto Fernández se anticipó con una jugada de manual aunque de final incierto. El presidente le puso a los gobernadores a la firma el borrador de un nuevo pacto fiscal, en el que entre otros aspectos hay una que sobresale y no por casualidad. Los mandatarios del interior se comprometen en ese texto a renunciar a cualquier reclamo por fondos a la Nación, sea por coparticipación u otros recursos que aporta el Tesoro, a cambio de recibir ayuda extra para este año y el que viene en materia de fondos para combatir la pandemia y reactivar la economía.

    Larreta no tardó en mandar a sus principales voceros a rechazar la idea del nuevo pacto fiscal justo ahora, mientras por cuerda separada el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, inició una frenética ronda de consultas con los gobernadores peronistas y de la oposición para sumarlos ahora mismo a la firma de un nuevo acuerdo de ese tipo entre la Nación y las provincias.

    “Lo vamos a estudiar, se trata de un nuevo pacto fiscal, pero que no nos corran”, dijo para empezar un habitual vocero del peronismo cordobés que trabaja cerca del gobernador Juan Schiaretti. Un aliado crítico del presidente y del Frente de Todos aunque por ahora no ha sacado nunca los pies del plato.

    Fuentes cercanas al intendente porteño dijeron hoy que ese borrador de nuevo pacto fiscal que ya circula entre los gobernadores “está hecho a la medida” del reclamo de Larreta ante la Corte y que los jueces se dispondrían a darle vía libre. Según esa línea de análisis la Casa Rosada buscaría ganarle de mano a un presunto fallo del alto tribunal y no darle oportunidad al intendente porteño a que pueda negarse a firmar el acuerdo que abrocharían el resto de los gobernadores, incluidos los radicales Gerardo Morales, Gustavo Valdez y Rodolfo Suarez, los tres además de fluidas relaciones con la Casa Rosada.

    “Acá nadie está apretando a nadie ni es una jugada de uno para embromar al otro. Estamos consensuando el nuevo pacto fiscal con las 24 jurisdicciones y eso nada tiene que ver con planteos particulares que se diriman ante los tribunales”, dijo un colaborador directo del ministro del Interior para desactivar supuestas conspiraciones entre el presidente y el intendente de la Ciudad.

    Respecto de las PASO, un vocero del larretismo no se anduvo con vueltas: “Es el gobierno el que no las quiere porque sabe que en agosto pierden y nosotros podemos ir con otras fuerzas políticas al margen de Juntos por el Cambio. Lo de la pandemia es una excusa”, dijo el funcionario.