Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Maduro denunció un ataque armado contra la refinería más grande de Venezuela

Dirigentes opositores habían alertado sobre una explosión en sus instalaciones.

   El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció hoy un ataque armado contra la mayor refinería del país, un día después de que dirigentes opositores alertaran sobre una explosión, sin víctimas, en sus instalaciones.

   La refinería de Amuay, ubicada en el noroeste del país, "fue atacada con un arma poderosa, un arma larga", afirmó Maduro en una conferencia de prensa con medios de comunicación internacionales en el palacio presidencial de Miraflores.

   "Quisieron provocar una explosión" y "derribaron una torre con un nivel de espesor en su acero superior a un tanque de guerra", agregó el mandatario, citado por la agencia de noticias AFP.

   Según explicó, las autoridades investigan qué tipo de arma habría sido usada y responsabilizó por el incidente a "grupos terroristas de Juan Guaidó", el líder parlamentario opositor reconocido como presidente encargado de Venezuela por cerca de 60 países.

   "Maduro, como ya es costumbre, miente; lo que destruyó Amuay y las refinerías fue la corrupción y el saqueo", replicó Guaidó en su cuenta de Twitter.

   Amuay pertenece al gigantesco complejo refinador de Paraguaná, uno de los mayores del mundo, con capacidad instalada para procesar hasta 955.000 barriles por día de crudo y combustibles.

   Además, su capacidad quedó seriamente mermada desde que en 2012 sufriera un devastador incendio tras una explosión que dejó al menos 55 muertos y 156 heridos, en un hecho que hasta hoy no fue esclarecido.

   Por otra parte, su producción está lejos de sus mejores días por el colapso de la industria petrolera en Venezuela pese a que el país tiene las mayores reservas comprobadas de todo el mundo.

   La oferta de crudo del país, que era de 3,2 millones de barriles diarios hace 12 años, está por debajo de los 400.000 en la actualidad de acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

   Su sistema de refinación, con capacidad total para 1,3 millones de barriles diarios, se vio golpeado por la crisis socioeconómica que azota desde hace años al país y en el primer trimestre de 2020 funcionó solo al 12 % de su potencial, según fuentes de la industria.

   Esta situación provocó una aguda escasez de combustibles, que el Gobierno de Maduro ha intentado revertir con respaldo de Irán, que viene enviándole gasolina y otros productos.

   Maduro aseguró hoy que Venezuela tiene "reservas de gasolina para 20 días", al señalar que las refinerías locales están produciendo "30 % más" de lo necesario para consumo interno.

   Si bien Caracas atribuyó el incidente en Amuay a un ataque armado, el diputado opositor Luis Stefanelli, que había denunciado ayer la explosión en la refinería, dijo que el suceso se habría producido por una posible "fuga de ácido fluorhídrico" y acusó a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de "una actitud irresponsable".

   Especialistas y líderes opositores vinculan la caída de la producción de Pdvsa con falta de inversión en infraestructura, negligente manejo y multimillonaria corrupción, pero Maduro sostiene que el desplome se debe a las sanciones financieras que Washington impuso a Venezuela para tratar de desplazarlo del poder.

   No es la primera vez que el líder chavista denuncia ataques armados, negados por sus adversarios, ante eventos como los masivos apagones que paralizaron Venezuela a lo largo de 2019. (Télam)