Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

¿De qué manera nos afecta el humo de los incendios de Australia?

“Excepto por el impacto visual, las consecuencias no serán relevantes. Las partículas están por encima de los 6.000m”, dijo Alejandro Pezzola, del INTA Ascasubi.

Atardecer en cercanías de Bahía Blanca. La consecuencia de los incendios está entre nosotros./ Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   Sólo un efecto visual (hasta el momento). Para disfrute de aficionados a la fotografía, y para los no tanto. Es la principal consecuencia del humo de los incendios que están provocando un desastre ecológico en Australia, a 13.000 kilómetros de Bahía Blanca.

   “La gran superficie que se está quemando libera a la atmósfera una gran cantidad de humo y esas partículas viajan grandes distancias gracias a la circulación atmosférica de latitudes, en la cual se encuentra la Argentina”, sostuvo Alejandro Pezzola, licenciado en Geografía e investigador del área de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica de la EEA del INTA Hilario Ascasubi.

   “Este transporte Transpacífico de humo ha llegado, finalmente, a nuestra región”, agregó.

Pezzola es investigador del área de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica del INTA Ascasubi.

   Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), estas partículas que ingresan a la región están por encima de los 6.000 metros.

   “Esto nos indica que las partículas no disminuyen la visibilidad, y no generan problemas para la salud o, eventualmente, suspensión del tránsito aéreo”, sostuvo. 

   Desde el SMN también se indicó que el humo es transportado por los sistemas frontales que se desplazan del oeste hacia el este.

En la ruta nacional 3, la vista hacia el sur saliendo desde Bahía Blanca.

   “¿Qué consecuencia puede tener? Ninguna muy relevante, solo un atardecer y un sol un poco más rojizo”, se indicó.

   Pezzola confirmó que el humo recorrió más de 13.000 kilómetros y se moviliza muy por encima de eventuales perjuicios para nuestra población.

   “Claramente, no hay meteorología que haga precipitar la ceniza”, aseveró el especialista del INTA Ascasubi.

   “El fenómeno se puede apreciar —con más fuerza— al amanecer y al atardecer, cuando los rayos del sol están oblicuos”, añadió.

El color rojizo del atardecer en cercanías de Bahía Blanca. La consecuencia de los incendios está entre nosotros.

    “Nuevamente se pone en evidencia la importancia de la educación en la prevención de incendios ante los escenarios que se vienen sucediendo. El año pasado, en el Amazonas y en los Estados Unidos, se incendiaron 900.000 y 800.000 hectáreas, respectivamente”, sostuvo.

   “Además, estos megaincendios generan su propia meteorología, agravando más el estado de ignición y propagación del fuego bajo esas condiciones extremas”, manifestó Pezzola.

   El Servicio de Incendios Rurales (RFS), de Australia, afirmó que los incendios estaban siendo propagados por fuertes vientos y temperaturas de más de 35 grados centígrados (40.9°C de promedio en este diciembre).

Así ardía Australia este jueves 9.

   Los incendios han impactado como nunca a Australia. Hasta el momento fallecieron 24 personas (entre ellos varios bomberos); 500 millones de animales muertos; hay más de 1.600 casas destruidas, aunque sin poder realizar un real relevamiento, y casi 6 millones de hectáreas arrasadas por el fuego.

Winschel: “El año más seco desde 1912”

   “En Australia, los incendios forestales y rurales son comunes durante las estaciones de primavera y verano, en particular en la región de Nueva Gales del Sur”, dijo la doctora Cristina Winschel, del Laboratorio de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica (SIG) de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Hilario Ascasubi.

   “Generalmente se extienden de octubre a marzo, dando su mayor índice de peligrosidad en los meses de diciembre, pero este año los incendios comenzaron mucho antes debido a las altas temperaturas, los vientos secos y las conflagraciones provocadas”, agregó.

   Winschel dijo que, en Australia, este fue el año más seco desde 1912 y se estima que el período estival, para esta región, será uno de los más calurosos y secos, lo que aumenta el riesgo en los próximos días.

Cristina Winschel, del INTA Ascasubi.

   Las temperaturas de enero a noviembre fueron las segundas más cálidas registradas y la sequía en Nueva Gales del Sur es particularmente grave, según se indicó desde el Bureau de Meteorología de Australia. 

   La causa inmediata es el clima, se afirma desde el mismo organismo, específicamente un fenómeno conocido como dipolo del Océano Índico o, también, como el Niño Indio, que ha propiciado un período de calor y de sequía.

   En 2019, Australia estableció dos veces un nuevo récord de temperatura. El 17 de diciembre se llegó un máximo promedio de 40,9ºC y, al día siguiente 41,9ºC, sumado a un prolongado período de sequía.

La visión de Sudamérica a través del satélite GOES-16.

   Por otra parte, algunos incendios comenzaron de forma deliberada, como es una de las presunciones que se analizan ahora.

   Ya en el informe del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) de 2007 se advertían cuáles eran los riesgos que traían aparejadas las olas de calor más intensas y frecuentes, cuestión que fue refrendada en un e ncuentro semejante de 2019.

   “Obviamente, la severidad de los incendios, relacionada con las acciones humanas, estaba en carpeta de toda la comunidad científica”, indicó la doctora Winschel.

El fenómeno se prolongará

   Desde fines de diciembre de 2019 hasta este jueves 9, los incendios ocurridos en el sureste de Australia emiten una pluma de humo que se dispersa hacia el este sobre el océano Pacífico.

   Desde la mañana del lunes 6 de enero se observó la intrusión del humo desde el oeste del país. Luego, se observó la pluma sobre la Patagonia hasta el centro-norte del país, como puede observarse en la imagen ubicada a la izquierda.

   El humo proveniente de los incendios en Australia se encuentra localizado en gran parte del país. La atmósfera —según el SMN— se observa particularmente más atenuada por la presencia de aerosoles sobre la provincia de Buenos Aires y alrededor de los 30°S sobre parte de La Rioja, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes.

El tono rojizo conforma la silueta de las arboledas, cerca de Mayor Buratovich. / Gentileza: Alejandro Pezzola

   En general, las estaciones meteorológicas de superficie de la región comprendida por el humo no han registrado reducción de visibilidad, observándose la atenuación de la radiación solar producida por el humo en altura. 

   Por estos días, la pluma de humo persistirá sobre el país desplazándose hacia el este, acompañando la circulación del viento en niveles medios de la atmósfera.

   La ocurrencia de lluvias en los últimos días en el país, en general, y en nuestra región en particular, ha provocado una disminución en la presencia del humo —en la atmósfera— de los incendios. Es posible que el fenómeno continúe en los días venideros. Asimismo, en el centro del Océano Pacífico se continúa observando un área de alta atenuación por humo.