Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

Un análisis gremial sobre las últimas medidas económicas

La referencia es para las resoluciones tomadas por el Gobierno nacional y su repercusión sobre la actividad bancaria. 

Por Fernando García / secretario general de La Bancaria Seccional Bahía Blanca

    El domingo primero de septiembre en horas de la mañana se comenzaba a dar forma definitiva al Decreto de Necesidad y Urgencia número 609/19 en el que estampara su firma -a las 11.37- el presidente Mauricio Macri,  en acuerdo general de ministros y del jefe de Gabinete. Día y hora inusual  para una medida de alto y tanto impacto en una economía argentina que no logra repuntar y que no ha contado con la ayuda de primeros ni de segundos semestres. 

   Posteriormente, ese mismo día, el Banco Central de la República Argentina daría a conocer la Comunicaciones “A” 6770 y la “A” 6771. Previo a ellas el dictado de la Comunicación “A” 6768 por la que las entidades financieras deben contar con la autorización del Banco Central para la distribución de sus resultados.

   Por la primera de las comunicaciones el Central restringió la compra de divisas para las personas humanas hasta U$S 10.000 mensuales para atesoramiento, superado ese monto se requerirá autorización a esa misma entidad. Y se establecieron controles a la compra de dólares de grandes empresas y cambios en la liquidación de los dólares de las exportaciones.

   Por la comunicación que le siguió, se estableció la posibilidad de una extensión horaria en las entidades financieras durante todo el mes de septiembre y de 10 a 17 para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, instándose también a  las jurisdicciones provinciales disponer la ampliación de dichos horarios de atención.

   Una decisión a todas luces violatoria del convenio colectivo bancario y del Decreto 2289/76 que determina la jornada laboral  que debe cumplirse en las entidades financieras.

   Medidas económicas. Control de cambios y deuda. Reperfilamiento y fondos comunes de inversión.

 

Control de cambios y deuda

   Desde la Asociación Bancaria veníamos advirtiendo que la situación económica está en un estado de criticidad complejo. Esta criticidad ha dañado a los sectores sociales más desprotegidos, hubo pérdida del empleo, llegando la tasa de desocupación a dos dígitos, pérdida del poder adquisitivo en salarios, jubilaciones, pensiones y en la asignación universal por hijo.

   Asimismo este modelo económico ha asfixiado a la industria nacional, particularmente a las Pymes y, sumado a ello, un endeudamiento como nunca antes hemos visto. Debemos anexar a lo antedicho una extensa recesión con una inflación interanual de casi 55 puntos porcentuales, lo que nos ha llevado al estado de estanflación. 

   Al mismo tiempo  poníamos especial énfasis sobre la gran fuga de capitales y en la corrida cambiaria posterior a las elecciones Paso que llevaron a liquidar reservas del Banco Central de modo, podríamos expresar, irracional. 

   Debemos recordar que las reservas al 02/01//2019 estaban en 65.825 millones de dólares y en su punto cúlmine el 09/04/2019 en 77.481 millones de dólares.

   Hoy han decrecido a 53.146 millones de dólares y con un endeudamiento que según observó la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) es del 97,7% del PBI del país, siendo la deuda más alta de la región. 

   Solicitábamos asimismo que se debe preservar el sistema financiero para garantizar los ahorros de los argentinos y los sectores productivos, así como también exigimos la reactivación de la economía y consolidación de reservas en moneda extranjera. 

   Por lo antedicho esta restricción cambiaria viene entonces en alguna medida a proteger las reservas del Central, más allá de que la sangría continúa y para el día 3 de septiembre las reservas habían caído unos casi 1.000 millones de dólares. Es que el Central intervino ese día con ventas directas para contener al dólar que finalmente cerró a $58.48.

   Se suma a ello la gran cantidad de retiros de depósitos en dólares. Retiros que fueron alimentados por las declaraciones del Ministro de Hacienda Hernán Lacunza quien invitaba a aquellos que tienen sus ahorros en dólares a retirarlos y colocarlos en cajas de seguridad. Si quisieron crear una sensación de respaldo y seguridad no lo lograron ese domingo. En todo caso crearon  preocupación y en cierto sentido desconcierto. 

   Igualmente muchos ahorristas ya habían retirado  sus depósitos antes de estas medidas. Según declaraciones del Ministro de Hacienda los retiros han ido disminuyendo en el devenir de la semana. Si bien se puede reconocer una estabilización en el valor del dólar y por ende una apreciación de nuestra moneda el costo sigue siendo alto y ese costo son las reservas del Central.

   En cuanto a los fondos comunes de inversión  se debe expresar que la CNV (Comisión Nacional de Valores) aclaró que las personas humanas, es decir aquellos ahorristas individuales que invirtieron en Fondos Comunes de Inversión y que poseían en sus carteras títulos públicos de corto plazo alcanzados por el reperfilamiento de la deuda  no serán alcanzados por el diferimiento de pagos. 

   Aún no se pueden realizar suscripciones y rescates en forma normal. El resultado de la medida fue que al modificar la estructura de los bonos con ello alteró la composición de estos fondos. Se espera que en un plazo de 10 días las gestoras de los fondos tengan solucionado el problema y ya se hayan adaptado a las nuevas normativas.

 Fernando García, secretario general de La Bancaria Bahía Blanca.

 

Respuesta de la Asociación Bancaria

      Atento a la decisión de extender el horario por 30 días, la Asociación Bancaria mantuvo reuniones con las cuatro cámaras que nuclean a los bancos, ABAPPRA, ADEBA, ABA y ABE fijando en esas reuniones su posición y recordando que los trabajadores cumplen órdenes e instrucciones de sus empleadores y por tanto se decide, que ante cualquier tipo de inconveniente, como maltratos o disturbios se paralizaría la actividad de inmediato. La seguridad de los trabajadores debe estar garantizada y es primordial.

   También, el mismo día lunes, se acordó con las Cámaras ABAPPRA y ABE que la jornada de trabajo es de 7.30 horas y la jornada de atención al público de 5, que la extensión es optativa y sólo de ser necesaria y que no puede extenderse por más de una semana, es decir hasta el día viernes 6.

   En caso de optar por esta ampliación de horario sólo debería atenderse de 15 a 17 horas operaciones de depósito y extracción de moneda extranjera y quedaría a disposición el sector de cajas de seguridad.

   En esa misma oportunidad se compromete a estas dos cámaras a abonar las horas extras de los trabajadores involucrados en esas operatorias y además se solicita un bono extraordinario por la pérdida del poder adquisitivo del salario.

 

Extensión horaria en las entidades bancarias bahienses

      En la ciudad y la zona (La Bancaria Bahía Blanca tiene su jurisdicción sobre un vasto sector de la Provincia similar al de la sexta Sección Electoral) en la primera jornada después del decreto presidencial, existió un criterio dispar a la hora de analizar la medida de la posibilidad y conveniencia de extensión del horario de atención al público y por ende la extensión de la jornada laboral de los empleados bancarios.

   En un primer momento el pasado día lunes 2 de septiembre los bancos Patagonia, Credicoop, ICBC, Galicia, Santander y BBVA mantuvieron abiertas sus puertas hasta las 17; Banco Hipotecario lo hizo hasta las 16; y Banco de La Pampa, MACRO, Columbia, Insdustrial, HSBC, Provincia de Buenos Aires lo hicieron hasta las 15, al igual que el Banco Nación que cambió su tesitura posteriormente.

   Ya para el día martes 3, dada la normal afluencia de público a las sucursales, muchos bancos decidieron volver a la jornada normal de atención y sólo se atendió en jornada extendida en el Banco Nación, ICBC, Patagonia y Galicia. Para el día miércoles 4 ya los bancos no optaron por la jornada extendida.

   Podemos concluir que la normal afluencia de clientes y la obligatoriedad de abonar horas extras y policía y/o vigilancia privada adicional deben haber influido en muchas de las entidades para mantener el horario habitual.

   Se debe destacar la férrea posición de La Bancaria en cuanto al pago de las horas extras laboradas, el respeto de los descansos, de las horas de atención y la exigencia de una seguridad reforzada que se requiere tanto para los empleados como para los clientes cuando se trabaja fuera de los horarios normados.

   En cuanto a los clientes, en general mantuvieron un trato respetuoso en todo momento y entendieron que estas medidas no son tomadas por los empleados sino por las autoridades gubernamentales nacionales y las autoridades de los bancos a nivel de las casas centrales.