Perdió a su único hijo, anda en silla de ruedas y nunca dejó de votar

Redacción de La Nueva.

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Por Cecilia Corradetti / ccorradetti@lanueva.com

   “¿Por qué no a mí?”.

   Eso se pregunta todos los días Mabel Irisarri de Pucci, una bahiense de 68 años a quien la vida puso a prueba dos veces y que todos los días agradece el don de estar viva: perdió a su único hijo y desde hace 20 años se desplaza en silla de ruedas por su esclerosis múltiple.

   Y ayer, con optimismo y espíritu de superación, fue una de las ciudadanas que emitió su voto en la Escuela Nº 7 “Sargento Juan Bautista Cabral”, de 19 de Mayo al 300.

   Mabel quedó cuadripléjica, es decir, no mueve ninguna de sus extremidades.

   Cerca de las 11, y en la misma escuela donde minutos antes había votado la candidata oficialista a senadora provincial, Nidia Moirano, su esposo Eduardo ingresó con ella al cuarto oscuro y emitió la boleta que ella eligió.

   “Es una pelea diaria y muchas veces me he preguntado por qué. Pero termino siempre respondiendo por qué no”, reflexiona, para recordar que la mayor desgracia fue la pérdida de su hijo Cristian, en 2008, durante un confuso accidente.

   “Dios te da y también te quita. Pero no hemos perdido las ganas de luchar, levantarnos todos los días con una sonrisa y, hoy, de cumplir con nuestro deber cívico de ciudadanos”, dijo.

   Jubilado de las Fuerzas Armadas y ex-docente, Eduardo, de 70, confiesa que tiene dos grandes motivos para seguir viviendo. Uno se llama Mabel. Y el otro, la justicia que necesita por la memoria de Cristian. 

“Con una pierna”

   Nora Celia Rueda, de 80 años y con andador, también dijo presente ayer en la Escuela 67 para emitir su voto.

   “Hay que festejar la democracia”, dijeron, a coro, junto a su hermano Oscar, de 62.  

   “Tengo los meñiscos rotos, pero aunque tenga que venir con una sola pierna, jamás dejaría de votar”, dijo, entre risas.