Una historia que comenzó en la Galería Peuser

   Fue en la Galería Peuser, el 4 de mayo de 1919.

   La huelga que habían llevado a cabo los empleados de comercio forzó a un núcleo de comerciantes a agruparse para buscar soluciones en conjunto.

   Allí estuvieron, entre otros, Mañalich, Garau, Andrés, Bautsita, Rodríguez Diez, Salvarezza, Camblor. Todos coincidían en la defensa mutua.

   Y poco después concretarían la primera asociación empresaria de Bahía Blanca: La Liga de Defensa Comercial.

   “Los grandes problemas que se presentan y las situaciones que a diario se producen, colocan al comercio en situaciones cada vez más difíciles, las que le obligan a salir, una vez por todas, de la indiferencia que está sumido y a buscar en la unión de sus elementos, la ayuda recíproca que lo haga grande y poderoso”, dijo en la reunión inaugural Florencio Andrés, elegido presidente provisorio de la flamante institución.

   “La presencia de tantos interesados, como los que asisten a esta sesión, demuestra el interés que la Liga de Defensa Comercial ha despertado en todos los espíritus. La problemática y las situaciones que se producen a diario en el Comercio, nos obliga a salir de la indiferencia y buscar en la unión de sus elementos la ayuda que la haga grande y poderosa”.

   Estas eran algunas líneas del acta constitutiva de la entidad y que, entre otros conceptos, reflejan el espíritu de la misma, desde aquellos días hasta el presente.

   Allí, en la vieja galería de O'Higgins 42, comenzaba la lucha en común del empresariado local.

   El 1 de mayo de 1934, por reforma estatutaria, la Corporación del Comercio y de la Industria de Bahía Blanca adopta su nueva denominación.

   Hoy la misión de la Corporación consiste en ayudar al fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa privada y la integración multisectorial, para lograr el desarrollo socioeconómico y el bienestar de toda la comunidad.

   A lo largo de estos 100 años sus presidentes fueron: Florencio Andrés (1919-1919), Baldomero Mañalich (1919-1920), José Víctor González (1920-1922), José A. Aguirre Zabala (1922-1924), José Víctor González (1924-1926), Pedro Claisse (1926-1928), José Víctor González (1928-1930), Adelino Gutiérrez (1930-1941) y Restituto García (1941-1942).

   Luego les siguieron Umberto J. Régoli (1942-1950), Pascual Pastor (1950-1952), Carlos I. Maidana (1952-1954), Mario Salvadori (1954-1956), Mario H. Zuntini (1956-1962), Ramón Arestizábal (1962-1970), Carlos Sosa (1970-1974), Armando Guido Fenizi (1974-1976), Heriberto Di Meglio (1976-1988), Carlos Manuel A. Cano (1988-1990), Diego Nicolás Boonstra (1990-1995), Raúl Galassi (1995-1998), Carlos Eliseo Casanova (1998-2001) y Jorge Bonacorsi (2001 hasta la actualidad).

   La misión y los valores de la Corporación del Comercio, Industria y Servicios consisten nada más ni nada menos que en ser una institución de referencia siendo uno de los representantes más relevantes de la sociedad comercial y civil.

   Promover la generación y potenciación de las iniciativas empresariales productivas, liderar la creación y consolidación de empresas, incentivar el empleo, potenciar como elementos críticos la competitividad y fundamentalmente la sostenibilidad, respetando siempre los valores de la transparencia y ecuanimidad.

   Todo esto en función de ser partícipes del desarrollo económico y social local y regional. Esta consigna ha sido y es la razón de su trabajo, tanto en estos primeros cien años como de cara al futuro. Otro punto fundamental es la integración multisectorial.

   El trabajo mancomunado junto a todas las instituciones sociales, de la producción y los gobernantes son cruciales para logro del desarrollo mencionado. Muchos años han transcurrido, la ciudad y el país se han desarrollado, los mercados han evolucionado y se producen cambios contínuos y cada vez más vertiginosos dentro un contexto cada vez más complejo y competitivo.

   Así, durante toda su historia la Corporación del Comercio, Industria y Servicios de Bahía Blanca ha albergado a una gran cantidad de dirigentes que han trabajado y trabajan motorizados por un espíritu colaborativo, llevando adelante múltiples actividades y gestiones en pos del bien común y del crecimiento económico y social de la ciudad y la región.