Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Insólito: un sitio histórico nacional de Pigüé que la Nación no sabe que existe

Hace unas semanas se denunció que el Monolito a la Primera Conscripción Argentina se encontraba en estado de abandono, pero no se sabía quién debía hacerse cargo de arreglarlo. Fue donado en 1951, pero no figura entre los bienes del Estado.

En la semana, personal de la Guarnición Militar pigüense retiró los cañones del monolito, para su reparación. Fotos: gentileza Comisión de Patrimonio Arquitectónico

 

Hernán Guercio / hguercio@lanueva.com

   El Monolito a la Primera Conscripción Argentina, ocurrida en las sierras de Pigüé en 1896, fue inaugurado el 15 de abril de 1936 y declarado Sitio Histórico Nacional por el Decreto 4.314/51, pero no fue hasta el momento en que el lugar comenzó a venirse abajo, en que alguien se preguntó a quién le correspondía su mantenimiento.

   La respuesta fue decepcionante: a nadie.

   De acuerdo a los registros de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), el lote donde está instalado hace casi 90 años el monumento no pertenece a la Nación; pero, por otro lado, casi 7 décadas atrás fue declarado sitio histórico nacional. Pareciera un cuento chino, si no fuera una realidad bien argentina.

 

   Después de que semanas atrás La Nueva. y la Comisión para la Preservación del Patrimonio Arquitectónico de Saavedra divulgasen -a través de fotos y notas- que el lugar se encontraba en un notorio estado de abandono e indefensión, en los últimos días se llevaron a cabo algunas medidas para su mantenimiento.

   Por ejemplo, personal de la Guarnición Militar de Pigüé se desplazó con un camión y una grúa hasta el lugar -distante unos 25 kilómetros de la ciudad, a los pies de las sierras de Curamalal-, donde retiraron los cañones y realizaron tareas de limpieza.

   Sin embargo, se dejó bien claro que este accionar se debió a una orden recibida desde la superioridad, ya que no es responsabilidad de la unidad el mantenimiento del sitio. También se aclaró que los trabajos se realizarán teniendo en cuenta la importancia del predio y su vinculación a la historia del Ejército.

 

“Nadie tiene a cargo el mantenimiento del Monolito, porque para el Estado no existe”, dijo Sevenants Sánchez.

 

   Por el momento, los cañones serán reparados y puestos en valor en los talleres de la guarnición. Las ruedas y sus rayos de madera serán construidos nuevamente. Si bien no hay una fecha cierta para la finalización del trabajo, se espera que en los próximos días se brinde un estimativo.

   Mientras tanto, se avanzará en los trámites para determinar quién tiene que hacerse cargo a futuro del mantenimiento del lugar y, además, que la AABE incorpore definitivamente al predio del Monolito dentro de los bienes del Estado.

   “Desde la secretaría de Patrimonio Cultural nos confirmaron que la AABE  no posee registros nacionales que se refieran al Monolito de la Primera Conscripción”, dijo a La Nueva. el arquitecto Yamil Sevenants Sánchez, titular de la comisión local. 

 

   “No hay ningún organismo designado para el mantenimiento del Monolito, porque el Estado no lo tiene registrado; no existe”, dijo.

   De acuerdo a la partida catastral 10.837 de la municipalidad de Saavedra, el lote fue cedido el 1 de marzo de 1951 a la Nación por quienes fueran sus dueños en ese momento: Pedro Rivas, Ernesto Sbarbati y José Moscardi. En las observaciones, se indicaba que el lote había sido declarado “sitio histórico, de conformidad con el artículo 4 de la Ley Nº 12.655 y cedido al Superior Gobierno de la Nación”.

 

Entre desórdenes administrativos y desconocimiento

 

   A partir de ahora, explicó Sevenants Sánchez, el propio Estado deberá llevar a cabo las tramitaciones correspondientes. Esto estará a cargo del AABE que, con el seguimiento de la comisión nacional deberá hacer las presentaciones correspondientes. Después, habrá una resolución que designe qué organismo o jurisdicción deberá hacerse cargo del cuidado del Lugar Histórico Nacional.

   “El lote se donó al gobierno en 1951, pero -seguramente debido a un desorden administrativo- se olvidaron de incorporarlo como bien del estado y se perdió. Además, como en su momento la guarnición militar y el municipio lo mantenían por iniciativa propia, nadie reclamó nada”, dijo.

   “Ojalá que no tenga que pasar tanto tiempo para que llegue una respuesta”, añadió.

 

   Para Sevenants Sánchez, a nivel patrimonial existe un gran desconocimiento de los bienes que existen por fuera de CABA y de algunas capitales de provincia.

   “Lamentablemente, esta es una gran deuda. Muchas veces somos quienes vivimos en el lugar, los que terminamos defendiendo el patrimonio local; pero la responsabilidad debería ser del Estado que, ante una consulta de este tipo, debería saber qué hacer”, manifestó.

   Por último, señaló que espera la colaboración de los legisladores y dirigentes de la región para aligerar un poco los trámites.

   “Nadie se comunicó todavía con nosotros”, reconoció.