Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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“El futuro de la carne vacuna no está en el aumento del consumo, sino en la exportación”

Para el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca bonaerense, Miguel Tezanos Pinto, se trata de otra oportunidad. Pidió por una mayor eficiente productiva del sector y celebró la generación de gramíneas.

Producción y exportación, de la mano. / Fotos: Jano Rueda-La Nueva y Archivo LN.

Guillermo D. Rueda
grueda@lanueva.com

   En tiempos en los cuales la disminución del consumo de carne vacuna alcanza valores históricos, una oportunidad a futuro es lo que se impone. Esta es la visión del secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca bonaerense, Miguel Tezanos Pinto.

   “La exportación de carne vacuna es el futuro de la ganadería; por lejos. La atracción de la exportación es nuestro destino y no, claramente, el aumento del consumo”, aseguró.

   “Aunque hoy estemos en un mal momento, más carne total el argentino no puede comer. Sumando las tres principales, entre vacuna, porcina y aviar, está entre los 110 y 120 kilos por habitante por año”, indicó.

Miguel Tezanos Pinto, secretario de AGyP.

   Tezanos Pinto, en diálogo con La Nueva., manifestó que la exportación empezó a traccionar y que, en este otoño, se apreció que la vaca tuvo una alta cotización porque la compró China y en cantidad muy importante (NdR: Argentina exportó alrededor de 550.000 toneladas en 2018; para este año se prevé una suba del 20 %).

   “Incluso, algunos productores, para los cuales la vaca podría haber sido un vientre, ante la falta de liquidez o aprovechando la circunstancia de precio de 40 pesos, que es mucho, dejaron el crecimiento de la hembra de lado y por eso hoy, en principio, estamos amesetados. Pero es algo estacional; la atracción de China fue muy fuerte”, dijo.

   —¿Es preocupante que el consumo de carne vacuna, que hoy ronda los 50 kilos, siga bajando?

   —No, para nada. Nosotros estamos insertos en el mundo, que hoy pide la  carne argentina y aquí incluyo a todas. Debemos pensar mucho más allá de nuestro kiosco, que es de 40 millones de personas. Tenemos capacidad para hacer mucho más.

   “En esta gestión de tres años y medio la provincia de Buenos Aires creció el 10 % en rodeos. Es cierto, estaba devastada; con las vacas tiradas a un costado. Ahora se ha recuperado y existe mucho raygrás, más rotaciones (de cultivos), ya que  el productor no siembra soja en cualquier lado. La idea es dejar un suelo para ganadería y mantenerlo mejor.

   “La decisión (NdR: política, en cuanto a retenciones) de 2015 fue decisiva para volver a las rotaciones, que es lo que nos enseñaron en el tercer año de la facultad.

   “Buenos Aires creció más del 30 % en gramíneas; eso es muchísimo. Ya tenemos de soja lo mismo que la superficie de cebada, más trigo y maíz. El año pasado se igualó; esta es otra muy buena noticia. Y ahora nos falta sumarle girasol a la soja, y seguir buscando gramíneas para que la mezcla sea perfecta”.

   —Uno de los mayores reclamos hacia los ganaderos es por la eficiencia...

   —Buenos Aires lidera la eficiencia entre los rodeos de todo el país; tiene el 73 %. Y en marzo/abril de este año estuvimos en el 75 %. Es cierto, hay un 25 % de baja, pero creo que hemos dado un empujón y la producción de carne subió. Una meta es llegar al 80 % en los próximos cuatro años.

   —¿Cómo se logra eso?

   —Los objetivos son tranqueras adentro. Lo que nosotros podemos hacer tranqueras afuera es que los planes sanitarios se cumplan para ser eficientes con el orden de vacunaciones. Nosotros hacemos vacunación total en primavera y parcial en otoño, pero en el país es al revés.

   “Por ahí sería importante, para la provincia de Buenos Aires, cambiar el orden e ir hacia hacia algo más cómodo y vacunar en forma total ahora, cuando los terneros son más grandes.
“Insisto: para mí, la llave del reino es la productividad tranqueras adentro, porque los rodeos que no entran a ciclar casi siempre están mal alimentados”.

   —¿Por qué la agricultura creció más?

   —La siembra directa llegó para arrasar con la vieja tecnología, y todo el mundo la adoptó; lo que pasa es que da un retorno mañana mismo. Pero el ganadero tiene que pensar en el mediano y largo plazo y por eso le cuesta un poco más.

   “Ahora estamos reglamentando la ley de feedlots, que la hicimos en equipo junto a la Cámara, porque las resoluciones no se toman porque se nos ocurra. Hacemos reglamentaciones amigables y cumplibles, todo el tiempo, para eliminar trabas.

   “Ahora sacamos el DUT (Documento Unico de Tránsito). ¿Cuánta plata gastaban los productores por año solo para trasladarse a sacar la guía? ¡4.000 millones de pesos! Viáticos, gasoil, desgaste, tiempo y sólo para sacar una guía. Hoy lo puede hacer desde su casa”.

   —¿Han podido cumplimentar los objetivos de la agenda ganadera bonaerense?

   —La agenda es nuestra fortaleza, porque nos ordena lo que, desde la Provincia, podemos hacer. Los puntos centrales eran la sanidad de los rodeos y de los frigoríficos; la búsqueda de la inocuidad de los alimentos; la productividad primaria; el acceso a los mercados y la simplificación de los trámites. A decir verdad, hemos dejado alguno para el siguiente tramo de la gestión como, por ejemplo, el acceso a los mercados.

   “En el caso de los frigoríficos, por primera vez en la historia Senasa y nosotros salimos a inspeccionar lo mismo, cuando en realidad el alimento es uno solo. El año pasado suspendimos la faena de 20 frigoríficos de los 30 y pico que visitamos. Fue un golpe muy fuerte, hacia adelante, respecto de la sanidad.

   “Claramente, el objetivo es contar con un único estándar higiénico sanitario en la provincia de Buenos Aires”.