Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Continúan las Jornadas Gardelianas en Bahía Blanca

Declaradas de Interés Cultural por la Cámara de Diputados de la Nación, de Interés Provincial y Cultural por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, de Interés Legislativo por el Senado Bonaerense y de Interés Municipal por el Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca.

   El “Ciclo Bahía Blanca No Olvida” dirigido por José A. Valle ofrece desde 2010 una interesante grilla de eventos culturales que crecen cada año en calidad y prestigio, renovándose y sumando actividades cada vez más inclusivas y variadas para mantener viva la memoria cultural de la ciudad con pretensiones de un mejor futuro para las generaciones venideras. Gracias a este ciclo se han acercado a la ciudad artistas nacionales consagrados y nuevos talentos que marcan tendencia en el tango argentino actual, pero lo que es aún más valioso: los cantantes, músicos, bailarines, investigadores y coleccionistas locales de tango han tenido la oportunidad de formar parte de profesionales eventos donde expresar su arte y han logrado importantes lazos sociales entre sí, lo que demuestra que la ciudad tiene material humano para realizar grandes cosas y de manera conjunta.

 

   Sin duda, una de las citas más interesantes -y la más longeva- son las Jornadas Gardelianas realizadas cada mes de junio.

 

   Sábado 22, 21.30 hs- Café Histórico (Av. Colón 602): Show musical del cantante Juan Carlos Schimizzi junto al pianista Víctor Volpe. Derecho de espectáculo $180.

   Juan Carlos Schimizzi nació el 15 de agosto de 1939 en Villa Diego, Rosario , Al cumplir 29 años comenzó a cantar tangos en la Gran Orquesta de Antonio Volpe denominada “Ritmo de Juventud”, en Punta Alta, hasta que en 1974 decidió iniciarse como solista. En 1979 vuelve al grupo.

 

   Triunfó en Cosquín, en 1987. Intervino en un disco de la Casa del Tango, de Buenos Aires, con dos temas: ´Tiempos de tranvías´ y ´Como dos extraños¨.

 

   Es autor de “Mi verdad”, un tango que escribió en 1986 y que, según dice, pinta un momento muy especial de su vida.

 

   Domingo 23, 17 hs- Museo de Radios Antiguas Carlos Gardel (Laprida 268): Entrevista pública del el Ing. Carlos Benítez a Gelio Barrio, ícono de la radiofonía bahiense, demostración de técnica para realizar una caricatura tanguera por Guillermo Arena y entrega de distinciones a personalidades de la radiofonía y cultura bahiense. Show musical de Silvia Adami. Entrada libre y gratuita.

 

   Lunes 24, 19 hs- Café Miravalles (Av. Cerri 777): Charla “Gardel, las mujeres y otras yerbas” por el Ing. Carlos Benítez, Presidente del Círculo Gardeliano Bahiense y Francisco “Nené” Cabeza (miembro del CGB). Show musical del cantante Osvaldo Rojas junto al guitarrista Quique Lorenzi. Entrada libre y gratuita.

 

   Osvaldo Rojas nació en Rosario, provincia de Santa Fe y allí hizo sus primeras armas con el tango en la Orquesta de Julio Conti. Trasladado a la Base Naval Puerto Belgrano para realizar el servicio militar, se aquerenció con Bahía Blanca y jamás la abandonó. Participó inicialmente de la orquesta Típica Buenos Aires de Punta Alta dirigida por el Sub-Oficial Roberto Morel y luego con la Típica Martínez-Meloni (donde el querido “Gallego” Martínez oficiaba de bandoneonista, director y arreglador). Más tarde llegaría a las formaciones de Mario Grossi y Lucio Passarelli, y sería acompañado por Volpe y las guitarras “Bahía Trío” y “El Cuerdazo”.

 

   Rojas fue compañero de escenario de Roberto Achával, cuando éste aún era conocido como Cacho Randall y se desempeñaba en la orquesta de Luis Bonnat como violinista. El primer encuentro sucedió en los tradicionales carnavales que se realizaban en el Salón de los Deportes. La noche forjó entre ellos una sincera relación que se prolongó hasta la llegada de “Cacho” a Buenos Aires donde compartieron noches de trabajo y bohemia en ocasiones que Rojas visitaba como invitado los boliches de tango porteños.

 

   Osvaldo no sólo se dedicó a cantar sino que ofició de productor de espectáculos tangueros desde su peña “Mi Botica” (Darregueira y Av. Colón) donde los cantores de Buenos Aires que recalaban en la ciudad tenían cita incondicional.

 

   Rojas sumerge al oyente en un repertorio poco “fatigado” donde las imágenes trasladan a un territorio en el que el aroma de glicinas y malvones y un cielo nocturno poblado de estrellas invaden el barrio del recuerdo, transido de melancolía. Paul Gaughin, el gran pintor del post impresionismo francés decía metafóricamente: "Cierro los ojos para ver". Así puede escucharse a Rojas y ser transportado a un tiempo adolescente, romántico y dulzón. Su voz no es especialmente caudalosa, su canto es espontáneo y sin adornos, con la única pretensión de comunicar los sentimientos más entrañables. Osvaldo supo crear y perfeccionar un estilo sobrio e intimista, muy personal engalanado por su gran prestancia frente al micrófono: esbelto, respetuoso y elegante.