El banco Nación recuperará sus cúpulas para evitar mayores daños

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Próximo a cumplirse un año del incendio que afectó parte de la estructura de la sucursal local del banco de la Nación Argentina, las obras de readecuación no siguen acaso el ritmo que se podía esperar, pero la entidad busca avanzar con intervenciones que alejen el fantasma de un desentendimiento completo y a su vez protegerlo de factores climáticos y de plagas.

   A la fecha se llevó adelante una limpieza general del edificio, se procedió a la reconstrucción de algunas losas afectadas y no mucho más.

   En las últimas horas, la Comisión que asesora al municipio en cuestiones de bienes patrimoniales --el edificio del banco lo es-- aprobó la propuesta presentada por la entidad para reconstruir la cubierta del edificio, formada por una conjunto de cúpulas que han quedado completamente dañadas por el fuego.

   Esta tarea es clave para preservar el inmueble, ya que hoy está a cielo abierto, no tiene cubierta, lo cual no exige demasiados detalles para entender las afectaciones y riesgos que esto significa.

   Hoy el lugar dispone de un conjunto de piletas diseñadas para captar el agua de lluvia y evacuarla antes de que inunde las dependencias, pero la capacidad de desagote de las mismas es mínima.

   Funcionarios del banco mencionaron a La Nueva. que a partir del visto bueno del municipio al proyecto de reconstrucción de la cúpula resta “un trámite administrativo” que se estimó “insumirá unos 10 días”. 

   “Si todo sale bien, en poco tiempo se iniciará la obra”, se dijo.

Las reservas

   La reconstrucción de las cúpulas (ver aparte) incluye una terminación que nada tiene que ver con la estética original del edificio, ya que se propone la colocación de chapas comunes, acanaladas, como cierre. No es difícil imaginar la poca relación de ese material con la estética original de esos elementos.

   Por eso desde el área de planeamiento comunal aclaran que la solución admitida tiene carácter precario, “una respuesta a la necesidad y urgencia de mitigar la acción de la intemperie y de los vectores para no agravar el daño producido”.

   Por ese motivo también se solicitó al banco que designe un profesional especializado edificios de valor patrimonial, de modo de analizar como debiera ser esa cubierta final para que sea adecuada para la estética general del bien. 

   Se asume que es imposible conseguir en el mercado actual materiales idénticos a los originales, pero siempre existen propuestas que pueden asimilarse o imitar esas terminaciones. 

   Ese tema es el que se discutirá a futuro, de modo que el uso de chapas se podrá tomar como una respuesta a una urgencia pero no como solución final.

El edificio

   La sucursal local del banco de la Nación fue inaugurada en 1921. La mampostería que recubre su estructura metálica permitió que el fuego no la afectara mayormente. Es el edificio más importante que la entidad construyó en el interior del país y su diseño responde a líneas neoclásicas, con un claro aspecto de edificio cerrado y seguro, un banco-cofre capaz de proteger el dinero de sus clientes. 

   Su puerta de acceso y las columnas apareadas que la flanquean responden a una monumentalidad que sugiere el poder del dinero.

Los tres motivos

   Tres motivos fueron indicados por el banco que hacen imperiosa la reconstrucción de las cúpulas. 

   En primer lugar la seguridad, dado que la estructura de la cúpula central se encuentra deformada y es difícil asegurar su estabilidad. 

   En segundo, existe riesgo de inundación de los subsuelos, donde se encuentran las cajas de seguridad, actualmente abiertas al público. 

   Si bien existe un sistema de recolección de agua de lluvia, su funcionamiento es insuficiente. 

   En tercero, evitar el deterioro en ornamentos y cielorrasos, producto de la humedad, la invasión de palomas y la presencia de roedores.  

Los trabajos que se vienen en el corto plazo

   La reconstrucción de la cúpula exigirá dos intervenciones: por un lado el desmontaje de lo que quedó de la afectada por el fuego. 

   Segundo, el armado de la nueva estructura, utilizando materiales de esta época pero respetando la forma original.

   La estructura a desguazar es robusta y de gran peso, alcanzando los 41 mil kilos. Para desmontarla se propone realizar una plataforma de trabajo a 22 metros del suelo, con andamios metálicos y una configuración de ocho torres unidas por voladizos. El desmontado se realizará utilizando amoladoras y equipos de corte.

   Para reconstruir la cubierta se respetarán las formas originales.

   El izado de la estructura se llevará a cabo con una grúa de 110 tn, se armará por partes en la terraza para luego realizar el izaje y montaje final del esqueleto principal. El resto del armado se realizará con medios manuales.

   La cubierta llevará aislante termo-acústico y como cierre chapa acanalada.