Tres décadas para la biblioteca Pajarita de Papel

Redacción de La Nueva.

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   La biblioteca Popular Pajarita de Papel cumple hoy 30 años.

   El festejo será a pura palabra, con la voz de la narradora colombiana Ányela Cuéllar, quien presentará su espectáculo para adultos “Un horizonte en la maleta”.

   Será hoy a partir de las 18 en el Salón Héroes de Malvinas de la Municipalidad.

   Las historias que presenta Cuéllar atraviesan la vida de mujeres que tuvieron que abrirse camino fuera de su país. El amor, la desesperanza, la lucha por ser mujer y mantenerse viva, son algunas de las situaciones que se detallan en los relatos.

   La entrada es libre y gratuita, previa reserva al Facebook o en los teléfonos  451-8585 o 291 4311170.

   Por otra parte, Maryta Berenguer, fundadora de la biblioteca, comentó que el nombre Pajarita de Papel surgió de un poema de Eduardo González Lanuza y representa a una pajarita que vuela en busca de sus lectores.

   Y quienes conocen el trabajo de esta biblioteca, reconocida en todo el país como la más importante en literatura infantil y juvenil del país, saben que le hace honor a su denominación.

   Es por eso que cuando las puertas de La Pajarita se abren, los niños y los grandes saben que se van a encontrar con un mundo lleno de fantasía. Ya sea desde la inmensa variedad de libros que allí se albergan, o la calidez con que se dictan todo tipo de talleres.

   Narraciones de cuentos, poesías, teatro de papel japonés, títeres, origami, pop up… En su haber también se encuentra la prestigiosa Cita Internacional de Narradores donde, los cuentacuentos de América Latina y Europa alzaron sus voces y dictaron talleres y clínicas expertos en literatura infantil, por diez años consecutivos (2008-2018).

   Sin dudas, lo más importante para una biblioteca es verla en constante movimiento. Será por eso que La Pajarita tiene tanto éxito. Nunca dejan de rodar los cuentos y las actividades. Los chicos entran y salen todo el tiempo. Preguntan. Miran. Hojean. Y allí están Renata Ceballos o Mabel Días (ambas miembros de La Pajarita desde sus comienzos) para consentirlos. A veces se quedan leyendo allí mismo, o se llevan los libros a su casa. Viven la literatura. Y reconocen a La Pajarita como un lugar propio, donde disfrutar el tiempo con un libro es algo que surge naturalmente.

Idealista de la palabra

   Cuando Maryta Berenguer piensa en los comienzos de La Pajarita recae en que, en ese mismo momento, allá por 1980, una biblioteca infantil era una gran necesidad para la comunidad. No existían bibliotecas infantiles especializadas.

   Tan obstinada como trabajadora, Maryta estaba segura de que otra realidad podía ser posible. Es así que se recuerda en congresos, charlas, encuentros, Fiestas de las Letras, etc, compartiendo experiencias y conociendo a autores y especialistas de la envergadura de Graciela Montes, Adela Bash y Laura Devetach, entre otros. Ellas la motivaron a seguir adelante con la idea de una biblioteca.

   “Por aquel entonces dictaba talleres de cuentos en la Asociación Cristiana hasta que, un día, se me ocurrió organizar una muestra literaria. Llevé 1780 libros de mi biblioteca personal para compartirlos y para sorpresa de todos la muestra duró un mes. Vinieron muchísimos chicos de escuelas públicas y privadas. Y así, con todos esos libros cargados en el auto de Osvaldo, mi marido y compañero de andanzas desde el comienzo, recorría diferentes escuelas. Iba y venía por toda la ciudad. Al ver que la respuesta y el interés eran cada vez mayores, no paré hasta conseguir la primera Biblioteca Infantil Ambulante Pajarita de Papel, que funcionó en un galponcito de la Asociación. Y los primeros libros que tuvo fueron los míos, donados con mucho cariño, porque eran los mismos que habían formado la muestra y las constantes visitas a los colegios”.

   A partir de ahí, la Pajarita no dejó de volar. Ni de crecer. Obtuvo el reconocimiento de CONABIB y se transformó en Biblioteca Popular Pajarita de Papel. Y después de dar algunas volteretas, terminó anidando, en 1994, en el ex Hotel de Inmigrantes, Saavedra 951.

   Es allí, donde día a día, la imaginación recrea nuevos mundos...