Propiedades, venta de rosquitas y trabajo: los audios de la banda que operaba en templos evangélicos
En diciembre, a partir de la presentación de una víctima, la justicia comenzó a investigar a la organización.
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Gestiones para poner propiedades a nombre de varias personas y la exigencia para que aumenten las ventas de los productos, surgen de algunas de las escuchas que forman parte de la causa en la que se investiga a una banda de pastores evangélicos que despojaba a los fieles de sus pertenencias y los obligaban a trabajar sin cobrar.
La justicia comenzó a actuar a fines del año pasado, a partir de la denuncia de una chica de 24 años que escapó de un templo de nuestra ciudad.
En las últimas horas, personal de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas realizó una serie de allanamientos, durante los cuales fueron arrestadas 26 personas y se incautó más de un millón de pesos, 40 mil dólares, 17 vehículos, teléfonos celulares y computadoras, entre otras cosas.
En los operativos se logró liberar a 47 personas, que fueron asistidas por profesional del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a Víctimas de Trata.
Fuentes consultadas señalaron que la organización estaría encabezada por una mujer denominada “Tía Eva” y su segunda era llamada “La Jefa”.
Según la investigación, los líderes llevaban adelante una vida ostentosa y eran propietarios de una chacra en un club de campo y establecimientos rurales.
Precisamente, en uno de los audios que trascendieron se escucha a quien sería "Tía Eva" señalando a un par de personas que aparecerían como titulares de los inmuebles que le pertenecen.
Los voceros explicaron que los fieles captados eran obligados a desprenderse de sus bienes y comenzaban a vivir hacinados en una especie de conventillo. Trabajaban en la elaboración de productos panificados que posteriormente comercializaban en la calle, sin recibir sueldo por la tarea.
En otra de las escuchas se advierte a una persona indicándole a un hombre que debían aumentar la venta de roscas.
Trascendió también que la organización forzaba a los hijos de los seguidores a dejar la escuela y salir a vender los productos.
La causa es llevada adelante por la fiscal de La Matanza, Liliana Pecorelli, que investiga los delitos de “asociación Ilícita en concurso real con reducción a la servidumbre reiterada, trata de personas reiteradas y lavado de dinero".