La Piedad: un modelo educativo

Redacción de La Nueva.

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Con una matrícula de dos mil alumnos y una contaste vocación y voluntad por la enseñanza y el crecimiento, el Instituto Técnico La Piedad celebró sus 125 años de existencia, lo cual lo coloca entre una de los centros de enseñanza con más historia en la ciudad y la región.
La institución, parte de la Obra Salesiana, fue fundada en 1894 por obra y voluntad de Luis D'Abreu, destacado empresario local relacionado con la historia del ferrocarril Bahía Blanca al Noroeste, que decidió dotar a ese barrio con un templo y una escuela para los hijos de los trabajadores del ferrocarril.
Algunas fotos de aquel momento fundacional dan cuenta de lo descampado del sector, sin viviendas ni calles trazadas, con lo cual el perfil del conjunto se imponía en un paisaje de llanura y mar.
"Elegí ese lugar -explicaría D'Abreu años más tarde- por su proximidad al ferrocarril Noroeste. En derredor de la estación y los talleres surgirían las viviendas obreras y era necesario pensar en sus hijos, educarlos e instalar una escuela de artes y oficios, para que allí también se asilara a la niñez abandonada, sustrayéndola de la corrupción".
Prueba de la trascendencia de aquel acto de fines del siglo XIX y del prestigio de D'Abreu es que para la inauguración del colegio llegó a la ciudad el mismísimo presidente de la Nación, doctor Luis Sánez Peña.
Hoy la escuela mantiene su calidad técnica original con dos orientaciones: Técnico en Informática Personal y Profesional y en Electromecánica, priorizando a los sectores populares y al área de acción de la parroquia.
Funciona además el Centro de Formación profesional 406, con área de mecánica, metalúrgica, carpintería, gráfica, automotores, electricidad, algunos de ellos centenarios y tradicionales.
La institución lleva adelante también una importante variedad de actividades con carácter social,a través de numerosos grupos juveniles, de exploradores, oratorios y capillas.
Conforma sin dudas una de las instituciones más reconocidas del país, que ha sabido mantener su espíritu a través del tiempo, que ha perfeccionado y aumentado su capacidad y propuestas, para darle a la ciudad de Bahía Blanca un centro de estudios que es motivo de orgullo para todos.