Manos a la obra para que ningún chico carenciado se quede sin cumpleaños

Redacción de La Nueva.

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Por Cecilia Corradetti / ccorradetti@lanueva.com

   A la crisis económica que golpea con fuerza en los sectores más bajos, Isabel Trujillo no la conoce: la vive.

   La titular de la biblioteca “Tambor de Tacuarí”, donde acuden a merendar tantos chicos carenciados, sabe que, si sobrellevar el día a día resulta una gran dificultad, mucho más celebrar cumpleaños. Todo un lujo.

   Aplicó el ingenio y para esos días festivos comenzó a elaborar tortas fritas del tamaño de un plato. Una arriba de la otra y así hasta alcanzar una altura considerable. Y, claro, una vela.

   Esta “maniobra” para que ningún chiquito de los barrios aledaños quedara sin su torta, llegó a oídos de un grupo de reposteros con corazón enorme que, de inmediato, pusieron manos a la obra.

   Una propuesta de ese tipo que se desarrolla en Lanús les sirvió de modelo.

   Luego, cuando se logró el contacto, observaron que la idea se agrandaba y empezaba a dar vueltas en el país.

   ¿Por qué, entonces, no indagar en comedores bahienses, salones comunitarios, merenderos y otras instituciones para poder festejar cumpleaños con tortas como las de todos?.

   Y así fue.

   Se determinó que el primer cumpleaños se celebraría, precisamente, entre los chicos de El Tambor de Tacuarí, ya sin una torta frita sobre otra. Cuando se lo comunicaron a Isabel Trujillo, no pudo menos que emocionarse.
   Milagros, de flamantes 8, y Agustín de 11, recibieron el pastel que jamás hubiesen imaginado.

Muchos a colaborar

   “Sin torta no hay cumple”. Así se denomina esta propuesta que en Bahía cuenta con dos referentes principales, Alex Gutiérrez y Jimena Arias, reposteras y pasteleras.

   “Nosotras iniciamos esto, pero nos siguen 20 personas más que iremos rotando para la elaboración no sólo de tortas, sino de otros bocaditos”, dijo Alex.

   El cronograma continuará el 11 de mayo en el Hogar Don Orione. Allí cumplirán años dos chicos con discapacidad severa. Luego, el 8 de junio, será el turno del merendero “Alza la voz por los chicos”, del barrio 9 de Noviembre.

   El 29 de ese mismo mes, Corazones Solidarios, en Villa Nocito, también se vestirá de fiesta, en este caso en el Bahía Blanca Plaza Shopping.

   “Pero esta movida necesita de la ayuda de la gente. Nada podemos hacer sin donaciones”, aclara Jimena Arias, que apeló a la buena voluntad de cotillones, empresas y particulares.

   Es que hasta el momento sólo cuentan con algunos kilogramos de harina y azúcar.

   “Pero es mucho más lo que necesitamos, como huevos, leche, dulce de leche repostero, pasta para forrar tortas y golosinas”, agrega Alex.

   A largo plazo, el proyecto es mucho más enriquecedor.

   “Pretendemos enseñar a las mamás y a los propios chicos a elaborar tortas. Nada mejor que saber hacerlo y que aprendan”, sostuvo.

   Alex y Jimena se prendieron a esta idea porque observan la crisis extrema que vive el país.

   “Y sabemos que la torta es el último artículo de lujo”, añadió Jimena, mientras pregunta, en voz alta, cuántos serán los niños de nuestra ciudad que deben pasar de manera desapercibida el día de su cumpleaños. 

   Las donaciones se reciben en Donado 1481, tel. 291-154077651 o Malvinas 1450, 0291-154753848.

¿Cómo nació?

   La idea nació en Lanús, cuando el pastelero José Bouchard, al recorrer muestras del rubro, quedaba asombrado por tortas espectaculares y su contraste con la realidad de un montón de niños que quizás nunca habían tenido un pastel de ese tipo.

   Junto a otros voluntarios comenzaron a llevar cupcakes decorados a dos merenderos y un hogar de nenas. Incluso se colaboró con gente de la calle, para la última Navidad, en la Estación Lanús.

   “No sabemos cómo pero se sumó mucha gente para ayudar y replicar la idea en sus barrios, ciudades, localidades y provincias”, dijeron las bahienses.

   Mar del Plata y Canning están haciendo lo propio. Nada menos que volcar un granito de arena para que la crisis no empañe cumpleaños.