Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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La crisis hizo que varias obras quedaran en el camino

Hasta que no baje de 811 a 300 puntos no podrá obtenerse el financiamiento necesario. Ahora sólo continúan las obras en marcha y habrá que ver si superan un nuevo ajuste.

La autopista prevista entre Bahía y Dorrego, una de las perjudicadas

Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

   La mal llamada autopista Bahía-Monte Hermoso y la faraónica red de accesos al puerto local deberán esperar tiempos mejores.

   Lo mismo parece suceder con el ramal ferroviario  a Vaca Muerta y el cierre del anillo norte de la circunvalación, entre La Carrindanga y avenida Cabrera.

   Todas fueron obras  anunciadas hace un par de años, cuando los grandes proyectos logísticos eran uno de los caballitos de batalla del gobierno nacional.

   Sin embargo, el aumento del riesgo país y las necesidades de  las cuentas públicas hacen que las prioridades pasen por otro lado.

   Por suerte dos obras de magnitud, el primer tramo de la autopista de la ruta 33 y el paso urbano Sesquicentenario-El Cholo siguen en marcha, aunque nadie sabe a ciencia cierta si podrán salvarse del próximo ajuste o si disminuirá su ritmo.

   En el caso de la mal llamada autopista a Monte Hermoso, en realidad es Bahía-Dorrego, hoy por hoy sus chances están sepultadas, sobre todo si se tiene en cuenta que esta obra forma parte de la segunda etapa del sistema PPP (Participación Público Privado) y la primera atraviesa serias dificultades.

   En tal sentido, la mayoría de los primeros seis corredores viales ya licitados y adjudicados en el país se encuentran paralizados, pese a que el gobierno nacional sostenga lo contrario.

   El riesgo país en niveles muy altos (811 cuando lo ideal sería 300) y la falta de financiamiento complican la iniciación de las tareas.

   La Causa de los Cuadernos también sumó su aporte a las dificultades que tienen los consorcios para conseguir dólares en el exterior.  

   El corredor de la ruta nacional 5, que unirá Luján con Santa Rosa, a cargo de una empresa china que aporta financiación, es una de las pocas PPP con chances.

   Tampoco arrancó el fideicomiso proyectado por el gobierno, muy probablemente por la falta de fondos del Banco Nación.

   La obra que antecede a la autopista Bahía-Dorrego es la autopista Las Flores-Azul y luego la ruta segura entre Las Flores y Dorrego.

   Hasta ahora el tiempo pasa y luego de algunos trabajos preliminares para intentar despertar optimismo, las obras no aparecen.

¿Se hace?

   El miércoles pasado el intendente de Las Flores, Ramón Canosa, se mostró con representantes del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), del grupo contratista y de Vialidad Nacional, y dijo que la obra se hace.

   “Para los florenses ya es importante saber que se hace, que finalmente empezó la autovía de la Ruta 3, obvio que no en los tiempos que hubiéramos querido, pero se hace y eso ya es un gran paso”, destacó el jefe comunal.

   Sin embargo no son pocos los que aseguran que hasta que el riesgo país no llegue a 300 puntos sólo se podrán hacer trabajos de mantenimiento.

Accesos portuarios

   En este contexto adverso se encuentra la red de accesos a los puertos bahienses, una obra multimillonaria que abarcará el tramo entre El Triángulo y la unión de la ruta 3 con la 22.

   Precisamente este fue uno de los proyectos más difundidos desde Nación, incluso mediante atractivos renders e imágenes computarizadas que sirvieron para mostrar cómo se vería la obra terminada.

   Algo similar ocurre con el tren a Vaca Muerta, una iniciativa que no termina de despertar el interés de las petroleras, ahora mucho más atraídas por la eventual construcción de un gasoducto hasta Buenos Aires.

   Para el jueves próximo está prevista la ya dos veces postergada apertura de sobres con las ofertas por un cupo de carga en el ramal, pero los pronósticos no son favorables.

   En el caso de la obra que permitirá cerrar el anillo que conforman las autovías Alfonsín y circunvalación (tramo Carrindanga-Bosque Alto), el panorama no resulta mucho mejor.

   A las dificultades económicas de la Provincia y la necesidad de no generar mayor en endeudamiento y acomodar las cuentas públicas, se le suma el costo que insumen los trabajos.

   Este tramo reviste mayor complejidad que el ya concretado por cuanto requiere la construcción de al menos un puente de grandes dimensiones sobre el arroyo Napostá y las vías del ferrocarril.