Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Modo sustentable, la forma de empezar a comprender los negocios agropecuarios

Buenas prácticas agrícolas y cuidado del medio ambiente para producir con elementos naturales que respeten la ecología. No es lo que viene, ya llegó.

Los microorganismos tienen el potencial para aumentar la resiliencia de la planta al estrés, a lo hídrico y a lo térmico en ambientes adversos./ Fotos: Pool de Periodistas

Guillermo D. Rueda
Enviado especial a San Nicolás
grueda@lanueva.com

   “Podemos hablar de una tecnología médica aplicada al agro. Como cuando uno toma un probiótico”, dijo Carlos Becco, responsable de Indigo Ag, una startup que trabaja en el desarrollo de microorganismos endófitos para potenciar la productividad de cultivos de manera sostenible.

   La presentación puede tomarse como el espíritu en otra edición de Expoagro, que concluyó ayer en San Nicolás, por donde pasaron alrededor de 165.000 personas para tomarle el pulso al campo y, además, para hacer negocios.

   “El de la microbiología es un campo inexplorado. En el mundo existen tres trillones de especies y, de ellas, nosotros hemos identificado unas 70.000. El microorganismo entra a la semilla (con un tratamiento) y mejora la condición de las plantas, en el caso del estrés, por ejemplo”, amplió Becco.

   Los microorganismos utilizados tienen el potencial para aumentar la resiliencia de la planta al estrés, a lo hídrico y a lo térmico en ambientes adversos. Hasta el momento, se trabaja con trigo, algodón, maíz y soja.

Carlos Becco, CEO de Indigo Ag.

   En los casos de trigo, por información de los propios productores, se ha logrado un incremento de hasta el 3 % en los rendimientos. Otra novedad es que la empresa está dispuesta a compartir las eventuales diferencias de rendimiento, en caso de que se haga cargo de las semillas y de la cosecha.

  Otro aspecto que se considera vital es el aporte de la inteligencia artificial. “Con la inteligencia artificial se rompen los paradigmas de la investigación. Lo digital nos aporta nuevas herramientas para una mayor tecnología y sustentabilidad”, comentó Becco.

   El desarrollo con microorganismos en la Argentina, que se inició en 2017, es único en el mundo. Indigo tiene identificadas cinco especies, con las que trabaja en 4 cultivos y para este año prevé la aprobación de dos más para tres cultivos: arroz, maní y girasol.

   “La sociedad requiere un medio ambiente sustentable; es decir, de una agricultura sostenible en el tiempo. Ese es un compromiso para nosotros, y también para los productores”, comentó Rodrigo Ramírez, titular de UPL (Arysta), una compañía de investigación, protección e innovación.

   “Hace cinco años, un informe del REM de Aapresid indicó que la soja tenía una afectación de malezas resistentes del 5 %, pero hoy lo es del 65 %. Estamos hablando de casi 13 millones de hectáreas involucradas (NdR: en el país se siembran alrededor de 35 M/H) y esto es porque no estamos dando una solución adecuada”, agregó.

Rodrigo Ramírez, CEO de UPL.

   Ramírez sostuvo que la aplicación de productos de la década del 50 con los de última generación no son una solución, y que, a este ritmo, el agricultor no podrá pagar el costo de los herbicidas.

   “¿Cómo se combaten las malezas? De forma más agresiva con una batería de productos, pero no solo al Yuyo colorado, ya que se apunta a esa especie pero en realidad la variedad es más grande”, dijo.

   UPL mostró productos para el manejo en el control de gramíneas y latifoliadas, de enfermedades, y los programas de bioestimulación destinados a lograr una mejor implantación, desarrollo y manejo del estrés en los cultivos.

   Con la denominación de una agricultura abierta (OpenAg), la nueva UPL potencia la consolidación de alianzas y la construcción de redes en pos de la creación de valor y el aporte para el crecimiento sostenible. 

   En línea con esta premisa, Arysta viene trabajando desde el año pasado conjuntamente con RAVIT (Red Agropecuaria de Vigilancia Tecnológica) en un abordaje distinto para el control de malezas. Esta iniciativa involucra el contacto con más de 40 productores y el seguimiento de 140 sitios de la zona norte de Córdoba, sobre una superficie de 1,5 millones de hectáreas.

   La información se genera a través del contacto con los productores y el análisis de 120 variables de diferentes sensores, relevamientos y entrevistas para obtener datos que explican las brechas productivas de una misma zona.

   La genética y las semillas, más el manejo de los ambientes para lograr la mayor sustentabilidad se busca en Nidera, uno de los líderes del mercado.

   Tras una campaña histórica para el trigo, el cultivo icónico para el sudoeste bonaerense, la semillera también ha intensificado su programa de mejoramiento genético en este cereal, priorizando siempre la búsqueda de mayor rendimiento, pero con mayor equilibrio en la sanidad y la calidad.

   Con el foco puesto en las enfermedades foliares, en el proceso de selección de variedades se descartan aquellos materiales que presenten roya de tallo y se privilegia a los que demuestran buen comportamiento ante esta enfermedad y fusarium. 

   “Excepto una, que es francesa, el resto de nuestras nuevas líneas son por intercruzas realizadas aquí”, dijo Javier Latorre, gerente de servicio técnico de la firma.

   Recordó Latorre que en el sudoeste bonaerense existe un mosaico de suelos, donde “predomina la tosca y por eso se hacen ciclos largos, porque es más defensivo y ante una sequía se desenvuelve mejor a futuro”.

Javier Latorre, gerente de servicio técnico de Nidera.

   Nidera presentó en Expoagro, entre otros, un trigo de calidad 2, panificable denominado 620.

   “Es un multifunción porque se puede sembrar en Córdoba, en el sur de Entre Ríos, en Santa Fe y en toda la provincia de Buenos Aires, porque tiene cierto requerimiento de frío, posee una respuesta fotoperiódica y no posee problemas en sembrarse ni muy tarde ni muy temprano”, aseguró Latorre.

  En otro rincón, Syngenta presentó el paisaje multifuncional, que sorprendió a propios y extraños.

   “¿De qué se trata? Hace varios años que vemos que los incrementos en el crecimiento de la producción no están haciendo un aporte a la agricultura sustentable. El reclamo social hoy exige producir con manejos agronómicos respetuosos del medio ambiente, como lo son los paisajes multifuncionales”, sostuvo Leonardo Galetto, investigador del Conicet.

En primer plano, la diversidad. Y luego la soja y, más atrás, el maíz. Se trata del paisaje multicultural.

   “El camino es camino y el área de lote es el espacio productivo. Cuando se evita pulverizar sobre los caminos internos de los campos se comienza a hacer una agricultura más ordenada en términos de biodiversidad”, agregó.

  “El protocolo de instalación de un paisaje multifuncional aclara que estos espacios deben crecer a la par de los cultivos, pero sin interferir con ellos; al contrario, deben aportarle beneficios. No solo se trata de dejar crecer malezas al costado del cultivo, sino que debemos asegurarnos de seleccionar esas malezas retirando manualmente aquellas que son perjudiciales para la agricultura, como los casos de Rama negra y Yuyo colorado”, sostuvo Guillermo Delgado, jefe de Custodia de Productos de Syngenta.