Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Condenan a un exdelegado municipal por amenazar de muerte a su exmujer

El delito se cometió a fines de 2015, cuando Lisandro Mónaco era titular de la delegación comunal de Villa Harding Green.

 

   A la pena de 8 meses de prisión en suspenso, por amenazar de muerte a su exmujer, fue condenado Lisandro Gabriel Mónaco, de 46 años, quien fuera delegado municipal de Villa Harding Green durante la actual administración.

   El fallo fue dictado por el juez en lo Correccional Nº 1, José Luis Ares.

   La pena es en suspenso, es decir que no irá preso, salvo que incumpla las reglas de conducta que se le fijaron, como somterse durante 2 años al control del Patronato de Liberados.

   El grave incidente se registró el 30 de diciembre de 2015, cuando Mónaco -que tiene a cargo un comercio- estaba en funciones como encargado de la Delegación Municipal de Villa Harding Green, puesto que ocupó durante un año.

   El hecho se produjo en el estudio jurídico de su exmujer, María Belén Natali, en Alsina 19, cuarto piso, en momentos que buscaban acordar un regimen de visita de su hija menor de edad.

   Según el juez, quedó probado que esa mañana Mónaco ingresó en la oficina por la fuerza, a los gritos, tiró cosas del escritorio y amenazó de muerte a su expareja, en presencia de un pasante, que fue testigo en el debate. "Sos una hija de puta, una puta, te voy a matar...", le habría advertido.

   Natali, al declarar, confirmó que se trataba de una persona agresiva, que ejerció en su contra violencia física, verbal y psicológica, con maltrato e insultos incluso delante de la gente y también pellizcos y patadas que no dejaban marcas.

   Su declaración sobre lo que pasó aquel día quedó corroborada por el pasante.

Testigo "insospechado"

   Ares consideró “sincero y veraz” el testimonio de la mujer, “sin cargar las tintas contra el imputado” y consideró “insospechados” los dichos del testigo, porque actualmente no tiene ninguna relación de dependencia con la víctima.

   Incluso el propio Mónaco lo calificó como “un chico sano y con modales fantásticos”.

   Al ser interrogado, el acusado reconoció el incidente aunque tuvo un “sugestivo olvido” sobre sus dichos.

   La madre de la víctima, a su vez, contó que su hija le había relatado algunos episodios de amenazas y que incluso una vez Mónaco le exhibió un arma.

   En consecuencia, Ares acreditó el hecho y la autoría y condenó al exdelegado comunal a 8 meses de prisión de ejecución condicional.

   “Las expresiones fueron serias y graves; el imputado concurrió intempestivamente al lugar de trabajo de la víctima, afectando evidentemente su libertad. Las amenazas, serias y graves como señalara, tenían el evidente propósito de amedrentar a su exmujer y tenían idoneidad para actuar negativamente sobre el ánimo y voluntad de la misma”, argumentó el juez.