Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Molinuevo, Rivadavia y San Martín

Mario R. Minervino / mminervino@lanueva.com

Hace 74 años, en febrero de 1945, abandonó nuestra ciudad el teniente coronel Juan Molinuevo, por dos años jefe del Regimiento 5 de Infantería y, además, por breve lapso, comisionado municipal.
Molinuevo asumió como jefe comunal el 3 de agosto de 1944, sucediendo a Pedro Amado Cattáneo. 
Tras unos primeros meses de tranquilidad, en diciembre del ‘44 comunicó a la ciudadanía dos decisiones. Por un lado, dar el nombre de Luis Caronti al Hospital Municipal. 
Por otro, hizo pública la autorización provincial obtenida para designar General José de San Martín a la plaza Rivadavia. Y no sólo eso: “Facúltase asimismo --decía la resolución-- para el traslado al centro de la mencionada plaza de la estatua del Libertador, actualmente en el Parque de Mayo”.
Hacía mucho tiempo que una decisión comunal no encontraba un rechazo unánime en la ciudadanía. 
Particulares, fuerzas vivas, instituciones, colegios de profesionales y editoriales de este diario y los capitalinos “La Nación” y “La Prensa” se alzaron contra lo que consideraban “un agravio a la memoria de Rivadavia”. 
La medida, por otra parte, reactivó el deseo de terminar, luego de más de quince anos de dilaciones, el monumento a Rivadavia, cuyas partes descansaban en el taller del escultor Rovatti, en el barrio porteño de Palermo, esperando fondos para su terminación.
En medio de un gran revuelo, dos días después de los anuncios, por resolución ministerial se reintegró a Molinuevo a sus funciones militares y en 25 días le fijó un nuevo destino. Una semana antes de su partida asumió como comisionado el profesor Juan Carlos Miranda. 
Para entonces, se había desechado el cambio de nombre de la plaza y el monumento a Rivadavia tomaba su último impulso, para ser inaugurado 17 meses después, en julio de 1946.