Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Más denuncias contra Monteros: violencia de género, ataque con una granada y falta de pago de alimentos

   Liz Paola Garay, expareja del exlíder de la UOCRA local Humberto Monteros, lo denunció públicamente por violencia de género, lo responsabilizó de un ataque con granada a su casa y de no aportar la manutención de sus 2 hijos en común desde mitad del año pasado.

   "Vivía asustada, un día casi me mata", contó Paola en diálogo con LU2 para visualizar las dificultades que tiene para mantener a sus hijos de 9 y 10 años por la falta de pago en la cuota alimentaria y las dificultades para acceder a trabajo por su vínculo con Monteros.

   "Cuando él se puso muy violento y me amenazaba con sacarme a la nena estaba muy asustada. Mis hijos presenciaron mucha violencia", agregó y lamentó "lo difícil que se me hace sacar a los chicos adelante".

   Garay fue pareja durante 10 años de Monteros y contó que cuando se dio cuenta "cómo era" tuvo miedo y no pudo escapar.

   La mujer además recordó un hecho de 2014 cuando un explosivo detonó en el techo de su casa y ella aseguró que otra expareja de Monteros le confirmó que el gremialista había ordenado el ataque.

   "Me amenazó cuando éramos pareja, pero desde que está detenido no. No sé qué va a pasar después de esta nota", explicó y agregó que piensa que Monteros "sabía que lo iban a agarrar".

   Además señaló que en caso de declarar en la causa va a "decir la verdad": que lo veía con mucho dinero encima y que al menos tenía un arma que ella entregó a la Policía, según su relato.

   "No busco venganza, si me preguntan voy a decir la verdad", concluyó.

   El jueves Monteros declaró durante 8 horas ante el fiscal Gustavo Zorzano y negó las imputaciones en su contra en una causa que investiga una presunta asociación ilícita en la UOCRA dedicada a la extorsión de empresarios de la construcción.

   A Monteros lo arrestaron en enero del año pasado y la del jueves fue la primera vez que dio su versión de los hechos, ya que en la vez anterior había preferido guardar silencio.