Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Lo condenaron por manosear a su sobrina, pero no irá a la cárcel

El acusado recibió una pena de 3 años en suspenso. El hecho tuvo lugar, a fines de 2015, en una vivienda de Villa Rosario.

   Un hombre fue condenado a una pena de 3 años de prisión en suspenso por manosear a su sobrina en una vivienda de Villa Rosario.

   La pena, a la que se arribó en un juicio abreviado y fue impuesta por la jueza Claudia Fortunatti, del Tribunal en lo Criminal Nº 2, recayó en una persona de 51 años a la que no se identifica para preservar a la víctima.

   El acusado no irá preso, salvo que incumpla alguna de las reglas de conducta que se le fijaron, entre ellas la prohibición de acercarse a la víctima.

   El caso fue denunciado por la madre de la nena, luego de que esta se negara a realizar compras junto con el sospechoso y le contara a su mamá lo que había pasado.

   La chica, posteriormente, también le relató lo sucedido a una maestra del colegio al que asistía, por lo que la entidad educativa también intervino para que el episodio se judicializara y se le brindara asistencia.

   El incidente, según el fallo, se produjo sobre fines de 2015, cuando la menor -por entonces de 11 años- se encontraba acostada junto a una hermana menor y el acusado ingresó en su habitación.

   La pequeña describió al declarar que el procesado tomó una frazada y ella pensó que iba a taparla, aunque se acercó y comenzó a tocarla.
También refirió que antes de salir del lugar, le advirtió que no dijera nada de lo sucedido, ya que, de lo contrario, podía pasarle algo.

   La madre de la víctima dijo que antes de tomar conocimiento del abuso había advertido comportamientos extraños en su hija. Aclaró que el hombre vivió dos años en su casa, ya que no tenía dónde quedarse y le ofrecieron alojamiento.

   Además contó que al descubrir lo sucedido lo expulsaron.

   Una perito psicóloga que entrevistó a la menor afirmó que realizó un relato "sumamente detallado" del hecho. También que presentaba "sentimientos de temor asociados a los hechos", lo que, a su juicio, resultaba motivo de consulta para el inicio de un tratamiento psicológico".

   Otra profesional que evaluó a la madre de la niña concluyó no haber hallado en la mujer indicios de fabulación o animosidad contra el denunciado.

   Al declarar en la causa, el sospechoso negó los cargos.

   Admitió que residía en el inmueble junto con la familia de la chica y que ayudaba a la menor con las tareas del colegio, ya que los padres no le prestaban atención.

   Agregó que la nena se había "apegado" mucho a él, pero aclaró que no se valió de esa circunstancia para tocarla.

   También declararon algunos familiares del hombre, quienes brindaron su opinión y dijeron no haber advertido actitudes extrañas en su comportamiento.

   Finalmente, la magistrada consideró probada la responsabilidad del individuo, por lo que le impuso la pena de ejecución condicional y reglas de conducta que deberá cumplir por cuatro años.